Hoy les traigo un articulo muy interesante. Si  es verdad todos sabemos que ser paciente cuesta, pero somos nosotros los  adultos los que debemos hacer un alto, detenernos a pensar antes de  actuar, porque lastimosamnete casi siempre los niños son los que se  llevan la peor parte en situaciones de tensión, ya sea por nuestro afán,  por nuestro estrés, ó por cualquier otro motivo, casi siempre los niños  son los que nos guian hacia nuevos retos, por ellos y gracias a ellos  debemos ser mejores personas, mejores padres. espero les sirva mucho:

Algunas veces puede resultar efectivo utilizar los gritos y las regañinas, pero hacerlo siempre puede ser contraproducente.
Si los padres no tienen la costumbre de gritar a su hijo, posiblemente cuando le regañen en un tono más alto será muy eficaz, pero utilizar los gritos y las regañinas de forma repetida no solo No es efectivo, sino que además es contraproducente.
Si los padres no tienen la costumbre de gritar a su hijo, posiblemente cuando le regañen en un tono más alto será muy eficaz, pero utilizar los gritos y las regañinas de forma repetida no solo No es efectivo, sino que además es contraproducente.
Muchos  padres recurren a descalificaciones y a gritos para controlar a sus  hijos. Sin tener en cuenta el daño que hacen a sus hijos. Si esta  conducta es habitual, el niño sufrirá innecesariamente; ya sea para  repetir modelos familiares que también experimentaron los padres o con  la intención de que el niño crezca y sea una persona de bien; pero para  esto no necesitarás el castigo, en la mayoría de los casos se debe a  situaciones estresantes de los padres que lamentablemente tienen que  pagar los niños.
Educar a un niño requiere  de mucho tiempo y paciencia. Aunque parezca más fácil y rápido  atemorizar al pequeño, probablemente habrá mejores resultados si se  educa a través de la comunicación con los hijos. Existen otras  alternativas para lograr que el niño sea responsable y obediente.
Si  ocasionalmente se utiliza un tono elevado para regañar al niño, es  posible que se vuelva a recurrir al mismo método ante la falta de  recursos. Cuando esta excepción se convierte en regla, el niño se  acostumbra a las constantes descalificaciones por parte de los padres. A  la hora de educar, es necesario fijar claramente los límites y  objetivos. 
Evita frases ofensivas que pueden herir al pequeño.
Un  niño no se porta mal en forma intencional. Es importante saber  comprender la situación que atraviesa antes de regañarlo sin motivos. De  acuerdo a su etapa evolutiva, es posible que sea más inquieto o llore  más que antes, o muchas veces los niños están molestos porque están  enfermos. Antes de reaccionar y reprender al niño, es fundamental  indagar en los motivos de su comportamiento.
Los  gritos y las descalificaciones constantes pueden hacer sufrir al niño y  a un deterioro de su autoestima. No se sentirá valorado por sus padres y  pensará que todo lo que hace está mal. En otros casos, el niño  reaccionar en forma desafiante y prepotente.
Evitar discusiones: A través de las discusiones con los niños, no se transmite un modelo positivo sino que se repite constantemente la acción mala conducta/ castigo. El niño aprenderá que ante cierta conducta, será castigado y jugará a seguir haciendo lo mismo sin que lo pillen. Lo más adecuado es establecer normas desde que son pequeños, tener en cuenta las buenas conductas y explicarle al niño lo que se espera de él.
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