El masaje puede tener muy diversos fines y aplicarse a distintas  edades. Sin embargo, el masaje para los pequeños tiene entre sus  finalidades más relevantes la de aumentar el vínculo emocional profundo  entre los padres Masaje para bebés y niños pequeños los pequeños, pues  no cabe duda que el contacto físico es indispensable para el crecimiento  y buen desarrollo de los pequeños.          
Un masaje puede aplicarse poco después de que el bebé nace y durante  los primeros años de su desarrollo, y para hacerlo no necesitas ser  experto ni experta, basta que tengas una buena intención de hacerlo y  que sepas cosas muy sencillas como los beneficios que aportarás a tu  pequeño.
Aquí te damos un tipo de masaje muy fácil de llevar a cabo y para lo  cual debes de seguir al pie de la letra nuestras indicaciones para que  el masaje sea realmente algo que disfrute y sea benéfico para tu bebé.
Presión adecuada y paciencia.
Antes de que empieces, necesitas saber cuanta presión debes poner en  el masaje. Para esto, pon tus dedos sobre los párpados y masajéate  suavemente los ojos. De esta forma podrás saber el nivel de presión que  debes imprimir al cuerpo de tu pequeño bebé. Es muy importante que si te  percibes impaciente o con prisa trates de relajarte o suspendas el  masaje para cuando encuentres un momento más apropiado. Nunca des a tu  bebé un masaje con prisa o mal humor, ellos deben de sentir siempre tu  paciencia y ternura, si registran tu impaciencia el masaje no será ni  provechoso ni nutritivo afectivamente.
En las áreas pequeñas como las mejillas, los dedos o los pies,  utiliza las yemas de los dedos para presionar suavemente, y en las áreas  más grandes como la espalda, los antebrazos y las piernas, usa la palma  de tu mano para masajear. Los movimientos deben ser siempre lentos y  más bien acariciadores.
Antes de que empieces a dar el masaje es bueno lubricar la piel del  bebé con algún aceite, por lo que se recomienda dar el masaje cuando el  bebé se acaba de bañar, de esta forma podrá disfrutar más el masaje. Usa  aceite s suaves como el de semilla de uva o los que son especiales para  esta etapa.
Cara: aquí debe sutilizar la yema de tus dedos, muy suavemente,  puedes empezar por las mejillas usando movimientos circulares, hazlo  despacio, y sigue suavemente por su frente, baja por su nariz y llega a  su boca, aquí debes casi prácticamente acariciar, sin dejar el  movimiento circular. Luego, baja por su barbilla y sigue hasta su  cuello, con movimientos descentendtes hasta que llegues a sus brazos.
Brazos: en los brazos la presión deberá ser con tu dedo índice y  pulgar, el pulgar servirá de sostén y el dedo índice se moverá  presionando suavemente en movimientos circulares. Puedes empezar por el  área de los hombros e ir bajando poco a poco hasta que llegues a la  muñeca y las manos. En la palma de las manos has de hacer una presión  circular con ambos dedos, los cuales se moverán por toda la palma de la  mano , desviándose cuando se requiera hacia cada dedo. Para finalizar,  deja que tu bebe apriete tus pulgares con sus manitas y abre y cierra  sus brazos como si fuese una mariposa. Luego, sube y baja sus brazos,  estíralos sin jalar demasiado y luego bájalos. Puedes alternar enseguida  subiendo un brazo mientras el otro baja.
Espalda: en la espalda puedes usar la palma de tu mano y presionar  ligeramente en movimientos circulares. Cuando estés masajeando su  espalda es necesario que el bebé este boca abajo sobre una superficie  firma. Lo más probable es que levante la cabeza, déjalo en esta posición  un rato, es muy benéfica para fortalecer su cuello y espalda.
Piernas: el masaje se hace con la palma de la mano la cual se  deslizará suavemente con movimientos circulares. Llega hasta sus pies y  apriétalos suavemente, cuida de pasar por todos sus deditos. Luego,  flexiona sus rodillas y presiona sus muslos con cuidado contra su  cuerpo.
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