A diferentes edades, los intereses y curiosidades  varían. En la etapa pre-escolar, decirles que ellos fueron elegidos por  sus padres combina muy bien con la etapa egocéntrica propia de esa edad.  En el escolar sin embargo, esa es una explicación que no termina de  convencerlos ni satisfacerlos. Ya entraron en la edad en que pueden  entender cabalmente la condición de adopción, su estilo de pensamiento  ha adquirido otra lógica, pueden encadenar más eventos relacionados y  tomar en cuenta más aspectos de una misma situación. Y la historia del  niño elegido no satisface totalmente porque omite el abandono y  necesitan más detalles y explicaciones, que ellos mismos pedirán. Con  frecuencia se interesan fundamentalmente por detalles concretos (“¿cómo  éra la cara de la señora que me tuvo en su panza?”). También interrogan  sobre las causas del abandono y no se conforman con cualquier respuesta.  Muchas veces los padres, más allá de todo lo que se les moviliza con  estas interrogantes, realmente no tienen respuestas, no saben el porqué  que tanto preocupa a su hijo. Ayudarlo a pensar que muy probablemente  situaciones de vida desfavorables hicieron que esos padres tomaran la  determinación de no criarlo puede ayudar ya que es una respuesta que  probablemente se acerque mucho a la verdad y elimina la necesidad de  imaginar otro tipo de motivos que pueden volverse contra el desarrollo del niño.
En la etapa escolar temprana, con el aumento de interés y comprensión del tema puede producirse un aumento de la ansiedad y preocupación por la estabilidad de su permanencia en ese hogar , con estos padres. ¿No se repetirá el abandono? Una vez más, la calidad de las relación con los padres y el afecto continente de estos calmarán con hechos y palabras la preocupación.
En la adolescencia pueden comenzar a interesarse por otras características de los padres biológicos, por saber qué tipo de personas eran, si eran sanos, si eran honestos. Como ya vimos puede haber un empuje de curiosidad por conocerlos, que es importante no malinterpretar.
Crecer sabiendo que uno es adoptado no necesariamente lleva a problemas, sólo significa más trabajo afectivo. Las familias y los hijos adoptados tienen buenas chances de experimentar el gozo de vivir rodeados de cariño, con las alegrías y tristezas que toda vida depara, si pueden recorrer el camino de la verdadera aceptación.
En la etapa escolar temprana, con el aumento de interés y comprensión del tema puede producirse un aumento de la ansiedad y preocupación por la estabilidad de su permanencia en ese hogar , con estos padres. ¿No se repetirá el abandono? Una vez más, la calidad de las relación con los padres y el afecto continente de estos calmarán con hechos y palabras la preocupación.
En la adolescencia pueden comenzar a interesarse por otras características de los padres biológicos, por saber qué tipo de personas eran, si eran sanos, si eran honestos. Como ya vimos puede haber un empuje de curiosidad por conocerlos, que es importante no malinterpretar.
Crecer sabiendo que uno es adoptado no necesariamente lleva a problemas, sólo significa más trabajo afectivo. Las familias y los hijos adoptados tienen buenas chances de experimentar el gozo de vivir rodeados de cariño, con las alegrías y tristezas que toda vida depara, si pueden recorrer el camino de la verdadera aceptación.
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