La obesidad infantil ha aumentado vertiginosamente en los  últimos diez años, ocasionando la epidemia actual de diabetes tipo 2 en  niños y adolescentes. Por lo tanto, la incertidumbre acerca de que si ha  llegado el momento de someter a todos los niños de manera rutinaria a  exámenes con el fin de determinar si padecen o no de diabetes está  cobrando mucha importancia. 
El examen que comúnmente se practica para diagnosticar la  diabetes es el de la glicemia de ayuno, llamado así pues normalmente se  toma una muestra de sangre en la mañana antes de que el niño haya  consumido algún alimento. La Asociación Americana de Diabetes (The American Diabetes Association)  recomienda que sólo los niños con un alto riesgo de padecer en el  futuro de diabetes tipo 2 deberían ser sometidos a este diagnóstico. No  se recomienda que todos los niños sean sometidos al examen de manera  rutinaria.
 ¿Quiénes presentan un alto riesgo de padecer de diabetes?  Los niños con un alto riesgo son aquellos que son obesos, especialmente  los que presentan antecedentes familiares diabéticos. Otros grupos de  alto riesgo que ameritarían someterse a exámenes comprenden niños que  pertenecen a ciertos grupos étnicos tales como los hispanos y los niños  que padecen de hipertensión o presentan niveles altos de colesterol.
Sugiero  que si tu hijo parece encajar en una de las categorías de alto riesgo  deberías consultar con tu médico para determinar si hay que someterlo a  exámenes para el diagnóstico de diabetes tipo 2. Es importante resaltar  que a muchos niños con sobrepeso se les puede detectar diabetes tipo 2  con una prueba de glicemia de ayuno antes de que empiecen a mostrar  algún signo o síntoma de diabetes. Es primordial realizar el diagnóstico  de diabetes tipo 2 lo antes posible, lo que realmente significa antes  de que se presente algún signo o síntoma. Existen métodos para reducir  los niveles altos de azúcar en la sangre, por lo tanto, mientras más  rápido se puedan bajar estos niveles hasta llegar a los niveles normales  se podrán prevenir por mayor tiempo las complicaciones graves de la  diabetes.
Los niños que presentan un riesgo alto deberían ser  examinados cada dos años a partir de los 10 años de edad o al principio  de la pubertad, si el niño se desarrolla antes de los 10 años.
Debido  a que la diabetes es una enfermedad tan grave que con frecuencia causa  complicaciones tan terribles en los adultos tales como ceguera,  amputación, insuficiencia renal e infartos, cualquier medida que puedan  tomar con el fin de posponer o prevenir esta enfermedad es de suma  importancia. Quisiera enfatizar que la diabetes es más común en los  hispanos que en los blancos y normalmente está asociada a la obesidad.  Es tu responsabilidad hacer todo lo posible para evitar que tu hijo  sufra de sobrepeso en algún momento de su vida. Si ya sufre de  sobrepeso, mientras más rápido tomes las medidas al respecto, mejores  posibilidades tendrás de poder evitar que tu hijo sufra de diabetes o  de, por lo menos, dilatar la aparición de esta enfermedad.
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