Alguna vez has oído a un familiar hablar sobre tus primeros pasos o  la primera palabra que pronunciaste? Para los niños con parálisis  cerebral, los primeros pasos o la pronunciación de la primera palabra no  son tan fáciles. Eso se debe a que la parálisis cerebral es un  trastorno que puede afectar las actividades que los niños hacen todos  los días.
Algunos niños con parálisis cerebral usan sillas de ruedas y otros  caminan con la ayuda de muletas o aparatos ortopédicos. En algunos  casos, un niño podría tener problemas del habla o no ser capaz de  hablar.
La parálisis cerebral es un trastorno que afecta a  miles de bebés y niños cada año. No es contagiosa, lo que significa que  no puedes contraerla de una persona con parálisis cerebral. La palabra cerebral significa que tiene que ver con el cerebro. La palabra parálisis indica una debilidad o problema en la manera en la que una persona mueve o posiciona su cuerpo.
Un niño con parálisis cerebral tiene dificultades para controlar los músculos  del cuerpo. Normalmente, el cerebro le dice al resto del cuerpo  exactamente qué hacer y cuándo hacerlo. Pero como la parálisis cerebral  afecta al cerebro, dependiendo de la parte del cerebro afectada, el niño  podría no poder caminar, hablar, comer o jugar de la manera que lo hace  la mayoría de los niños.
Tipos de parálisis cerebral
Existen tres tipos de parálisis cerebral: espástica, atetoide y atáxica.  El tipo más común de parálisis cerebral es la parálisis cerebral  espástica. Un niño con parálisis cerebral espástica no puede relajar los  músculos o podría tener músculos rígidos.
La parálisis cerebral atetoide afecta la capacidad del niño para  controlar sus músculos. Esto significa que los brazos o piernas  afectados por la parálisis cerebral atetoide podrían agitarse y moverse  repentinamente. Un niño con parálisis cerebral atáxica tiene problemas  de equilibrio y coordinación.
Un niño puede tener un caso leve o más grave de parálisis cerebral -  realmente depende de la extensión del cerebro afectada y las partes del  cuerpo que esa parte del cerebro controla. Si ambos brazos y piernas  están afectados, el niño podría necesitar una silla de ruedas. Si sólo  las piernas están afectadas, el niño podría caminar de manera insegura o  necesitar aparatos ortopédicos o muletas. Si la parte del cerebro que  controla el lenguaje está afectada, el niño con parálisis cerebral  podría tener dificultad para hablar con claridad. Otro niño con  parálisis cerebral quizás no pueda hablar.
Nadie sabe con seguridad cual es la causa de la mayoría de los casos  de parálisis cerebral. Para algunos bebés, las lesiones al cerebro  durante el embarazo o inmediatamente después del nacimiento podrían ser  la causa de la parálisis cerebral. Los niños con mayor riesgo de  desarrollar parálisis cerebral son los bebés pequeños y prematuros  (bebés que nacen muchas semanas antes de la fecha en la que debían  nacer) y los bebés que necesitan un ventilador (un aparato que les ayuda  a respirar) durante varias semanas o un lapso de tiempo más prolongado.  Pero para la mayoría de los niños, el problema en el cerebro ocurre  antes del nacimiento y los médicos no saben por qué.
¿Qué hacen los médicos?
Los médicos que se especializan en el tratamiento de niños con  problemas cerebrales, nerviosos o musculares generalmente son los que  diagnostican la parálisis cerebral. Estos especialistas podrían incluir a  un neurólogo pediátrico, un médico que trata trastornos del sistema nervioso y cerebrales en niños.
Otros tres tipos de médicos que pueden ayudar a los niños con parálisis cerebral incluyen al ortopeda  (traumatólogo) pediátrico, que se ocupa de trastornos de los huesos o  articulaciones, un pediatra especialista en desarrollo, que observa el  crecimiento o desarrollo del niño comparándolo con el de otros niños de  la misma edad, y un fisiatra pediátrico, que ayuda a tratar a niños con  diversos tipos de discapacidades.
No hay una prueba especial para determinar si un niño tiene parálisis  cerebral. Los médicos podrían requerir radiografías y pruebas de sangre  para determinar si algún otro trastorno del cerebro y sistema nervioso  podrían estar causando el problema. Para diagnosticar la parálisis  cerebral, los médicos generalmente observan el desarrollo de un niño.
A menudo, la parálisis cerebral puede ser diagnosticada antes de que  el niño cumpla los 18 meses. Por ejemplo, si el niño no se sienta o  camina dentro del plazo en el que la mayoría de los niños puede hacerlo,  el niño podría tener parálisis cerebral o algún otro trastorno que está  demorando su desarrollo. Los médicos siguen de cerca el desarrollo del  bebé y del niño para descubrir problemas de tono y fuerza muscular,  movimientos y reflejos.
¿Cómo se trata la parálisis cerebral?
Para un niño con parálisis cerebral, el problema en el cerebro no  empeorará a medida que crece. Por ejemplo, un niño con parálisis  cerebral que afecta sólo las piernas no desarrollará parálisis cerebral  en los brazos o trastornos del lenguaje más adelante. Sin embargo, el  efecto de la parálisis cerebral en los brazos o piernas puede empeorar, y  algunos niños podrían desarrollar dislocación de la cadera (cuando los  huesos que se juntan en la cadera zafan de su posición normal) o escoliosis (curvatura de la columna vertebral).
Por eso la terapia es tan importante para un niño con parálisis  cerebral. Los niños con parálisis cerebral generalmente necesitan  fisioterapia, terapia ocupacional o del habla para ayudarles a  desarrollar habilidades como caminar, sentarse, tragar y usar las manos.  También hay medicamentos para tratar las convulsiones que tienen  algunos niños con parálisis cerebral. Algunos medicamentos pueden ayudar  a relajar los músculos con parálisis cerebral espástica. Y algunos  niños con parálisis cerebral podrían requerir cirugía especial para  enderezar los brazos o las piernas y hacerlos más flexibles.
Cómo vivir con parálisis cerebral
Generalmente, la parálisis cerebral no impide que los niños vayan a  la escuela, tengan amigos o hagan las cosas que disfrutan. Pero es  posible que tengan que hacer estas cosas de manera algo diferente o  podrían necesitar ayuda para hacerlas. Con computadoras para ayudarles a  comunicarse y sillas de ruedas para ayudarles a movilizarse, los niños  con parálisis cerebral a menudo pueden hacer muchas de las cosas que  hacen los niños sin el trastorno.
Los niños con parálisis cerebral son como los otros niños. La  diferencia es que se enfrentan con desafíos que les dificultan las  tareas de todos los días. Lo que más quieren es sentirse parte del grupo  y ser aceptados. Si conoces a alguien con parálisis cerebral, sé  paciente. Si no puedes comprender lo que dice una persona con parálisis  cerebral o si esa persona demora más en hacer las cosas, dale más tiempo  para que hable o se mueva. Ser comprensivo es parte de ser buen amigo, y  un niño con parálisis cerebral sabrá apreciarlo verdaderamente.
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