Comprendo que todos pasamos por la etapa de adolescente, cuando dejamos de ser niños para convertirnos en adultos. El cambio es a nivel físico, las hormonas se revolucionan, emocional mente,  se pasa de un estado de ansiedad a otro de alegría en breve espacio de  tiempo. El carácter cambia...de acuerdo, es comprensible Se le da más importancia al plano de la amistad, al enamoramiento, que al familiar. Lo que no comprendo es a los adolescentes de hoy en día. Si están viviendo en casa, las normas las han de poner los padres. Si se trata de una familia que no sea mono parental...el padre suele ser más respetado por el adolescente. Si sólo viven el/la chica con la madre...tarea ardua.  Las contestaciones en cualquiera de los casos, la mayoría de las veces  son de forma casi violenta...no se les puede levantar la voz ya que  contestan"tengo 16 años y te puedo denunciar por malos tratos". Si les  imponen un horario..."a esa hora no estoy en casa, a las 12 de la noche  es cuando estamos pensando en salir y dónde ir". "Como me hartes me voy  de la casa"...eso en los mejores de los casos; hay adolescentes que ya  están consumiendo sustancias, ó chicas que sin contar con sus padres han  pasado por un quirófano para abortar. Mi hija ya sobrepasó esa edad, no  tuve ninguno de esos problemas con ella, pero es que prediqué con el  ejemplo. Como hacen muchas madres que tienen que despeñar  el rol de padre y madre. Yo pude y puedo aún hoy hablar con el padre de  mi hija aunque estemos separados. Pero...¿y las madres que no tienen mi  opción?...algunas porque los maridos trabajan fuera del domicilio a km  de distancia...claro, al llegar a casa es cuando hay que hablar de  todo. Es cuando la madre es escuchada por el/la hija. Nos vamos dando  cuenta de que hemos hecho en la vida lo mejor que supimos y pudimos para  ellos y por ellos, sin esperar nada a cambio...Las normas las hemos  cumplido nosotros en nuestro momento...¿porqué no lo pueden hacer ellos  hoy?. Están en la etapa de pensar y decir: "papá y mamá no saben nada de  nada, si yo hablara....", ya llegará la etapa en que piensen y digan:  ¡"cuánta razón tenían mis padres cuando me hablaban". Tal vez para  alguno de ellos ya sea tarde...habrán cruzado por el camino equivocado,  cayendo en drogas, hurtos...ó incluso  han perdido su vida por culpa de un botellón. Ser padre y madre es lo  más difícil a lo que me enfrenté en mi vida...y es una profesión que no  se termina...no se jubila...lo somos hasta nuestra muerte. Creo que es  hora que seamos nosotros ahora los comprendidos.
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