Si la visita al médico es para muchos hombres un asunto  embarazoso, acudir al urólogo es algo considerado como una aventura para  los más valientes, pues por tratarse del área genital, no cualquiera  está dispuesto a la inspección de un especialista. Si ese miedo se  guardara por un momento, muchos problemas de salud se atenderían a  tiempo y con oportunidad de ser curados.
El Urólogo, es el especialista que trata los padecimientos de los  hombres con mucha distancia, quienes por su condición machista,  inconscientemente dejan pasar tiempo valioso antes de recibir atención  del médico y resolver problemas que pueden tener consecuencias graves.
Por fortuna, hoy en día la juventud tiene más conciencia de atenderse  oportunamente y acude a recibir ayuda cuando es más fácil emprender  acciones que puedan controlar o erradicar problemas tales como cáncer,  infecciones en las vías urinarias, problemas de pareja por disfunción  eréctil, cálculos en las vías urinarias, enfermedades  infectocontagiosas, incontinencia urinaria, entre otras.
En la actualidad, los padecimientos de disfunción eréctil,  tumores de testículos y las infecciones en las vías urinarias son  destacados en la población joven entre los 20 y 30 años de edad, a  diferencia de otros tiempos, en que el mal era detectado cuando había  muy poco que hacer para remediarlo. Es por ello que es fundamental saber  cuáles son los procedimientos más recurrentes que atiende el urólogo,  primer paso para hacer conciencia y acudir a una revisión que puede  evitar muchos sinsabores.
PRÓSTATA.
Estadísticas al respecto señalan que el cáncer de próstata es el segundo en frecuencia entre hombres mayores de 40 años. Cerca de edad pueden presentarse problemas al momento de orinar (dificultad y dolor para hacerlo), sensación de que se ha concluido y el deseo impetuoso de ir al baño nuevamente después de unos minutos, así como la falta de control de los esfínteres para contener dichos requerimientos.
Es recomendable que los hombres se practiquen examen de  próstata a partir de los 40 años, y a partir de edad anualmente, pues  cuando se establece un diagnóstico oportuno, el tratamiento para alguna  infección es efectivo hasta en el 90% de los casos. La revisión  que realiza el urólogo se basa en examen rectal, en el que se palpa el  tamaño de la próstata introduciendo un dedo por el ano, con el que se  puede verificar si existen estructuras anormales o inflamación.
INFECCIONES URINARIAS.
Síntomas como urgencia para orinar y hacerlo con frecuencia, así como dolor y ardor al hacerlo, son frecuentes en quienes sufren infecciones en las vías urinarias. Su origen se ubica en las bacterias que llegan al sistema, siendo la más frecuente la Escherichia Coli, habitante normal del intestino.
Síntomas como urgencia para orinar y hacerlo con frecuencia, así como dolor y ardor al hacerlo, son frecuentes en quienes sufren infecciones en las vías urinarias. Su origen se ubica en las bacterias que llegan al sistema, siendo la más frecuente la Escherichia Coli, habitante normal del intestino.
El problema aumenta cuando la bacteria se dirige a través de dichas vías a los riñones,  que también se pueden infectar. Así que, además de los síntomas  mencionados, se deben tomar en cuenta el color de la orina, que puede  tener un tinte turbio por la presencia de pues o ser más oscura por la  presencia de sangre.
Otros factores que influyen para que haya una infección, son  los cálculos renales, la retención de orina, las anormalidades  anatómicas del tracto urinario, así como enfermedades de transmisión  sexual (gonorrea, sífilis y otras). El diagnóstico se realiza mediante historia clínica completa y examen de orina.
DEL ÓRGANO REPRODUCTOR.
Los padecimientos que aluden al pene son también responsabilidad del urólogo, siendo los más importantes:
Los padecimientos que aluden al pene son también responsabilidad del urólogo, siendo los más importantes:
La Disfunción Eréctil: llamada antiguamente  impotencia, este padecimiento se caracteriza por la incapacidad  recurrente para tener una erección lo suficientemente rígida que permita  establecer una relación sexual plena (es común que no se pueda realizar  la penetración. Este funcionamiento anormal del órgano viril puede  tener origen anatómico.
Es frecuente que se asocie a enfermedades como diabetes e hipertensión arterial, problemas  de circulación y del corazón, así como anomalías congénitas en los  vasos sanguíneos del pene, o como respuesta al aumento de los niveles de  colesterol (principalmente en personas obesas).
Cuando las enfermedades son descartadas, se remite al paciente a  tratamiento psicológico, pues el padecimiento puede deberse a trastornos  neurológicos, consumo excesivo de tabaco, alcohol o drogas.
En un porcentaje alto de casos, el urólogo prescribe testosterona, (hormona responsable de la producción de espermatozoides, rasgos viriles y potencia eréctil), debido a la baja presencia de esta en el organismo del paciente, así  como medicamentos que promueven la sangre que se dirige hacia el pene  para que se mantenga en esta zona, el tiempo suficiente para culminar el  acto sexual.
La Eyaculación Precoz: Ocho de cada diez  hombres en todo el mundo sufren de este problemas, que se entiende como  la falta de control del hombre sobre su estado de excitación sexual, que  acelera involuntariamente el momento de la cumbre, es decir, la  eyaculación.
Las causas principales de esta anomalía se asocian con  nerviosismo o ansiedad, presentes desde los primeros momentos en que el  hombre manifiesta su sexualidad. No obstante, los especialistas  han localizado causas físicas u orgánicas, siendo la más importante la  que se ubica en el mismo pene, pues la cabeza o glande se torna  excesivamente sensible al contacto por causa de la excitación sexual.
En la gran mayoría de casos, la terapia psicológica y el aprendizaje de técnicas de control resuelven el problema del paciente.
La Infertilidad: Cuando el origen de la  imposibilidad de procrear se encuentra en los órganos sexuales  masculinos y femeninos, es función de urólogo encontrar la causa.
Si hablamos de los hombres, puede decirse que entre el 70 y  90% de los casos tienen que ver con reducida capacidad de producción de  espermatozoides, lo que puede originarse por alguna anomalía en  los testículos debido a la presencia de pequeñas várices (afección  conocida como varicocele). Este problema se localiza casi siempre en el  testículo izquierdo, y puede remediarse mediante cirugía correctiva que  logra recuperar la fertilidad en un 80% de los casos.
Otra causa, es que uno de los testículos (o ambos) no hayan crecido  de manera normal, o cuando uno de ellos no se deposita en el escroto  (bolsa de piel que los acoge), padecimiento reconocido como  criptorquidia. Si esta alteración no  se corrige por sí sola antes de 3  años de vida, requerirá una sencilla cirugía.
Cáncer: Después del cáncer de próstata, el  que más afecta a los hombres es que se relaciona con los testículos. La  forma natural de éstos es ovoidal y son lisos al tacto, de manera que si  usted observa alteraciones como crecimiento anormal o aumento de peso  en uno de ellos, así como la presencia de pequeñas protuberancias del  tamaño de una semilla de consistencia dura, acuda cuanto antes al  urólogo.
Por lo regular, el cáncer afecta a sólo uno de los testículos y es  altamente curables (cuando se diagnostica a tiempo) mediante cirugía,  radioterapia o quimioterapia. Sin embargo, cuando este mal a cobrado  cierto avance, se manifiesta mediante la acumulación de líquidos  anormales o de sangre en la bolsa de piel que cubre los testículos. Es  importante saber que en ninguno de los casos mencionados se presenta  dolor, por que el cáncer puede ser detectado tardíamente
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