Nuestros peques nacen con una capacidad que muchas veces los padres no sabemos detectar a tiempo: la creatividad. Esta es un potencial de un valor incalculable,  solo bastará poner a nuestros niños ante algunas situaciones  determinadas y podremos observar cómo reaccionan de manera autónoma y  original.
Cada día que pasa nuestro pequeño hijo vive la aventura del desarrollo,  esta aventura además de brindarle mucha satisfacción a través de las  nuevas experiencias, será para nosotros como padres un desafío de  confianza hacia nuestro niño.
Ante situaciones desconocidas los adultos  reaccionamos de dos maneras: seguros o temerosos; en cambio los peques  no conocen la segunda opción, al menos durante este proceso de  desarrollo creativo. Por eso se expone tantas veces a ciertos riesgos,  ya que enfrenta el mundo sin temores y con total osadía.
Como adultos nuestro rol es cuidarlos sin cercenar su confianza y su autoestima;  de este modo estaremos criando peques absolutamente receptivos,  ingeniosos y confiados; capaces de enfrentar, incluso con el paso de los  años, todos los desafíos que la vida les ponga por delante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario