La situación de los niños con capacidades diferentes
Se estima que aproximadamente 150 millones de niños en todo 
el mundo viven con una discapacidad y que el 80% de ellos se encuentra 
en países en vías de desarrollo. En la mayoría de los casos, estos niños
 no reciben el tratamiento que necesitan y muchos son discriminados.
Definición
“Las personas con discapacidad incluyen a aquellas que tengan 
deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo 
plazo que, al interactuar con diversas barreras, éstas puedan impedir su
 participación plena y efectiva en la sociedad y en igualdad de 
condiciones con las demás.”
La Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), adoptada en 1989, es
 el primer tratado internacional que incluye una referencia específica a
 la discapacidad; el Artículo 2 se refiere a la no discriminación de los
 niños con discapacidad. Del mismo modo, existe otro artículo, el 
Artículo 23, consagrado por completo a este mismo asunto:
“Los Estados Partes reconocen que el niño mental o físicamente 
impedido deberá disfrutar de una vida plena y decente en condiciones que
 aseguren su dignidad, le permitan llegar a valerse por sí mismo y 
faciliten la participación activa del menor en la comunidad.” (art. 23 
CDN)
Causas
Existen numerosas causas que pueden provocar una discapacidad. 
Desafortunadamente, la mayoría de estos casos se podrían haber evitado 
mediante la adecuada prevención y el acceso al tratamiento necesario. 
Las principales causas de discapacidad son las siguientes:
- Problemas genéticos;
 - Enfermedades (el polio, por ejemplo);
 - Desnutrición;
 - Guerras (especialmente debido a minas antipersona);
 - Descuido en la higiene;
 - Pobreza (acompañada a menudo por el resto de causas mencionadas).
 
Consecuencias
Marginación y exclusión social
Además, la discapacidad impresiona a la gente. En la conciencia 
colectiva existe con frecuencia la creencia de que las personas con 
discapacidad sufren una maldición o castigo provocado por los pecados 
que sus ancestros cometieron en el pasado. En muchas regiones de todo el
 mundo, los niños que sufren una discapacidad son aislados, rechazados y
 se consideran intocables.
Sobre todo, se trata de un hecho evidente en los países en vías de 
desarrollo, donde la mayoría de los niños con discapacidad son 
analfabetos y viven totalmente aislados del resto de la sociedad. En 
muchos casos, estos menores se ven obligados a mendigar para poder 
sobrevivir y viven en la calle en situaciones de extrema pobreza.
Violencia
Los niños con discapacidad corren un riesgo cada vez mayor de 
convertirse en víctimas de la violencia debido a su incapacidad para 
defenderse. Por tanto, la violencia física, psicológica y emocional pasa
 a ser una triste realidad que los menores con discapacidad sufren en el
 entorno familiar, institucional y social.
Desgraciadamente, en algunos países una minusvalía física o psíquica 
puede suponer una razón para el infanticidio, debido a la carga social y
 financiera que estos niños con discapacidad pudieran significar para su
 familia.
La discapacidad como causa de discriminación
Existen numerosos casos de discriminación causados por una 
discapacidad: en esferas como la educación, el alojamiento, el 
transporte y la vida cultural, la mayoría de los lugares y servicios son
 en buena parte inaccesibles para las personas que sufren algún tipo de 
discapacidad. Estos obstáculos son numerosos y pueden ser de tipo físico
 (edificios a los que las personas con silla de ruedas no pueden 
acceder); institucional (falta de personal cualificado, como por ejemplo
 los intérpretes de lengua de signos); o incluso obstáculos que 
simplemente radican en la intolerancia.
Incluso en países desarrollados podemos observar cierta 
discriminación hacia los niños con discapacidad: a menudo los separan 
del resto de niños, las instituciones especializadas los alejan de la 
familia, los sitúan en clases especiales, etc. De este modo, resulta 
imposible para estos niños integrarse en la sociedad y encontrar 
posteriormente un empleo.
Derechos de los niños con discapacidad
Los niños con discapacidad son iguales al resto de niños. De acuerdo 
con la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), los menores con 
discapacidad poseen los mismos derechos que cualquier otro niño.
Además del derecho a la no discriminación previamente mencionado, es 
necesario destacar que los niños con discapacidad deben disfrutar no 
sólo de los derechos garantizados por la Convención, sino también de los
 derechos que se mencionan a continuación.
Derecho a un tratamiento adecuado
El segundo párrafo del Artículo 23 de la CDN, dedicado a los niños 
con discapacidad, garantiza su derecho a obtener una asistencia especial
 y a solicitar la concesión de una subvención del gobierno que se ajuste
 en función del país del niño y de la situación financiera de sus padres
 o tutor.
Resulta obvio que los niños con discapacidad tengan derecho a un 
tratamiento especial pero, en la práctica, la mayoría de ellos son 
privados incluso de un tratamiento médico adecuado. Sus posibilidades de
 recuperación, o de vivir al menos con un sufrimiento menor, se reducen 
por lo tanto a cero.
Derecho a la educación
Derecho al ocio
En ocasiones, las personas que rodean a los niños con discapacidad 
están tan involucradas en su asistencia que olvidan que éstos, antes que
 nada, son niños; niños que necesitan divertirse, jugar, expresarse de 
forma artística, practicar deportes, etc. Asimismo, el derecho al ocio 
es un derecho contenido en la Convención sobre los Derechos del Niño 
(Artículo 31), y que indudablemente atañe de igual forma a los niños con
 capacidades diferentes.
Derecho a la opinión
Se trata de una de las necesidades fundamentales de un niño con 
discapacidad, aunque desafortunadamente, también es una de las más 
ignoradas. De acuerdo con el Artículo 12 de la CDN, los niños 
minusválidos, al igual que el resto de niños, tienen derecho a expresar 
su opinión sobre cualquier medida que les afecte.
El derecho a la opinión se extiende del mismo modo a todos los 
ámbitos de la vida social, en la que el niño debería contar con la 
oportunidad de expresar su opinión, ser consultado e informado y tener 
la oportunidad de participar. Sin embargo, se considera a menudo que, 
debido a sus discapacidades, estos niños no son capaces de expresar una 
idea de forma coherente, por lo que se toman las decisiones sin escuchar
 su opinión.
Producto de su vulnerabilidad, los niños que sufren alguna 
discapacidad son particularmente susceptibles a la hora de expresar su 
opinión, ya que en algunas ocasiones la comunicación con ellos conlleva 
numerosos obstáculos (dificultades en la comunicación, pensamiento 
lento, falta de comprensión). Por lo tanto, se debería considerar a los 
niños minusválidos como parte integral de la toma de decisiones en los 
asuntos que les afecten. De este modo, la erradicación de los obstáculos
 que dificultan su camino hacia la integración social debería ser 
inmediata.
Un largo camino por recorrer
A nivel mundial, existe un largo camino por recorrer en lo que a los 
derechos de los niños con discapacidad se refiere. El cambio del término
 ‘niños con discapacidad’ por ‘niños con capacidades diferentes’ ha 
supuesto un avance en este aspecto.
De hecho, es indispensable un cambio de mentalidad para garantizar 
los derechos de los niños con capacidades diferentes. Además, las 
autoridades de todo el mundo deberían llevar a cabo las reformas 
necesarias para crear una estructura jurídica e institucional que 
asegure la protección de los niños con capacidades diferentes, de forma 
que estos puedan abandonar los tétricos lugares en los que se encuentran
 y, consecuentemente, disfrutar de condiciones de vida adecuadas y de 
las oportunidades que merecen.
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