martes, 16 de julio de 2013

SER NIÑO

               Poema   de mi nieta  Luciana.
Ser niña es una  etapa   preciosa
disfrutala  besos.
                abrasos. Luciana freyre valera.

martes, 9 de julio de 2013

EL AMOR EN LOS PEQUES


EL AMOR  EN  LOS  NIÑOS

Tengo este post pendiente desde hace tiempo. Un amigo de la casa, os dejo que imaginéis quién puede ser) me contó que su hija de menos de diez años había querido invitar a un amiguito a comer a su  Casa. Algo blanquísimo por supuesto, pero a este padre le removió sensaciones extraños, probablemente porque le sirvió de tráiler inocente para lo que se le vendría después.
Sabemos que nuestros hijos pequeños se convertirán en preadolescentes antes de que nos demos cuenta (y probablemente antes de lo que nos gustaría), que comenzarán a darse cuenta de que ese niño o esa niña les gusta de una manera diferente. Mi amigo me corroboraba lo que ya sabía por otros padres recientes y veteranos: que con pocas excepciones para ellos es más difícil de llevar que sus princesitas muestren interés por iniciarse en las relaciones sentimentales 
 que para nosotras. Con sus hijos varones no suelen tener tantos conflictos. Es un tema complejo y muy personal. También para algunas madres es difícil ver a sus hijos iniciarse, pero por regla general lo afrontamos de otra manera y sin una diferencia tan marcada entre hijos e hijas.
Por eso me han gustado los seis consejos  pedagógicos   me han hecho llegar “para ayudar a los hijos en este proceso y para conseguir que sus primeros enamoramientos no afecten negativamente la relación padres-hijos” elaborado por su equipo de pedagogos y psicólogos.
1. No negar la realidad: el enamoramiento es posible en la adolescencia
2. Conocer y aceptar con generosidad a los amigos y novios de nuestros hijos
3. Estar al lado de nuestros hijos ante un fracaso sentimental
4. No forzar ninguna pareja estable ni convertirnos en suegros prematuros
5. Transmitir a nuestros hijos que la pareja es amar sin someter ni ser sometido
6. Evitar obsesionarnos con el miedo a las primeras relaciones sexuales
Y, por último, una reflexión que ya hice hace tiempo en este mismo blog (no os perdáis el vídeo):
Desde el primer día que tuve a mi hijo en brazos me di cuenta de la prisa que tienen muchos por verle crecer a toda velocidad.
Están deseando que el bebé sea un niño. Y que el niño sea un adulto para las cosas que a ellos les interesan.
No pueden esperar a que sostenga la cabeza, gatee, coma sólidos, ande, hable, lea…
Y no hay mejor noticia que haga cualquiera de estas cosas antes que la media.
Incluso en el embarazo te dicen “estarás deseando ya que nazca y verle la cara.”
¿Para qué tanta prisa? Dejadnos disfrutar de cada etapa, que no volverá.
Tal vez luego nos arrepintamos de haber querido correr tanto.

LOS PEQUES Y EL AMOR

¿Se enamoran los niños?

Aunque parezca mentira los niños experimentan grandes historias de amor desde bien pequeñitos...

Dos niñosAunque parezca mentira los niños experimentan grandes historias de amor desde bien pequeñitos. Primero se enamorarán de sus propios progenitores, etapa en la que suele ser habitual que el pequeño regale flores a mamá o la obsequie con sendos besos en los labios (como hace papá), e incluso que haga declaraciones como: "cuando sea grande... me casaré contigo". Todos los niños pasan por esta etapa, incluso sienten celos de papá (en el caso de los niños) o de mamá (si hablamos de niñas), que ahora se ha convertido en su rival, es lo que se conoce como complejo de Edipo o de Electra, según el sexo, y que es perfectamente normal e incluso beneficioso pues corresponde a una maduración psicológica y afectiva del niño. Es bueno que el niño exprese oralmente estos amores (aunque no imprescindible, pues hay múltiples formas de expresión), y que sea escuchado con respeto aunque explicándole, claro está, que eso no va a poder ser... Con el paso del tiempo el niño se irá desenamorando de mamá y papá pasará de ser su rival a ser su mejor modelo.
Con la incorporación del niño al colegio, y por tanto, con la ampliación de su circulo social, el niño puede sentirse "atraído" por alguna compañera de clase o de juegos, ahora se sentirá muy mayor, ya tiene novia... Pero cuidado, por muy gracioso que nos pueda parecer que nuestro hijo/a de cuatro años nos diga: "¡mamá, tengo novia!" no deberemos reírnos, es importante que sepamos escuchar sus sentimientos, ellos realmente se sienten importantes, se sienten mayores y se dan la mano, se esperan, se defienden el uno al otro, y hasta se dan besitos "¡como en las películas!" según sus propias palabras.
Más adelante, en torno a los diez-doce años la cosa se complica un poquito más, en general es una época dífícil para nuestros hijos pues corresponde a la etapa de la preadolescencia, una edad en la que el niño es muy variable, imprevisible y con frecuentes cambios de humor, por eso nuestro hijo ahora más que nunca necesita de nuestro cariño y comprensión. Respecto al amor, ahora ya no tienen "novia" como cuando eran pequeños, pero sí les gusta alguna chica/o, pero ahora ya no lo dicen abiertamente como antes, tienen miedo a que la niña o niño que les gusta los rechace o que se enteren el resto de compañeros y pase a convertirse en objeto de burlas. Ahora ya tienen muy desarrollado el sentido del ridículo y las decepciones en el terreno amoroso pueden llegar a ser un verdadero problema para ellos.
Habitualmente las niñas son más abiertas que los niños para confiar a su madre sus sentimientos, cuando acudan a nosotras deberemos tratarles como a auténticos adultos, en ningún momento debemos mofarnos o restar importancia a los hechos, de lo contrario corremos el riesgo de que nuestros hijos no vuelvan a confiarnos sus sentimientos, se sientan incomprendidos y se alejen de nosotras. Hay que recordar que en esta edad los hijos ya se sienten autónomos e intentan alejarse de su entorno familiar, aunque por otra parte buscan refugio en él ante cualquier contrariedad o fracaso que encuentren en su vida cotidiana.