lunes, 31 de mayo de 2010

NIÑOS QUE NO QUIEREN COMER

La pérdida de apetito en un niño pequeño se vive, muchas veces, como una amenaza para su salud. Cuando un niño está enfermo, es normal que pierda las ganas de comer, sin embargo nos referiremos aquí a la situación en la que la inapetencia es el problema principal, en un niño, por lo demás, sano.
¿Por qué no come un niño?
El acto de comer es una conducta que pretende cubrir tanto necesidades nutricionales como afectivas. Cuando un niño deja de comer, puede estar reflejando algunas dificultades de adaptación en su vida cotidiana. Un niño pequeño no sabe convencernos con sus palabras cuando quiere conseguir algo importante, como lo es para él, nuestra atención. Un buen “argumento” para captar nuestro interés puede ser, simplemente, no comer. Entre los 2 y los 6 años la mayor parte de los niños pasan por más de un episodio de inapetencia que se resuelven de forma espontánea sin originar ningún problema (salvo a sus padres).
Cuando esta situación se plantea, los padres se enfrentan a algunos miedos muy arraigados culturalmente, especialmente si es el primer hijo: “Si no come todo el plato, no se alimenta bien”, “no come todo lo que debe”, ”si no come, se morirá”, “si no fuera por mi insistencia, ya estaría enfermo por no comer”...
Un niño sano al que se le ofrece regularmente una comida adecuada, no se alimenta mal, aunque tome muy poca cantidad e incluso algún día casi no coma nada. Se le debe ofrecer una dieta variada y completa, y según las edades, las raciones serán de mayor o menor tamaño.
¿Cómo podemos valorar si la alimentación es adecuada? Por ejemplo, apuntando lo que come durante una semana; con este registro se puede estimar muy bien la diversidad de la dieta. El mismo sistema se puede emplear cuando queramos ampliar la variedad de su dieta.
Si no come, no sirve de mucho insistir o castigarle, es mejor emplear una actitud más neutra, quitándole importancia al hecho de no comer. De la misma forma, tampoco se le debe premiar el que coma, pues le haríamos entender que cuando come nos hace un favor y estamos favoreciendo la manipulación (el niño premiará a sus padres comiendo y los castigará negándose a abrir la boca, si ellos se lo piden).
Con frecuencia, los padres se extrañan de que su hijo coma bien, incluso alimentos que en su casa no prueba, cuando quien le da de comer no es la persona habitual o cuando lo hace en el comedor de la guardería o el colegio. En realidad, este hecho no refleja más que el problema de relación con la comida que se ha establecido en la familia y que es una cuestión de hábitos que se pueden mejorar.
Hay que tener presente que no es raro que un niño que durante los primeros años fue inapetente, con el paso de los años sea un adolescente obeso.
¿Cómo ayudarle a comer mejor?
os niños se sienten mejor si se respetan sus rutinas. Les ayuda a centrarse el comer siempre en los mismos lugares. Si una vez come en la cocina, otra en el salón y al día siguiente en casa de la abuela, se distrae mucho. Para comer es mejor no distraerlo, por eso la televisión no debe ser su compañero habitual en la comida. Si durante ese momento proliferan los juegos, cuentos o disfraces, tenderá a prolongarlo para que dure más la “función”. Nosotros mismos le estaremos apartando del objetivo de ese momento del día, que es comer.
Hay que limitarles el tiempo. Los niños pequeños no suelen tener buenas referencias del tiempo que emplean en hacer algo. Para ayudarles se les puede poner un cronómetro de cocina, de los que se emplean para controlar el tiempo de cocción de los alimentos. Un niño come “sin agobios” en 30 minutos, si se le marca ese tiempo en el reloj de cocina, cuenta con un modo de guiarse. Por supuesto que si necesitan un poco de tiempo más, se debe ser flexible, pero han de contar con la referencia de que existe un tiempo límite para lo que hacen.
Cuando le propongamos un menú, no tiene por qué aceptarlo. Pero si no quiere comer, no le debemos ofrecer un plato alternativo. Si el niño tiene una actitud de rechazo hacia el alimento, el que coma no dependerá de que le ofrezcamos muchos platos distintos, los acabará rechazando todos. Le ofreceremos una sola comida y si no quiere, pues no pasa nada. Se queda sin comer y no se le da otro plato distinto, pero sin dramas ni castigos. A un niño sano no le pasa nada si no le insistimos, ni le reñimos por no comer. Nuestro papel es ofrecerles de comer, no conseguir que coma todo lo que se le pone por delante. Si insistimos mucho, le incentivamos a que no coma (busca estar más tiempo con nosotros, aunque se le riña; la comida o mejor dicho el no comer, se convierte en el medio para captar nuestra atención). Para conseguir que tome un alimento nuevo, haremos lo mismo: sólo se lo ofreceremos, sin una mayor insistencia por nuestra parte. Probablemente las primeras veces lo rechace, pero cuando el plato se repite, si no se le ha forzado antes, suele aceptarlo. Démosle tiempo, pero no otro alimento alternativo. Casi todo el mundo tiene alguna comida que le gusta menos, eso se le debe respetar, pero sin afectar a grupos completos de alimentos (que “no quiero ninguna verdura”). Será mucho mas fácil lograr que tenga una dieta equilibrada si el niño está acostumbrado a ver a los adultos de la casa tomar esos mismos alimentos. Si nunca ve a sus padres tomar verduras pensará, de modo más o menos consciente, que deben tener “algo malo”, porque si no, sus padres las comerían.
No forzar es la clave para conseguir que los niños no vayan a la comida como a una batalla, pero para poder ayudarles es necesario también enseñarles a comer. Esto se consigue en gran parte por imitación y evitando que ellos seleccionen las comidas, eligiendo siempre las mismas. (“Hoy hay lentejas, si quieres las tomas y si no... las dejas” :-
¿Cuál es el papel de los medicamentos para aumentar las ganas de comer?
Existen un medicamentos conocidos como antihistamínicos que, entre otros efectos, provocan habitualmente un aumento del apetito en quien los toma. Este efecto es temporal y disminuye con el uso y el paso de los días. Estos fármacos, al mismo tiempo que pueden aumentar transitoriamente el apetito, dan lugar casi siempre a somnolencia. Salvo en casos muy concretos, no es muy recomendable su uso. La solución a largo plazo debe centrarse en la reeducación de la conducta de la familia (cambiar los hábitos del niño, los padres ...y abuelos) ante la comida y la aceptación por los padres de la situación, sin considerarla una enfermedad que requiera de tratamiento con jarabes o pastillas. Simplemente su hijo es un inapetente, pero no un enfermo.
¿Cuándo consultar?
Si tiene dudas sobre el estado físico de su hijo o si aprecia síntomas como diarrea, vómitos o un dolor persistente, en relación con su pérdida de apetito. El pediatra de su hijo será quien le ayude a establecer la mejor forma de resolver la situación.

domingo, 30 de mayo de 2010

NIÑOS CON POCO PESO

Los niños que al nacer pesan menos de 1.000 gramos son más propensos a desarrollar problemas físicos y mentales crónicos que los nacidos con peso normal, según un estudio que publica hoy el "Journal of the American Medical Association".

Maureen Hack, de la Universidad Case Western Reserve en Cleveland (Ohio) y sus colegas llevaron a cabo un examen detallado de salud a los 8 años de edad, de un grupo de niños nacidos con pesos extremadamente bajos entre 1993 y 1995.

Los investigadores determinaron que, después de los ajustes estadísticos por sexo y estatus socio-demográfico, los niños nacidos con menos de un kilo de peso padecían significativamente más enfermedades crónicas que los que nacieron con peso normal.

Se encontraron limitaciones funcionales (64 por ciento para los niños nacidos con bajo peso frente al 20 por ciento en los niños de peso normal al nacer), y necesidades de dependencia compensatorias (48 por ciento frente a 23 por ciento).
Niños con bajo peso son propensos a más enfermedades

Entre los diagnósticos específicos encontrados en los niños nacidos con peso bajo y comparados con los nacidos con peso normal, se cuentan: parálisis cerebral (14 por ciento ante 0 por ciento), asma (21 frente a 9 por ciento), deficiencias de la visión (10 contra 3 por ciento), y coeficiente intelectual por debajo de 85 (38 ante 14 por ciento).

"En EEUU, en 2002 hubo 22.845 nacimientos de criaturas con pesos de 500 a 999 gramos, y aproximadamente el 70 por ciento de ellas sobrevivió", indicaron los autores del artículo.

"Nuestras conclusiones muestran el costo extraordinario del cuidado que se necesitará para cuidar y atender los requerimientos médicos, de educación y otros de esta gran proporción de niños nacidos con bajo peso, y que desarrollarán enfermedades crónicas", añadieron

sábado, 29 de mayo de 2010

NIÑOS CONMALFORMACIONES

Angelina nació y murió en el hospital de Talagante, el pasado 22 de septiembre. No tenía cerebro. Su madre, Carolina Céspedes, de 25 años, lo supo desde el quinto mes de embarazo, cuando una ecografía confirmó la irreversible malformación congénita (anancefalia). También supo que esa dura prueba era el resultado de haber estado expuesta, durante largo tiempo, a los plaguicidas empleados por los agricultores de Isla de Maipo. Carolina enfrentó la situación con valentía, sabiendo que “esto no me está pasando sólo a mí, sino que también a muchas mujeres en todo Chile”.
Ajenos a este drama, los exportadores de frutas están felices. En la última temporada 2003-2004 vendieron más de 210 millones de cajas (2,1 millones de toneladas), lo cual les reportó un ingreso que supera los 1.900 millones de dólares, cifra entre 10 y 11% mayor que la de la temporada anterior. El negocio mejoró con la puesta en vigencia de los tratados de libre comercio con la Unión Europea, EE.UU. y Corea del Sur, según reconoció el presidente del gremio de los productores de fruta (Fedefruta), Luis Schmidt. Entre otros beneficios, bajó el costo de los plaguicidas, cuyo uso en los sectores agrícola y forestal es consustancial al modelo agroexportador. La importación de estas sustancias químicas tóxicas se ha incrementado en 280%, desde 1998. El año pasado, ingresaron al país 21.196 toneladas de plaguicidas, con un costo de 116.506.000 dólares. Muchos de ellos, calificados como altamente peligrosos por la Organización Mundial de la Salud, están prohibidos en otros países.
Lo que no está traducido en cifras es la cantidad de niños que, como Angelina, está naciendo con graves y múltiples malformaciones a consecuencia de la exposición de sus padres o madres a los plaguicidas, generalmente al trabajar como temporeros en cultivos de frutas y hortalizas destinadas a la exportación. Son las cifras del sacrificio humano, que ni al gobierno y menos aún a los empresarios les interesa exhibir. Tampoco existe en los servicios de salud un registro nacional de abortos espontáneos y de enfermedades por intoxicación crónica, atribuibles a la misma causa. La tendencia es negar o poner en duda la vinculación entre plaguicidas y estos problemas que comprometen la salud y la vida, incluso de quienes aún no han venido al mundo. Sin embargo, numerosos estudios demuestran que estos agrotóxicos se acumulan en el organismo y pueden producir alteraciones genéticas, cánceres y afecciones a los sistema nervioso central e inmunológico.
ARTE POLEMICO
Este tema se debatió recientemente en la provincia de Melipilla, Región Metropolitana, a raíz de una polémica exposición del artista plástico Luis Verdejo, que presenta trece fetos malformados, modelados en arcilla y porcelana, de tamaño natural. Algunos no tienen brazos; en otros, una enorme cabeza delata hidrocefalia o una abertura en el cráneo, deja en evidencia la falta de cerebro. Las figuras se exhiben al público en frascos de vidrio, imitando un laboratorio científico: los frascos están instalados sobre envases de madera para fruta de exportación. El mensaje no puede ser más claro e impactante. La instalación, llamada irónicamente “Nueva artesanía chilena”, en alusión a los cacharritos de Pomaire, se completa con una delicada luz azul y música ambiental que contribuyen a crear una atmósfera de recogimiento y respeto por la tragedia que evoca la muestra.
Antes de inaugurar su exposición, Verdejo declaró que le interesa ayudar a que se tome conciencia sobre los problemas que está produciendo el uso de plaguicidas y “promover la idea del aborto terapéutico” como alternativa para aquellas mujeres que darán a luz hijos con malformaciones incompatibles con la vida o sin posibilidad de llevar una vida normal. Esto gatilló una discusión a través de la prensa local y el diario Las Ultimas Noticias. El alcalde de Melipilla, Fernando Pérez (UDI), cuestionó el tema del aborto y la gobernadora Paula Zúñiga Calderón (DC) dejó en claro su disgusto con “provocaciones estéticas que exalten aspectos trágicos de las personas”. Hubo anuncios de acciones legales contra el artista, entre otros, del diputado Nicolás Monckeberg (RN).
En definitiva, la muestra no se pudo exponer en la gobernación, ni en una sala municipal ni en la Plaza de Armas. Se exhibió en la sede del Consejo Ecológico de Melipilla, con el patrocinio del Centro Cultural Pablo Neruda -que dirige el médico Manuel Erazo-, la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina (Rap-AL) y el Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (Olca). Verdejo recibió, además, el apoyo de Carolina Céspedes. En una carta, la joven señaló: “Escribo para dar todo mi respaldo a esta muestra que debe llevar a la reflexión a la comunidad, a las autoridades políticas y a empresarios. Lo hago como una de las tantas mujeres chilenas que han sufrido o sufren los estragos que causan estos compuestos químicos...”. En tres días, la exposición fue visitada por 200 personas, entre ellas alumnos de diferentes colegios acompañados por sus profesores.
Después se trasladó a Pomaire, a la sede de la Junta de Vecinos, con el apoyo del Sindicato de Alfareros, Trabajadores Temporeros y Trabajadores Independientes (Martralipu), y de la Asociación de Alfareros de la localidad.
MIEDO A EMBARAZARSE
Sólo en Pomaire, pueblo de 8.000 habitantes, se han producido al menos cinco casos de niños nacidos con graves malformaciones congénitas en los últimos cinco años. En la provincia de Melipilla hay alrededor de cien casos graves identificados por la comunidad, pero se presume que son más. También se ha producido un aumento de abortos espontáneos. Juan Vargas, presidente de la Junta de Vecinos, trabajó durante siete años en la agrícola Vista Hermosa, aplicando diferentes plaguicidas a los cultivos frutales y de hortalizas. “Sólo me acuerdo del nombre de un plaguicida, Karate (lambdacihalotrina, insecticida), que era uno de los más fuertes”, dice. Se intoxicó dos veces, con vómitos y mareos constantes. En una ocasión, estuvo seis meses fumigando con una mascarilla de género como única protección. “Nunca nos explicaron las consecuencias nefastas que eso nos podía traer”, señala el dirigente vecinal. En esa época quedó embarazada su esposa .“Perdió la guagüita a los dos meses. Y fue mejor, porque quizás cómo habría nacido. Un doctor me dijo que tenía que abstenerme de embarazar a mi mujer por un largo período, hasta que el veneno desapareciera de mi cuerpo. Lamentablemente es mucha la gente que se expone a los plaguicidas, por la escasez de trabajo. Además, el pueblo está en la entrada del valle, en un hoyo, y la contaminación se encajona”. Pomaire está rodeado por cerros plantados casi hasta la cima con limones y paltos de las empresas Frupol y Vista Hermosa. Los dirigentes vecinales están tratando de establecer la cantidad de abortos que ha habido en Pomaire para informar a la comunidad “y para que las autoridades intervengan y hagan entender a los empresarios que aquí hay seres humanos que merecen respeto”, señala Juan Vargas.
EL niño Miguel Medina nació con hidrocefalia. Su madre, Paula Caroca, es temporera de la fruta
En este pueblo alfarero todos conocen a Miguel Medina, de 4 años. El pequeño nació con hidrocefalia, mielomeningocele grave (columna abierta o bífida), con problemas en la vejiga, riñones en herradura y con los ojos anclados al centro (prácticamente no veía), además presenta una paraplejia que no le permite caminar. Miguel se desplaza en silla de ruedas, lo habla todo -aunque le cuesta un poco modular- y ahora va a la escuela. Es un niño afectuoso que vive rodeado de cariño en su modesto hogar.
Su madre, Paula Caroca, comenzó a trabajar en el campo como temporera. Ni ella ni sus compañeras estaban enteradas del daño al que se exponían al entrar en contacto con plaguicidas. Paula tenía 19 años cuando nació Miguel. “A los dos meses supe que probablemente los problemas del niño se deben a los plaguicidas con los que estuve en contacto. En la misma época, unas diez compañeras de Isla de Maipo, Lonquén, Curacaví y San Pedro tuvieron hijos con problemas. Una niña nació con las venas del cráneo afuera, la operaron y vivió dos años. Otro niño nació sin brazos”, señala la joven. Miguel ha tenido trece operaciones. En una próxima operación le soltarán la columna, porque está oprimiendo el pulmón y no puede respirar bien. Tal vez entonces pueda mover sus piernas, con apoyo ortopédico. Lo controlan en cuatro hospitales diferentes de Santiago. Según los médicos, Paula tiene que esperar alrededor de diez años para volver a embarazarse, suponiendo que entonces sus cromosomas habrán vuelto a un estado normal.
Verónica Pinto y Alejandro Barriga, presidente del sindicato Martralipu, tuvieron un primer hijo en 1997. Dos años después nació Camilo, con una cardiopatía congénita y una malformación completa interna (situs inverso). Esto significa que sus órganos interiores estaban ubicados en el lado contrario al que ocupan en todo organismo humano. Vivió diez meses. El niño no tenía capacidad para respirar normalmente y pasó largas temporadas en hospitales, conectado a máquinas. En ese momento, Verónica llevaba cuatro o cinco años trabajando como temporera. “Muchas veces sentimos mareos y náuseas. Una doctora me dijo que todas las mujeres de Pomaire que habíamos tenido problemas con nuestros hijos debíamos someternos a un examen genético, pero eso es muy caro”, señala la joven. Ella tuvo un aborto a comienzos de este año y le dijeron que el embrión evidenciaba malformaciones. “Luego de esa pérdida, tengo un miedo espantoso a embarazarme”, confiesa. Un familiar cercano que trabajó como fumigador también tuvo una hija con múltiples malformaciones. No logró sobrevivir.
Como ella, Marta Sánchez tiene miedo de quedar embarazada. Comenzó a trabajar de temporera a los 14 años y sigue haciéndolo hasta hoy. “Los tractores pasaban fumigando al lado nuestro o sacábamos los limones poco después de haberlos rociado. Varias veces sentí mareos y malestar general”, dice la joven. Hace tres años, cuando tenía 20, nació su hija Catalina Andrea. Tenía cardiopatía congénita, el corazón ubicado al lado derecho y problemas en el pulmón. La operaron para ponerle una válvula y estuvo tres meses en el hospital. Pero después se volvió a enfermar y falleció a los nueve meses. La autopsia también reveló quistes en un ovario. “Los doctores nunca me dijeron que la causa fueron los plaguicidas, pero una doctora me aconsejó que dejara de trabajar en el campo cuatro o cinco años para pensar recién en tener otro hijo. Yo quedé con miedo... Y sigo trabajando en lo mismo, porque es donde más se puede ganar”. Pomaire sólo tiene dos fuentes de trabajo, la artesanía y los de temporada en el campo.
SIN PALADAR
El segundo hijo de Oscar Núñez y Amelia Silvy, de Melipilla, nació en 1990 con una fisura palatina severa, o sea, sin paladar, sin labio inferior, con el oído conectado a la boca y otros problemas en la parte facial superior. El padre había trabajado en el campo varios años como manipulador de plaguicidas. “A veces sentía mareos, decaimiento, tenía vómitos... Entonces pensaba que era por el calor. Cuando tuvimos al niño recién supimos lo dañina que fue esa exposición durante tanto tiempo”. El matrimonio deambuló de hospital en hospital. El niño ha tenido nueve operaciones, la primera a los ocho meses. Ha mejorado, aunque todavía no tiene paladar. Para formárselo hay que esperar que crezca y se desarrolle. Está asistiendo a una escuela en el campo, donde vive de lunes a viernes con la abuela paterna . “Allí está bien -dice Oscar Núñez-. Antes estuvo en un colegio común y corriente, porque en Melipilla no hay escuelas especiales”. Pero no fue una buena experiencia. “Por no tener paladar, no puede modular bien y cuesta entenderle. La profesora de inglés lo eximió de su clase, porque no le entendía... En el campo ha recibido un excelente apoyo del profesor y de sus compañeros, porque allí los niños están acostumbrados a convivir con otros que tienen malformaciones”, señala Amelia.
SOFIA, de 8 años, nació con malformaciones. Su madre trabajaba con plaguicidas
En Pomaire, Rosa Encina se encarga de cuidar a su nieta, Sofía, una niña de 8 años que vino al mundo con lifanxiomas, quistes maxilares no operables que están cercanos a las cuerdas vocales. En dos ocasiones se le han inflamado, produciéndole una hinchazón que le deforma la cara. “A través de un amigo la llevamos al hospital de la Universidad Católica, donde el doctor Sergio Zúñiga dijo que era un daño provocado por plaguicidas. Mi hija estudió para técnica agrícola. La mandaron a hacer la práctica a un predio para echar líquidos en las chacras y árboles frutales, sin protección. Un año después quedó embarazada, y como le quedaban restos de plaguicidas en el cuerpo, eso se lo traspasó a la niña”, señala Rosa.
El único tratamiento para reducir la inflamación es inyectarle una droga en la zona afectada. Se importa desde Japón y cuesta más de 700 mil pesos, algo imposible para una familia de escasos recursos. Sofía tuvo dos ataques al corazón en septiembre, y no se descarta que sea un efecto secundario de la droga.
“RODRIGO AYUDA”
A partir de la experiencia vivida en su familia, Constanza Cerda formó “Rodrigo ayuda”, agrupación de madres, padres y abuelas de niños con malformaciones provocados por los plaguicidas. Tiene alrededor de cien afiliados en la provincia de Melipilla, pero falta integrar a mucha gente de comunas rurales a las que no han podido llegar por falta de medios. Se define como una organización de autoayuda que tomó el nombre de Rodrigo Armijo, nieto de Constanza, que nació con hidrocefalia, sin párpados, con los dedos de sus manos ligados por una membrana, labio fisurado (leporino) y dificultades para respirar. El niño está mentalmente bien. Ha pasado por catorce operaciones que le han ido recomponiendo el rostro y las manos. “Ha pasado mucho tiempo en hospitales de Santiago y lo han atendido bien. En cambio, en el hospital de Melipilla, la atención es mala, no hay especialistas. Decimos que la salud es un derecho, pero no tenemos derecho a nada. Por eso peleamos desde esta agrupación”, explica la abuela.
Su hija no trabajaba en el campo, sino en el supermercado Santa Isabel, de Melipilla. En dos años, tres trabajadoras tuvieron abortos espontáneos y otra dio a luz un bebé con anancefalia. A petición de la doctora Lidia Tellerías, jefa de Genética del Hospital San Juan de Dios, el Servicio de Salud del Ambiente (Sesma) hizo el 2002 una investigación en el local. Descubrieron plaguicidas para desratizar en lugares frecuentados por el personal. Sin embargo, el Sesma aún no ha entregado su informe. “Hicimos una denuncia en Santiago, hablamos con el ministro de Salud -entonces Osvaldo Artaza-, quien dijo que iba a investigar. Pero todo quedó en nada”, dice Constanza Cerda.
La agrupación ha permitido a madres y abuelas apoyarse unas a otras, intercambiar información, comprender mejor lo que ocurre a sus hijos y nietos. Consiguieron que los autobuseros les den un pase escolar que rebaja el costo de los traslados a Santiago. Ahora están empeñadas en conseguir una sede para reuniones y atención de los niños, acceso a atención sicológica y especialistas para el hospital de Melipilla. “Nada es fácil, lo más frecuente es que nos cierren las puertas”, señala Constanza
PATRICIA BRAVO

viernes, 28 de mayo de 2010

PSICOLOGIA DEL NIÑO

Un niño emocionalmente perturbado aprende poco y no rinde demasiado.
Los niños con problemas emocionales tienen con mayor frecuencia y en forma más severa dificultades con la percepción y el aprendizaje.
La madurez para el aprendizaje escolar depende de la maduración de la percepción y de la capacidad para analizar e integrar lo que ha sido percibido.
Los problemas visuales que no se detectan también son un impedimento para el aprendizaje, lo mismo que las dificultades auditivas o el hecho de haber padecido enfermedades graves o prolongadas.
Más que una reeducación, un niño se beneficia más con la orientación psicológica de sus padres y una breve psicoterapia. No significa que la reeducación sea innecesaria sólo que ésta intenta la nivelación con una atención más esmerada y personal sin tener en cuenta las causas de los problemas de aprendizaje.
Los grados de recuperación son recomendables y no significa que el niño permanecerá en un nivel inferior a sus capacidades. Por el contrario, se beneficiará con un contacto más estrecho con la maestra, que tendrá a su cargo menos niños, y podrá nivelarse en poco tiempo si además los factores que lo perturban también mejoran.
Unas pocas entrevistas con los padres disminuirán la presión que éstos suelen ejercer sobre el niño y propiciará una mejor actitud de ese niño en la escuela; y a medida que mejore su estado emocional con relación a su familia y aumente su atención en clase, tenderá a mejorar su rendimiento; porque un niño que se siente querido y apreciado se esfuerza por complacer a sus padres y a sus maestros.
Los niños de zonas carenciales, se desarrollan en un medio donde no se valora lo suficiente el rendimiento escolar y aunque su capacidad sea normal van a mostrar un retraso para aprender, pueden volverse agresivos y tener serios trastornos de conducta.
La motivación adecuada, la buena alimentación y la oportunidad para un crecimiento intelectual sólo podrán concretarse cambiando la situación en que viven; y solamente un programa que integre todos los factores necesarios para un correcto desarrollo puede salvarlos de la postergación y de la exclusión.
Las funciones mentales superiores de un niño rara vez maduran al mismo tiempo, puede tener una maduración normal viso motora pero tener otras actitudes aún inmaduras para su edad que no le permiten prestar atención y aprender.
Cuando un niño presenta una lesión cerebral, esto significa que una parte del tejido nervioso cerebral está destruido. Sin embargo, el cerebro humano tiene una capacidad asombrosa de compensar las disfunciones debidas a lesiones.
Cuando un área del cerebro es dañada, en forma gradual se reorganizan los procesos cerebrales que hacen que otras partes del cerebro asuman las funciones del área afectada, con excepción de algunos centros específicos como la visión, la audición, el lenguaje, etc.
Muchos niños lesionados aprenden a compensar adecuadamente su déficit perceptivo si la lesión no es muy grande, si tiene la capacidad intelectual para aprender a resolver problemas de diferentes formas, si no tienen problemas emocionales derivados de su lesión cerebral o de una situación familiar conflictiva.
Muchos niños lesionados tienen una conducta compulsiva perfeccionista como defensa contra su impulsividad para compensar su déficit en su percepción viso motora, que puede afectar su rendimiento.
Un niño inmaduro para el aprendizaje debido a una lesión cerebral, tiende a madurar de la misma forma que un niño normal, sólo que su desarrollo será más lento; y aún si su percepción esté muy perturbada, tenderá a nivelarse con el tiempo.
El tiempo de maduración dependerá del grado de la lesión, de su edad, de su capacidad intelectual y de su estado emocional y social.
En este sentido, muchos subestiman la creciente capacidad de un niño para superar sus limitaciones neurológicas y se desalientan con el transcurso del tiempo, pero el paso del tiempo también es un elemento que influye en la maduración y nivelación intelectual de estos niños.

jueves, 27 de mayo de 2010

PROGERIA ENFERMEDAD DE LA VEJES

Viendo algunas imagenes en el sitio 20Minutos.es, me encontré con una que me ha dejado soprendido, a la cual le han puesto como encabezado: ‘ Viejo con tan sólo 11 años’.
jesper-sorensen-nino-viejo
Es la fotografía de un niño danés de 11 años, Jesper Sorensen, quien sufre de una rara enfermedad que hace envejecer a los niños a un ritmo de ocho a diez veces más de lo que envejece una persona normal. La razón de la fotografía es porque recibió como regalo una motocicleta para cumplir “su mayor deseo”.
Puesto que no estaba muy enterado de esta terrible enfermedad, busqué algo más de información y esto fue lo que encontre:

La causa principal de la progeria se desconoce, pero es probable que influyan factores hereditarios, la edad de los padres al momento de procrear, o problemas de procreación de parte del padre o la madre.
Ahora bien, muchos de los casos suelen identificarse entre los 6 meses y 2 años de edad, puesto que es normalmente cuando el paciente presenta algunas características de esta enfermedad:
- Ojos relativamente pequeños y saltones.
- Falta de cejas y pestañas.
- Nariz en forma de pico.
- Mentón hundido.
- Cabeza grande y prematuramente calva o cubierta de canas.
- Rostro pequeño comparado con el tamaño del cráneo.
- Baja estatura.
- Cuerpo muy delgado, pero con abdomen abultado.
- Piel fina y regularmente cubierta por lunares y manchas color marrón.
- Pueden faltar uñas en los dedos de manos y/o pies.
- Dentadura incompleta.
Debido a que estos padecimientos suelen presentarse entre los 5 y 7 años, el promedio de vida de los afectados por progeria llega hasta los primeros años de la adolescencia (mayormente a los 14 años), aunque hay algunos que llegan a vivir más tiempo (según algunos casos hasta los 30 años). La causa de muerte generalmente está relacionada con infarto al miocardio o accidente cerebrovascular (bloqueo de la circulación en alguna arteria del cerebro cuando en este conducto se aloja un coágulo) como resultado de arteriosclerosis y aterosclerosis progresivas.
Lamentable y tristemente no hay cura, como muchas de las enfermedades que nos aquejan a la raza humana. Me pareció de muy mal gusto poner algunas fotografias más descriptivas de esta enfermedad, por lo que me limite a poner solo la que les describí al principio.

miércoles, 26 de mayo de 2010

ACETONA EN LOS NIÑOS

DEFINICIÓN

Cuando por un proceso febril un niño no come en más de dos días o bien por tener muchos vómitos puede ser antes, el azúcar de la sangre baja mucho y por ello el cuerpo intenta buscar energía quemando la grasa. Esta grasa quemada de forma incompleta produce un aumento de los cuerpos cetónicos circulantes y en el aliento aparece el olor característico a acetona, tanto en aliento como en la orina.

CAUSAS

La acetona propiamente es un síntoma de enfermedades, principalmente infantiles, que producen fiebre, vómitos y diarrea, como son las infecciones por virus.

SÍNTOMAS

* Olor a acetona en el aliento
* Olor a acetona en la orina
* Decaimiento general
* Aumento de la fiebre
* Provoca más vómitos, lo cual hace un círculo cerrado, ya que estos dan más acetona, que provoca más fiebre y más vómitos.

TRATAMIENTO

Se basa principalmente en dar azúcares al organismo. Se suele dar en pequeños sorbos de agua con azúcar diluida, para evitar los vómitos y conseguir abrir el círculo de acetona/vómitos/fiebre/acetona.
También se puede dar un agua con limón exprimido, muy poca sal y algo de bicarbonato (lo que es un suero casero), con ello a veces se gana una mejor tolerancia y menos vómitos.

martes, 25 de mayo de 2010

DIABETES EN LOS NIÑOS

diabetes

La diabetes de tipo 1 (insulino dependiente) es una de las enfermedades crónicas más frecuentes en la infancia. Ocurre cuando el páncreas no produce suficiente cantidad de insulina para regular los niveles de azúcar en sangre.

Cada vez hay más niños diabéticos en España. La enfermedad tiene un importante factor genético, pero no es el único, es necesario un factor ambiental como puede ser un virus, un tóxico, algo en la comida o una causa que aún no conocemos para que la diabetes se manifieste.

La diabetes puede pasar desapercibida debido a que sus síntomas parecen ser inofensivos, pero detectarla a tiempo es fundamental para realizar un diagnóstico precoz y comenzar cuanto antes un tratamiento que disminuya las complicaciones que se relacionan con la enfermedad.

Es importante que estemos atentos a una serie de síntomas que pueden indicarnos la presencia de diabetes en el niño:

* Orina frecuente: un niño con diabetes necesita orinar con más frecuencia y en volúmenes mayores. Un signo que puede resultar sospechoso es que comience a mojar la cama cuando ya no lo hacía.

* Sed constante: debido a que pierde mucho líquido al orinar, el niño se siente inusualmente sediento.

* Hambre excesiva

* Pérdida de peso inexplicable: a pesar de estar siempre hambriento, el niño no gana peso y a menudo lo pierde.

* Fatiga y debilidad: el niño se siente cansado pues su cuerpo no puede convertir la glucosa en energía

* Irritabilidad: causada por el hambre y la ansiedad que le produce.

* Visión borrosa

* También se puede sospechar de diabetes si aparece una infección fúngica vaginal (candiasis) en una niña prepuberal.

* Náuseas, mal aliento, dolor de estómago frecuente y problemas de respiración pueden ser signos de cetoacidosis diabética.

Si el niño presenta alguno de estos síntomas, aunque la sospecha sea mínima, es necesario consultarlo con el pediatra. Él valorará los síntomas y si lo considera realizará los análisis de glucosa rutinarios para confirmar o descartar la enfermedad.

lunes, 24 de mayo de 2010

PLACENTA PREVIA

Es una complicación del embarazo en la cual la placenta crece en la parte más baja de la matriz (útero) y cubre todo o parte de la abertura hacia el cuello uterino.

La placenta es el órgano que nutre al feto en el útero.
Causas

Durante el embarazo, la placenta se desplaza a medida que el útero se estira y crece. A comienzos de embarazo, es común que se presente una placenta de implantación baja. Pero a medida que el embarazo progresa, el útero que va creciendo debe "halar" la placenta hacia la parte superior. Hacia el tercer trimestre, la placenta debe estar cerca de la parte superior del útero, dejando la abertura del cuello uterino despejada para el parto.

Algunas veces, sin embargo, la placenta permanece en la parte inferior del útero, cubriendo parcial o completamente esta abertura. Esto se denomina placenta previa.

Existen diferentes formas de placenta previa:

* Marginal: la placenta está contra el cuello uterino pero no cubre la abertura
* Parcial: la placenta cubre parte de la abertura cervical
* Completa: la placenta cubre completamente la abertura cervical

La placenta previa ocurre en 1 de cada 200 embarazos y es más común en mujeres que tienen:

* Un útero anormalmente desarrollado
* Muchos embarazos previos
* Embarazos múltiples (gemelos, trillizos, etc.)
* Cicatrización de la pared uterina causada por embarazos anteriores, cesáreas, cirugía uterina o abortos

Las mujeres que fuman o tienen niños a una edad avanzada también pueden tener un mayor riesgo. Las posibles causas de placenta previa abarcan:

* Formación anómala de la placenta
* Útero anormal
* Placenta grande
* Cicatrización en el revestimiento del útero (endometrio)

Síntomas

El síntoma principal de la placenta previa es un sangrado vaginal súbito e indoloro que con frecuencia ocurre cerca del final del segundo trimestre o empezando el tercer trimestre. En algunos casos, se presenta sangrado o hemorragia severa. El sangrado puede detenerse por sí solo, pero puede empezar de nuevo días o semanas después.

Se pueden presentar calambres uterinos con el sangrado. El trabajo de parto algunas veces empieza al cabo de varios días después del sangrado vaginal profuso. Sin embargo, en algunos casos, el sangrado puede no ocurrir hasta después de que comience el trabajo de parto.

Ver: sangrado vaginal durante el embarazo.
Pruebas y exámenes

El médico puede diagnosticar la placenta previa con una ecografía. La mayoría de los casos de placenta previa se identifican por medio de una ecografía durante el embarazo.
Tratamiento

El tratamiento depende de diversos factores:

* Qué tanto sangrado tuvo
* Si el feto está lo suficientemente desarrollado para sobrevivir por fuera del útero
* Qué tanta placenta está cubriendo el cuello uterino
* La posición del feto
* El número de partos previos que haya tenido
* Si está en trabajo de parto

Muchas veces la placenta se desplaza lejos de la abertura cervical antes del parto.

Si la placenta está cerca del cuello uterino o está cubriendo una parte de éste, es posible que necesite reducir actividades y guardar reposo en cama. El médico ordenará descanso de la pelvis, lo cual significa no tener relaciones sexuales ni practicarse duchas ni usar tampones. No se debe colocar nada en la vagina.

Sin embargo, si hay sangrado, muy probablemente la hospitalizarán para realizarle un control cuidadoso.

Si ha perdido mucha sangre, se pueden administrar transfusiones sanguíneas. Asimismo, se pueden suministrar medicamentos para prevenir el parto prematuro y ayudar a que el embarazo continúe por lo menos hasta las 36 semanas. Más allá de este tiempo, el parto del bebé puede ser el mejor tratamiento.

Si su tipo de sangre es Rh negativo, le administrarán inyecciones de inmunoglobulina anti-D.

Los médicos sopesarán cuidadosamente el riesgo de sangrado continuo contra el riesgo de un parto prematuro para el bebé.

Lo más probable es que las mujeres con placenta previa necesiten dar a luz a su bebé por cesárea, lo cual ayuda a reducir la mortalidad de madres y bebés. Se puede llevar a cabo una cesárea de emergencia si la placenta realmente cubre el cuello uterino y si el sangrado es profuso o en extremo potencialmente mortal.
Pronóstico

La placenta previa se diagnostica con mayor frecuencia antes de que se presente el sangrado. El control cuidadoso de la madre y del feto puede prevenir muchos de los peligros considerables.

El mayor riesgo es que el sangrado severo requerirá que el bebé nazca siendo prematuro, antes de que los órganos mayores, como los pulmones, se hayan desarrollado.

La mayoría de las complicaciones se pueden evitar hospitalizando a una madre que esté presentando síntomas y practicando un parto por cesárea.
Posibles complicaciones

Los riesgos para la madre abarcan:

* Muerte
* Sangrado profuso (hemorragia)
* Shock

Existe también un aumento del riesgo de infección, coágulos sanguíneos y transfusiones sanguíneas necesarias.

La prematuridad (bebé de menos de 36 semanas de gestación) causa la mayoría de las muertes de bebés en casos de placenta previa. El bebé puede perder sangre si la placenta se separa de la pared uterina durante el trabajo de parto. El bebé también puede perder sangre cuando se abre el útero durante un parto por cesárea.
Cuándo contactar a un profesional médico

Consulte con el médico si tiene sangrado vaginal en cualquier momento del embarazo. La placenta previa puede ser peligrosa tanto para usted como para el bebé.

domingo, 23 de mayo de 2010

EMBARASO ECTOPICO

¿Qué es un embarazo ectópico?

Se llama así a la implantación del embarazo en un lugar diferente al endometrial (capa interna del útero). Mucha gente lo denomina también extrauterino, que es un término inadecuado, ya que también son embarazos ectópicos los que se implantan al inicio de las trompas de Falopio y en el cuello uterino (embarazo cornual y cervical respectivamente). Los más frecuentes son los de implantación tubárica y ovárica, aunque raramente también puede implantarse un embarazo ectópico en cualquier órgano intra-abdominal. La frecuencia de aparición varía entre 0,3 al 1% del total de embarazos. La evolución natural del embarazo ectópico es la interrupción y complicación con hemorragias internas abdominales.
¿Cuáles son los factores que lo predisponen?

Son varios los factores que predisponen un embarazo ectópico, pero en general los más frecuentes son los procesos que impiden el paso del huevo fecundado a través de la trompa. Estos pueden ser inflamaciones en la misma (salpingitis), malformaciones de la trompa como divertículos o hipoplasia, adherencias consecutivas a cirugías abdominales y procesos inflamatorios pelvianos que llevan al acodamiento de las trompas. También pueden aparecer después de cirugías tubáricas para corregir alguna obstrucción.
¿Cuáles son sus signos y síntomas?

Los signos y síntomas iniciales del embarazo ectópico son similares al embarazo normoimplantado. Aparecen las clásicas náuseas, turgencia mamaria (senos más duros) y atraso menstrual, pero pronto aparecen las complicaciones. Por lo general aparece en forma súbita dolor abdominal, mareos y a veces hemorragia vaginal. Pero lo más característico es que se van sucediendo los síntomas que corresponden a una hemorragia interna, como palidez, taquicardia e hipotensión al levantarse.
¿Cómo se realiza el diagnóstico?

Es fundamental un diagnóstico precoz para evitar consecuencias graves. El mismo se confirma mediante un exhaustivo interrogatorio a la paciente, un exámen ginecológico y estudios de laboratorio y ecografía.
Si se sospecha de un embarazo ectópico y se dispone de la tecnología como para realizar una laparoscopía, se puede diagnosticar inmediatamente el mismo y que además, permite su tratamiento curativo durante la misma intervención. Caso contrario debe realizarse una operación abdominal (laparotomía exploratoria) que también soluciona esta enfermedad.
¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento consiste en cohibir la hemorragia interna mediante técnicas que varían en cada caso particular. A veces es necesaria la extirpación de una de las trompas o parte de un ovario para que la hemorragia se pueda controlar.
En muy pocos casos un embarazo implantado fuera del útero puede evolucionar favorablemente, son tan infrecuentes que son motivo de publicaciones en revistas científicas por su extrema rareza.
Luego de un embarazo ectópico, tu médico será el que te asesore acerca del tiempo necesario de espera antes de reiniciar tu búsqueda para una nueva gestación.


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sábado, 22 de mayo de 2010

LOS NIÑOS DE 2 A 6 AÑOS

Al período de vida que abarca desde los dos y medio a los seis años se le llama preoperatorio y se puede subdividir en dos etapas: una que termina al final del cuarto año y otra que incluye los 5-6 años.
Las características globales de la primera etapa psicológica de este período son:
    Simbolismo y representación. En torno a los dos años y medio el niño y la niña, sin abandonar el mundo de la acción, accede al mundo de los símbolos de diferentes formas: imitación en ausencia de modelos, juego de ficción, lenguaje, habla e imágenes internas, sueños, fantasías, etc. Egocentrismo. Dificultad de los niños y niñas para contemplar su propio punto de vista como uno más entre los posibles. De ahí la tendencia a centrarse en un solo rasgo llamativo de la situación y la dificultad para descentrarse de esa fijación y tener en cuenta otros rasgos. Razonamiento preconceptual. No va de lo general a lo particular ni de lo particular a lo general, sino que pasa de lo particular a lo particular y opera mediante la mera yuxtaposición de partes sin lograr una auténtica articulación entre ellas. Realismo. Considera que las cosas son lo que aparentan ser en la percepción inmediata. Así, los sueños, los nombres de las cosas, las obligaciones morales... son tratados como entidades casi tangibles, sustanciales. Animismo. Interpretan los fenómenos de la realidad de un modo diferente al de los adultos, atribuyendo a objetos y hechos físicos propiedades como vida, conciencia, voluntad... Artificialismo. Consideran los fenómenos físicos como productos de la creación humana, pensando que las personas pueden incidir sobre ellos. Comunicación. Se produce fundamentalmente a través del habla. Quizás el aspecto más llamativo de esta época en el desarrollo del niño y la niña es el progreso lingüístico que se produce entre los tres y los cinco años.
En la segunda etapa de este período (5-6 años) se irá produciendo una significativa transición desde lo pre-lógico o pre-conceptual hacia lo intuitivo, que es el paso previo para la construcción de auténticas operaciones lógico-mentales.
Extractado del libro “Especialización del profesorado de educación infantil (0-6 años), Módulo 1-1”, dirigido por Mª Paz Lebrero Baena. Capítulo: El período preoperatorio de Antonio Corral Íñigo.

El niño, sujeto de aprendizaje: todos iguales y todos diferentes 

Es un hecho inherente a la condición humana la existencia de diferencias individuales a la hora de aprender. Niños, jóvenes o adultos se diferencian notablemente en aspectos tales como las preferencias a la hora de aprender unos contenidos u otros; en cuanto a la dedicación, esfuerzo o atención que se pone en las tareas a aprender; en cuanto a la rapidez por transferir lo aprendido de un área a otra o a la cantidad de repeticiones necesarias para consolidar o retener un aprendizaje... por citar sólo algunas de las dimensiones en las que aparecen tales diferencias.
Tradicionalmente la escuela ha enfatizado algunas de estas diferencias, en especial la capacidad para aprender, y ha prestado muchísima menos atención a las diferencias de motivaciones e intereses, olvidando la interdependencia de los tres factores en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Evidentemente es un hecho que los alumnos se diferencian progresivamente en cuanto a su capacidad para aprender. Las diferencias individuales en este sentido son considerables y frecuentes en esta etapa, pero también es cierto que existen amplios márgenes de tiempo para que se adquieran determinados aprendizajes.
También varían los niños y niñas en cuanto a su motivación e interés por aprender, un complejo proceso que condiciona en buena medida la capacidad de aprendizaje. Lo importante a resaltar es que esta motivación depende en gran medida de que las tareas que se les propongan  sean atractivas y novedosas, que estén “ajustadas” a sus posibilidades -ni muy fáciles ni muy difíciles-, y que sirvan para reforzar poco a poco su autoestima. En definitiva, factores todos ellos dependientes de la acción educativa y controlables por el profesorado, que, por supuesto, debe acompañar el trabajo de los niños y niñas con la atención y el refuerzo social que todos le van a solicitar.
En definitiva, los niños poseen unos atributos que los diferencian de sus iguales y que, con vistas al aprendizaje, lo individualizan de los otros, ya que a su vez este aprendizaje se produce en cada niño de forma singular, en función de las interacciones particulares que establece con el entorno, los adultos y sus iguales. No cabe duda de que tales diferencias hacen difícil la tarea de enseñar, pues no es fácil alcanzar el equilibrio entro lo que debe ser igual para todos los alumnos (en términos de experiencias y contenidos de aprendizaje), para evitar discriminaciones de cualquier tipo, y lo que debe ser individual y diferente para cada cual (de acuerdo con sus particulares capacidades, intereses o motivaciones).
Pero, afortunadamente, los niños también poseen unos atributos que los asemejan a sus iguales (la regularidad en el desarrollo de las capacidades básicas y las leyes que rigen su aprendizaje y, por tanto, su desarrollo; los mismos usos, costumbres y tradiciones sociales...). Estas características comunes ofrecen al educador un marco general e indispensable para desarrollar una programación razonablemente común para todo el grupo (qué, cómo y cuándo enseñar y evaluar) y hacer factible, en último término, el proceso de enseñanza y aprendizaje del alumnado.
Así pues, se puede concluir que niños y niñas aparentemente iguales en edad cronológica, nivel de desarrollo y situación socio-familiar, tienen características individuales que los diferencian. En una misma situación educativa participarán según sus peculiaridades. Este hecho debe llevar al profesor a mostrarse atento a las indicaciones del niño, “adaptándose” a sus capacidades, preferencias y motivaciones, y a planificar las adaptaciones más adecuadas para cada uno, partiendo de la programación que previamente ha establecido, en función de las características comunes de sus alumnos.
Recomendamos una visita a la web de la Asociación de Educadores de Educación Infantil del mundo:

viernes, 21 de mayo de 2010

VIOLENCIA FAMILIAR

Vamos a definir la violencia Intrafamiliar como aquella violencia que tiene lugar dentro de la familia, ya sea que el agresor comparta o haya compartido el mismo domicilio, y que comprende, entre otros, violación, maltrato físico, psicológico y abuso sexual.    
Entendemos que la violencia doméstica es un modelo de conductas aprendidas, coercitivas que involucran abuso físico o la amenaza de abuso físico. También puede incluir abuso psicológico repetido, ataque sexual, aislamiento social progresivo, castigo, intimidación y/o coerción económica. 
Hay autores que señalan que la violencia Intrafamiliar se da básicamente por tres factores; uno de ellos es la falta de control de impulsos, la carencia afectiva y la incapacidad para resolver problemas adecuadamente; y además en algunas personas podrían aparecer variables de abuso de alcohol y drogas. 
El niño y la niña golpeados  
Todos sabemos que siempre es triste y doloroso arrastrar la vida cuando no se recibió amor, sobre todo de los padres durante la niñez. Todo el que ha estudiado siquiera un poco al ser humano, le va a decir que los cinco primeros años de la vida dejan una marca imborrable para toda la vida, para bien o para mal. Por eso, el privar a un niño de amor es como privar de fertilizante a un árbol que empieza a crecer, pero el golpearlo es como echarle veneno, lo va a terminar de matar psicológicamente y emocionalmente, o mejor va a crecer herido de muerte. Pero hay golpes y golpes, algunos golpes sacan sangre o dejan morados, incluso un mal golpe puede producir la muerte, pero hay otros mas sutiles que no se ven, pero que se graban a fuego lento no sólo en mente sino en la identidad de ese niño o de esa niña. Se graban en su "yo", y los frutos de estos golpes emocionales se van a ver después en sus relaciones con personas significativas y en su relación con el mundo. 
Me gustaría hablar un poco más detalladamente de esos golpes, que solamente los ven o los oyen quienes los dan, aunque no piensen en las consecuencias futuras y terribles que van a traer en sus hijos.  
Está claro, que cuando se repiten los golpes físicos, pero sobre todo los psicológicos o emocionales, se va agotando el amor. Nosotros los adultos sabemos como duele el silencio, tal vez más que las palabras ofensivas. Ese silencio es el peor de los castigos, ahora imagínese a un niño que no ha hecho nada y no se le habla, y no se le abraza y acaricia, cómo se va conformando su identidad...pensemos en eso. 
¿Han pensado en el daño que hacen a sus hijos, posiblemente muchas veces sin darse cuenta, cuando en lugar de relacionarse con sus hijos pequeños están preocupados del trabajo, con la limpieza, etc., en forma obsesiva y perfeccionista la casa? Son golpes lentos que van formando defectuosamente la escultura de su hijo. 
Silencio y ausencia, cuando se reprocha al hijo los pequeños errores pero cierras tu corazón y tu boca cuando hace algo bien. Por, ejemplo, cuando el niño empezó el kinder e hizo un dibujo, que pudo ser cuatro rayas cruzadas, pero que para él era una obra de arte, en lugar de abrazarlo o alabarlo, guardaste silencio. Con ello se produce en el hijo que aprenda a ver sólo los errores, pero no lo bueno que hay en sus personas.  
Todos estos golpes emocionales y psicológicos, hacen tanto daño en la niñez porque el niño o la niña no sabe defenderse; su mente apenas empieza a desarrollar lentamente ciertos mecanismos de defensa para poder filtrar y analizar lo que ve y oye. Su mente es como una esponja: recibe todo. No tiene capacidad para decir esto es verdad o no es verdad, lo que dicen es justo o injusto. Por eso los mensajes-golpes son como olas gigantescas que llegan sin control a lo más profundo de ese ser indefenso. Pero que distinta es la niñez y el futuro de sus hijos cuando ellos palpan el amor entre su padre y su madre, cuando ellos desde pequeños ven que su madre recibe con un beso, un abrazo al padre que llega del trabajo, o cuando el padre viene con un ramo de flores para su esposa o le da un beso a su esposa. Son detalles que se van grabando en el alma de los niños, que van modelando su personalidad, que van llenando de amor ese tanque-corazón. Créame, esa será la mejor herencia que podrá dejar a sus hijos.  
Las causas de la codependencia 
 
 
Parejas y Codependencia En todas las familias existe cierta disfuncionalidad en mayor o menor grado. A menudo las personas codependientes han sido objeto de algún tipo de abuso físico o verbal, o sufrieron el abandono de uno de sus padres o de ambos, ya sea físico o emocional. 
El codependiente busca alivio en alguna adicción para "anestesiarse" ante su dolor. A veces lo hace a través de relaciones personales disfuncionales y muchas veces dañinas; o mediante adicciones al dinero, el sexo, la ira, las drogas, la bebida, etc. El codependiente está atado a lo que le sucedió en su familia de origen y se siente internamente torturado por ello, aunque la mayoría de las veces no se da cuenta de lo que le está sucediendo.  
Cada uno de nosotros tenemos una necesidad innata de recibir amor. A esta necesidad la podemos llamar "el tanque del amor". Al nacer el niño, ese tanque está vacío. Si los padres son personas emocionalmente sanas cuyos tanques de amor están llenos, pueden llenar el tanque de sus hijos y estos crecerán y se desarrollarán psicológicamente sanos. Sin embargo, si uno de los padres o ambos no tenían lleno su propio tanque, lo más probable es que el niño no reciba suficiente amor porque su padre o su madre no lo tuvieron para darlo. Esta falta de amor deja cicatrices en el alma de los niños que llevan a ciertos comportamientos disfuncionales en la adultez, como la codependencia. El codependiente no puede dar lo que no recibió, por lo tanto, la codependencia se convierte en un círculo vicioso que continúa de generación en generación si no se busca ayuda psicológica.  
Los niños de familias disfuncionales crecieron sin haber escuchado mensajes importantes de sus padres tales como ; "eres muy inteligente", "estás haciendo un buen trabajo" o "gracias mi amor, agradezco mucho tu ayuda." Debido a ello al crecer se sienten abandonados, tienen baja autoestima y buscan la aprobación de otras personas para sentirse mejor consigo mismos. A veces su hambre de amor y aprobación son tan grandes al llegar a la adolescencia o la adultez, que están dispuestos a soportar cualquier cosa, con tal de recibir aunque solo sean "migajas" de cariño y atención. 
Dinámica de la VIF: 
Al principio de la mayoría de las relaciones es muy difícil que aparezca la violencia. Durante este período se muestra un comportamiento positivo. Cada miembro de la pareja muestra su mejor faceta. La posibilidad de que la pareja termine es muy alta si ocurriera algún episodio de violencia. 
FASE 1. ACUMULACIÓN DE TENSION 
La dinámica de la violencia Intrafamiliar existe como un ciclo, que pasa por tres fases. 
·      A medida que la relación continúa, se incrementa la demanda así como el stress. 
·      Hay un incremento del comportamiento agresivo, más habitualmente hacia objetos que hacia la pareja. Por ejemplo, dar portazos, arrojar objetos, romper cosas. 
·      El comportamiento violento es reforzado por el alivio de la tensión luego de la violencia. 
·      La violencia se mueve desde las cosas hacia la pareja y puede haber un aumento del abuso verbal y del abuso físico. 
·      La pareja intenta modificar su comportamiento a fin de evitar la violencia. Por ejemplo: mantener la casa cada vez más limpia, a los chicos más silenciosos, etc. 
·      El abuso físico y verbal continúa. 
·      La mujer comienza a sentirse responsable por el abuso. 
·      El violento se pone obsesivamente celoso y trata de controlar todo lo que puede: el tiempo y comportamiento de la mujer (cómo se viste, adónde va, con quién está, etc.) 
·      El violento trata de aislar a la víctima de su familia y amistades. Puede decirle, por ejemplo, que si se aman no necesitan a nadie más, o que los de afuera son de palo, o que le llenan la cabeza, o que están locos etc. 
Esta fase difiere según los casos. La duración puede ser de semanas, días,  meses o años. Se va acortando con el transcurrir del tiempo. 
FASE 2. EPISODIO AGUDO DE VIOLENCIA 
·      Aparece la necesidad de descargar las tensiones acumuladas 
·      El abusador hace una elección acerca de su violencia. Decide tiempo y lugar para el episodio, hace una elección consciente sobre qué parte del cuerpo golpear y cómo lo va a hacer. 
·      Como resultado del episodio la tensión y el stress desaparecen en el abusador. Si hay intervención policial él se muestra calmo y relajado, en tanto que la mujer aparece confundida e histérica debido a la violencia padecida. 
FASE 3. ETAPA DE CALMA, ARREPENTIMIENTO O LUNA DE MIEL 
·      Se caracteriza por un período de calma, no violento y de muestras de amor y cariño. 
·      En esta fase, puede suceder que el golpeador tome a su cargo una parte de la responsabilidad por el episodio agudo, dándole a la pareja la esperanza de algún cambio en la situación a futuro. Actúan como si nada hubiera sucedido, prometen buscar ayuda, prometen no volver a hacerlo, etc. 
·      Si no hay intervención y la relación continúa, hay una gran posibilidad de que la violencia haga una escalada y su severidad aumente. 
·      A menos que el golpeador reciba ayuda para aprender métodos apropiados para manejar su stress, esta etapa sólo durará un tiempo y se volverá a comenzar el ciclo, que se retroalimenta a sí mismo.  
Luego de un tiempo se vuelva a la primera fase y todo comienza otra vez. 
El hombre agresor no se cura por sí solo, debe tener un tratamiento. Si la esposa permanece junto a él, el ciclo va a comenzar una y otra vez, cada vez con más violencia. 
Personalidad del maltratador: 
Los agresores suelen venir de hogares violentos, suelen padecer trastornos psicológicos y muchos de ellos utilizan el alcohol y las drogas lo que produce que se potencie su agresividad. Tienen un perfil determinado de inmadurez, dependencia afectiva, inseguridad, emocionalmente inestables, impaciente e impulsivos. 
Los agresores trasladan habitualmente la agresión que han acumulado en otros ámbitos hacia sus mujeres. 
Maltratador, frecuentemente es una persona aislada, no tiene amigos cercanos, celoso (celotipia), baja autoestima que le ocasiona frustración y debido a eso se genera en actitudes de violencia. 
Una investigación de los psicólogos norteamericanos, el Dr. John Gottman y Dr. Neil Jacobson. Señalan que los hombres maltratadores caen en dos categorías: pitbull y cobra, con sus propias características personales: 
Pit bull: 
  • Solamente es violento con las personas que ama
  • Celoso y tiene miedo al abandono
  • Priva a pareja de su independencia
  • Pronto ora, vigilar y atacar públicamente a su propia pareja
  • Su cuerpo reacciona violentamente durante una discusión
  • Tiene potencial para la rehabilitación
  • No ha sido acusado de ningún crimen
  • Posiblemente tuvo un padre abusivo.
  
Cobra: 
  • Agresivo con todo el mundo
  • Propenso a amenazar con cuchillos o revólveres
  • Se calma internamente, según se vuelve agresivo
  • Difícil de tratar en terapia psicológica
  • Uno depende emocionalmente de otra persona, pero insiste que su pareja haga lo que él quiere.
  • Posiblemente haya sido acusado de algún crimen
  • Abusa de alcohol y drogas.
El pitbull espía a su mujer, es celópata, cae bien a todas las personas, excepto a sus novias o esposas. El cobra es un sociópata, frío, calculador, puede ser cálido. El maltrato no cesa por sí solo. 
Después de que la mujer ha sido físicamente maltratada y tiene miedo, a veces cesa este tipo de abuso y lo reemplaza con un constante maltrato psicológico, a través del cual le deja saber a su víctima, que el abuso físico podría continuar en cualquier momento. 
En ocasiones la violencia del maltratador oculta el miedo o la inseguridad, que sintió de niño ante un padre abusivo que lo golpeaba con frecuencia, al llegar a ser un adulto prefiere adoptar la personalidad del padre abusador a sentirse débil y asustado. En otros casos, los comportamientos ofensivos son la consecuencia de una niñez demasiado permisiva durante la cual los padres complacieron al niño en todo. Esto lleva al niño a creerse superior al llegar a ser un adulto y a pensar que él está por encima de la ley. O sea, que puede hacer lo que quiera y abusar de quien quiera. Piensa que se merece un trato especial, mejor que el que se les da a los demás. 
La violencia doméstica no siempre resulta fácil de definir o reconocer. En términos generales podríamos designarla como el uso deliberado de la fuerza para controlar o manipular a la pareja o al ambiente más cercano.  
Se trata del abuso psicológico, sexual o físico habitual. Sucede entre personas relacionadas afectivamente, como son marido y mujer o adultos contra los menores que viven en un mismo hogar.  
La violencia doméstica no es solamente el abuso físico, los golpes, o las heridas. Son aún más terribles la violencia psicológica y la sexual por el trauma que causan, que la violencia física, que todo el mundo puede ver. Hay violencia cuando se ataca la integridad emocional o espiritual de una persona.  
La violencia psicológica se detecta con mayor dificultad. Quien ha sufrido violencia física tiene huellas visibles y puede lograr ayuda más fácilmente. Sin embargo, a la víctima que lleva cicatrices de tipo psicológicas le resulta más difícil comprobarlo. También lo dificulta, por ejemplo, la habilidad manipuladora de su esposo que presenta a su esposa como exagerada en sus quejas o simplemente como loca..  
A la violencia física precede, a veces, años de violencia psicológica. La violencia psicológica es, despreciar a la mujer, insultarla de tal manera, que llega un momento en que esa mujer maltratada psicológicamente, ya cree que esos golpes se los merece. Y qué difícil es convencer a una mujer de que vaya a pedir auxilio cuando cree que no lo necesita.  
Hay mujeres que se avergüenzan por lo que les sucede y que hasta se creen merecedoras de los abusos. Por eso prefieren mantenerlos en secreto y así esa situación puede prolongarse durante años. Los que maltratan a sus víctimas lo hacen de acuerdo a un patrón de abuso psicológico.  
Igual que en el caso del alcohólico, el que golpea a una mujer o la maltrata psicológica o sexualmente, lo primero que hará es negarlo.  
Negación es decir: "No, es que yo le pego con razón". No hay ninguna razón para golpear a una mujer, ni a nadie. Pero lo niegan. Dicen: "Yo no la he golpeado, yo no le hecho nada, sólo tocarla".  
Otra forma de abuso psicológico es el aislamiento, en que le hacen el vacío a la mujer, ni le hablan, ni la miran y entonces ella se va creyendo que se merece ese trato.  
La intimidación es también un abuso. "Si dices algo te mato." Muchas mujeres no se atreven a hablar, por las amenazas que sus maridos o sus compañeros lanzan contra ellas.  
Tanto el adicto a cualquier droga como el abusador, siempre tienen excusas y le echan la culpa a alguien.  
También dentro de ese hábito de abuso psicológico está el abuso económico. "Si dices algo no te voy a dar la mensualidad".  
Dentro de ese abuso psicológico de los maridos que golpean (lo que se llama en psicología la triangulación), hay otro tipo de abuso: utilizar a los hijos para hacerles sentir culpables a las esposas. En este caso los hijos sirven de mensajeros: "dile a tu madre que..."  
Las amenazas a través de los hijos, las amenazas de que le van a quitar al hijo, todos estos son abusos psicológicos que preceden al abuso físico.  
Todos estos abusos impiden que la mujer deje el hogar, ese hogar violento. Es que esa violencia psicológica a que están sometidas muchas mujeres, es más horrorosa que el abuso físico. Pregúntele a cualquier mujer a la cual han maltratado físicamente qué es lo que le duele más; si las palabras hirientes, los desprecios o los golpes. Los golpes se pasan, los abusos psicológicos, los insultos, los desprecios se clavan en el corazón.  
  
Manifestaciones de violencia psicológica: 
 
a) Abuso verbal: Rebajar, insultar, ridiculizar, humillar, utilizar juegos mentales e ironías para confundir, etc.   b) Intimidación: Asustar con miradas, gestos o gritos. Arrojar objetos o destrozar la propiedad.  
c) Amenazas: De herir, matar, suicidarse, llevarse a los niños.  
d) Abuso económico: Control abusivo de finanzas, recompensas o castigos monetarios, impedirle trabajar aunque sea necesario para el sostén de la familia, etc.  
e) Abuso sexual: Imposición del uso de anticonceptivos, presiones para abortar, menosprecio sexual, imposición de relaciones sexuales contra la propia voluntad o contrarias a la naturaleza.  
f) Aislamiento: Control abusivo de la vida del otro, mediante vigilancia de sus actos y movimientos, escucha de sus conversaciones, impedimento de cultivar amistades, etc.  
g) Desprecio: Tratar al otro como inferior, tomar las decisiones importantes sin consultar al otro. 
 
 
¿Por qué se mantiene la mujer en esta relación? 
La persona abusada se vuelve codependiente de su marido (el agresor), aún después de ser golpeada. Es frecuente escuchar esta frase: "Es que yo lo quiero tanto". Personas que llevan años soportando golpes dicen: "Yo no me separo porque lo quiero". Es imposible querer a una persona que te está tratando como si fueras un animal, eso es depender de esa persona.  
Otro motivo por el cual algunas mujeres no se separan de este problema de codependencia, es que las anima la familia y lamentablemente la Iglesia, a permanecer con el abusador. Sobre todo la familia les aconseja que mantengan esa relación por "el bien de tus hijos". "¿Cómo vas a dejar a tus hijos sin padre?", les dicen.  
¿Qué es mejor, tener un padre que golpea a su madre y que luego golpeará a sus hijos, o no tener padre? Se les hace mucho más daño a los hijos cuando ven que su padre golpea a su madre. Para los niños pequeños la madre es la base de toda su vida, la base de su afectividad, la base de su seguridad. Si una madre es golpeada, sus hijos se derrumban afectivamente. Es mucho mejor separase. Yo no estoy a favor del divorcio, pero la separación es, a veces, menos dañina.  
A veces las mujeres no se separan y sufren en silencio por miedo a perder su seguridad económica y la de sus hijos. Esto sucede sobre todo en la mujer que no tiene educación.  
Otras veces no se separan debido a las amenazas de más violencia o de muerte, si intentan separarse. "Si le dices algo a la policía te mato". 
Cuando se pregunta a algunas mujeres por qué aguantaron maltrato durante años, la respuesta más común es ésta: "Por mis hijos; no quería que se criaran sin un padre". Parece una respuesta válida, pero si la analizamos profundamente descubrimos su inconsistencia. Sucede que en una situación de violencia los hijos también sufren. El crecimiento en una atmósfera de miedo, tensión y terror influirá negativamente en su desarrollo emocional y más tarde se manifestará en el abandono escolar, en el uso de drogas, en desórdenes psicológicos y en violencia y delincuencia.  
En muchos casos influye el factor económico. Soportan cuanta vejación venga con tal de no perder la seguridad económica para sí y sus hijos. Se trata generalmente de mujeres con poca preparación académica, conscientes de que sin el marido no podrían vivir cómodamente.  
Lo peor es que la mujer repetidamente abusada se destruye psicológicamente. Su yo, su identidad individual. Eso la incapacita para tomar las decisiones correctas. Cae en la ambivalencia efectiva ("¡Qué bueno es él cuando no me golpea!"); su autoestima queda por los suelos hasta creer ella misma que merece tales insultos y golpes.  
Cuando una persona cae a ese nivel, su capacidad de decisión queda prácticamente anulada, porque el principio vital está herido de muerte. Si a una persona así aplastada se le amenaza con un "Si me denuncias, te mato", se sentirá paralizada. Quizás en un último intento de supervivencia reaccione, pero usando las mismas armas que a ella la han destruido.  
El amor no debe doler. El amor implica confianza, protección, respeto a los gustos del otro, comunicación, caricias, ayudas al crecimiento emocional y espiritual. Consiste en compartir la vida con alegría, dialogar sobre las diferencias y preferencias, y respetar la integridad física, moral y espiritual de la persona amada.  
Las mujeres que aguantan una relación abusiva indefinidamente acaban perdiendo su salud física y menta, se enferman, toda la familia termina enferma. Las mujeres en situaciones abusivas pierden su autoestima. No saben protegerse, ni se dan cuenta del peligro que corren.  
El porqué de la violencia doméstica 
Primero hay una raíz cultural histórica. Durante mucho tiempo nuestra sociedad ha sido muy machista, el hombre ha creído que tiene el derecho primario a controlar, a disciplinar con severidad, incluso a abusar de la vida de la mujer y de los hijos. Eso ha sucedido bajo la apariencia del rol económico del hombre, proveedor de la alimentación.  
No crea que en EE.UU.. no se golpea a la mujer. El padre americano, en tiempos de la colonia, tenía derecho hasta de matar al hijo cuando no le obedecía.  
Otra causa es la cultura actual. La gente se tira de los pelos. ¿Por qué pasa esto? El modelo presente de nuestra sociedad está reforzando el uso de la fuerza para resolver los problemas. Por eso el abusador usa la fuerza física, para mantener el poder y el control sobre la mujer, porque ha aprendido que la violencia es efectiva para obtener ese fin de control y como ellos no han sufrido las consecuencias, las mujeres se han callado.  
La violencia doméstica ocurre en todos los niveles de la sociedad, no solamente en las familias pobres. En las familias ricas sucede lo mismo. Lo que pasa es que una mujer a quien le dieron una paliza, si tiene dinero, se va tranquilamente a una clínica privada y aquí no ha pasado nada. Las que son pobres tienen que ir al hospital y allí los médicos dicen: "A esta mujer la han golpeado" y la policía se encarga de eso.  
Entre blancos, negros, amarillos, católicos, judíos, protestantes y evangélicos; entre todos, existe la violencia doméstica. Pero no por ser protestantes o católicos, sino, por no ser como deben ser.  
Otra causa de este problema son los medios de comunicación. En la televisión la violencia es glorificada, los estereotipos que nos presentan son de violencia sexual. Cuando un marido por la fuerza tiene relaciones sexuales con su esposa, eso se llama violencia sexual, porque la mujer también tiene derecho a decir que no. Si a una mujer, como yo oigo todos los días, se le insulta, se le veja, se le dice barbaridades, no se le habla y solamente se la utiliza para tener relaciones sexuales con ella; ¿Cómo va a querer estar con su marido? Tiene el derecho a decir que no, todo el derecho del mundo.  
En muchos casos, también la violencia doméstica está íntimamente relacionada con el alcohol y las drogas. ¿Qué sucede cuando una persona consume drogas o se emborracha? En esta parte del cerebro tenemos los centros vitales, comunes con los animales y allí está el centro de la agresividad o del instinto agresivo. Todos los hombres y las mujeres lo tenemos. Pero en la persona normal, esos centros se comunican con la parte consciente del hombre, lo cual diferencia al hombre del animal.  
Cuando uno toma alcohol o usa cualquier droga, estos centros quedan como un barco sin timón. Y ¿Qué le pasa a un barco sin timón? Pues se estrella contra las rocas. Sobre todo la agresividad, el instinto sexual, quedan sin control. Entonces viene el golpear a la mujer y a los hijos bajo el efecto del alcohol y el abusar de la mujer sexualmente. El 50 % de los casos (que se conocen) de abuso sexual entre los hijos, es entre personas alcohólicas o adictas, porque surge el animal que hay dentro de nosotros mismo, en España.  
Los recuerdos, los valores, los consejos, cuando uno usa o abusa del alcohol o drogas, no funcionan y viene la violencia doméstica.  
A pesar de la llamada "liberación femenina" (que en realidad muchas veces ha llevado a la mujer a mayor esclavitud), todavía hay hombres que consideran a esposa e hijos como objetos de su propiedad. Por eso se creen con el derecho a descargar sobre ellos su frustración o malhumor maltratándolos a su antojo.  
Como los hijos imitan a padres, se da con frecuencia que quienes en la niñez fueron testigos de abusos físicos entre sus padres, repiten la misma conducta cuando llegan al estado adulto. Aprendieron que los problemas y conflictos se afrontan con la fuerza bruta.  
Ese aprendizaje negativo se arraiga tanto que muchas veces pasa de generación en generación. Si a esto se añade la "glorificación" de la violencia en los medios de comunicación, podemos entender el por qué muchos seres humanos recurren a la violencia, a veces con una frialdad que asusta más que el mismo acto violento.  
La experiencia enseña que muchos de los abusadores familiares parecen "mosquitas muertas"; pasan por personas educadas y suaves, pero en el fondo son individuos celosos con una pobre imagen de sí mismos y que viven en un mundo irreal. Si a esas personas les da por tomarse unos tragos de más, cosa frecuente, la explosión violenta será mucho mayor.  
¿Qué pasa con las víctimas de la violencia familiar?  
Muchas siguen sufriendo hasta quedar completamente destruidas física, psicológica y moralmente. Otras acusan a sus agresores ante la policía, que muchas veces no toma debidas cartas en el asunto. Y ocurre, además, lo que no quisiéramos que ocurriera: La víctima también se vuelve violenta.  
Entendemos que las personas que sufren hambre endémica se subleven y hasta se alcen en armas. ¿Por qué no entendemos que una mujer pisoteada, escarnecida, degradada en lo más íntimo de su ser pueda explotar y volverse violenta? Eso, aunque no se justifique, se explica.