domingo, 4 de marzo de 2012

NIÑOS EN LAS PISCINAS


“Donde mis ojos te vean y mis manos te alcancen” me repito a diario y desde que nació mi hijo esta frase, sin embargo, hoy más que nunca se ha vuelto la consigna que moviliza todo mi que hacer, ya que Nicolás está más grande y se ha transformado en una personita más independiente. Todo le asombra y nada lo atemoriza. No dimensiona peligros ni dificultades. Para él todo es inocencia y jugarreta. Y quiere a toda costa descubrir el mundo, tocarlo y apropiarse de él.
Identifico posibles peligros. Estoy alerta y pendiente, pero hay veces que un simple pestañeo te puede cambiar la vida.
Las estadísticas así lo demuestran, la mayoría de los accidentes que sufren los niños durante la época estival, ocurren en el patio de nuestras casas y específicamente en las piscinas.  Sin embargo, para que un niño se ahogue sólo bastan 20 centímetros de agua y que esté segundos inmerso, ya que corre el riesgo de no poder levantarse.
Especialistas también enfatizan que los niños se ahogan en silencio, es decir, no pueden gritar por ayuda, debido a que la sumersión inicial genera un reflejo protector de cierre de la vía aérea (laringoespasmo). “La víctima traga abundante agua en forma voluntaria e involuntaria. Si el período de sumersión se prolonga hay una gran disminución del oxigeno en los órganos (hipoxia), especialmente en el cerebro. Finalmente, debido a la misma hipoxia, el laringoespasmo protector cede y se produce entrada de agua a los pulmones”.
También enfatizan que la mayor cantidad de accidentes ocurre entre los días viernes y domingo entre las 4 y 6 de la tarde horario en que los padres o cuidadores están más cansados y distraídos.
Tengo piscina. Nicolás juega alrededor de ella. Instalamos antes de que empezara a caminar (1 año 9 meses) una enorme reja que da la impresión que dentro de ella habita una ballena. Además cuenta con una chapa con llave y esa llave está guardada bajo siete llaves más. Obviamente cuando van a limpiarla hay un responsable con nombre y apellido que está vigilando la mantención. Y cuando mi hijo juega en el patio estamos de punto fijo porque sabemos que hay miles de peligros que no hemos dimensionado y que al verlo jugar aparecen.
No Pestañees
  • Nunca dejes a tu hijo sólo en la tina o cerca de la piscina. Si va a contestar el teléfono o timbre, lleve a tu hijo contigo o simplemente no contestes.
  • Tampoco delegues su cuidado en niños de 10 años.
  • Si tiene piscina cércalas. Usa rejas altas (1, 5 metros y barras de 12cms o menos de distancia). Sólo esta medida ha disminuido los ahogamientos en un 50 a 70%.
  • Las “alitas” no son salvavidas confiables.
  • Evita elementos atractivos para los niños (juguetes, etc.) dentro y alrededor de la piscina.

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