sábado, 29 de septiembre de 2012

MUSEO DE ORO DEL PERÚ

Durante nuestra pasada estadía en Lima visitamos el . Lo comenté en el muro de Facebook refiriéndome a la necesidad de explicarle a Carlos lo qué eran las “armas del mundo”.
Por qué decidimos visitar este museo:
En mi guía de viajes el museo de oro estaba muy recomendado, así que lo pusimos en la lista de lugares a los que iríamos si era posible. Una tarde estábamos en un mercado en Angamos, hubo tiempo, me di cuenta de que la calle Angamos se convierte en la calle Primavera (no era difícil llegar en transporte público), y decidimos ir para allá, luego de compra un coco por 1 sol
El precio de la entrada fue lo más caro que pagamos en Perú (18 dólares por los dos). En realidad tuve que pagarlo en dólares porque no tenía tantos Soles. Casi me desanimo de pagar tanto…y qué tal si Carlos se cansaba y no podíamos ver mucho del museo?
Entonces, lo primero que hicimos fue sentarnos. Carlos a comer su coco y yo a leer algo sobre el museo. Luego él se puso un rato a jugar con sus burbujas. Ya bien descansados y comidos, entramos al museo de Oro.

En el Museo de Oro

Este es sin duda el museo con más oro que he visto en mi vida. Sobra decir que es impresionante. Miramos muchísimas piezas, deteniéndonos solo en las que más nos llamaban la atención. La mayor parte de piezas son preincáicas, y es tan impresionante la cantidad de oro como el trabajo y las técnicas, que también son explicadas.
A Carlos le gustaron las narigueras.
Ma, imagínate yo con esa nariguera, no vería nada.
También me preguntaba mucho para qué servían ciertos objetos, y se alegraba cuando encontraba algún pájaro o animal en los diseños.
Por supuesto, no se puede tocar nada. Es solo mirar y mirar, por lo que hay que planificar una visita rápida si es con niños pequeños. Creo que es mejor ir con niños de 5 en adelante, o que ya les guste detenerse a mirar piezas. Si vas a quedarte muy poco, no lo recomiendo, ya que hay otros museos con pocas, pero asombrosas piezas de oro (por ejemplo el El Museo del Banco Central de la Reserva  entrada gratuita). Carlos estuvo a punto de aburrirse con tanto oro y piedras preciosas, pero para mi suerte siempre surgía una pieza que lo animaba.
Tal vez debí explicarle que el oro es un material muy caro y que es muy difícil encontrar tanto oro en un mismo sitio. Para él el oro es un material brillante y bonito, y yo preferí que vea los objetos como arte y no como tesoro “caro”.

El Museo de Armas del Mundo

La parte de arriba del museo está dedicada a las armas del mundo: cañones, dagas, armaduras, escudos, espadas, rifles, pistolas…de todo para la guerra.
Pronto me vi enfrentada a la pregunta: para qué es esto? Decidí explicar lo que me preguntara. Que las armas son objetos que se usan para cazar y para la guerra, y que la guerra es una pelea entre un grupo de personas con otro grupo de personas. Que en ese tipo de peleas algunos deciden matar a las otras personas, y que para eso usan las armas.
No seguí explicando porque Carlos no estuvo tan interesado. Él solo quería saber las generalidades y no siguió preguntando más. Tal vez le pareció algo muy lejano y no se interesó tanto, así que solo pasamos por las salas mirando algunas piezas.
A mí sí me pareció interesante ver las armas antiguas. Vi algunos “regalos” que se hacen entre los comandantes generales de diferentes países: Qué increíble que alguien regale a otra persona un revólver, o un puñal, no? Parece que esa es la norma entre algunas personas. No sé qué dedicatoria habrán puesto…”espero que nunca la uses”, o algo así?
A Carlos le gustó el corredor con uniformes de Samurais y las armaduras. Me preguntó que si podía mandarse a hacer una para él.
En conclusión, para mí fue super interesante. Para Carlos, no muy diferente que otros museos: con cosas que nunca había visto y explicaciones extrañas. A la salida me dijo que quería volver otro día.

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