Todos
aquellos viedeojuegos que tienen como principal objetivo emitir una
publicidad que estimule a los niños a elegir comidas saludables como frutas y verduras no tienen aparentemente ningún efecto sobre la infancia según ha podido determinar un reciente estudio desarrollado en Holanda,
que ha comprobado que luego de jugarlos no aumenta en ellos la
necesidad ni el deseo de reemplazar la comida chatarra por alimentos
naturales y saludables.
Estudios previos parecían haber determinado que los videojuegos que publicitan estilos de vida saludables
eran realmente efectivos, y que los niños luego de usarlos cambiaban
notablemente sus maneras de manejarse en cuanto a la alimentación, pero
los autores de este estudio descubrieron que tal cosa no ocurre y que
los snacks siguen siendo los favoritos de los niños tanto antes como
luego del juego.
Al respecto, Frans Folkvord, el autor general del trabajo de investigación, señala:
“El juego induce hambre y a los niños les gustan los snacks (altamente calóricos) más que las frutas, entonces optan por esos productos”…”a partir de estos resultados, los padres deberían tomar precauciones por el efecto de esos juegos online, aun cuando piensen que promueven la alimentación saludable”.
Lo cierto es que es valioso
destacar que los niños pueden estar siendo víctimas de un uso comercial
por parte de las principales marcas ya que las cadenas de comida chatarra, de jugos envasados o de cereales son algunas de las corporaciones que ofrecen este tipo de juegos en internet destinado de forma prácticamente exclusiva a un público infantil.
Durante
el estudio se reunió a un total de 201 niños pertenecientes a escuelas
primarias y se los dividió en tres grupos, cada uno de los grupos usó
diferentes tipo de videojuegos para evaluar su memoria, en uno se
promovían las frutas, en otro un caramelo y en el tercero se promovía un
juguete. Se tuvo en cuenta otro grupo formado por 69 niños que no jugó
con ningún juego y se tomó como grupo de control.
Se pudo
comprobar de forma concreta que los niños que habían jugado con los
juegos que promocionaban los alimentos habían consumido una cantidad
mayor de calorías que aquellos que habían jugado con otro tipo de juegos
o con ninguno. Los expertos indican que aparentemente este tipo de
publijuegos hace que los niños sientan grandes deseos de comer y no cosas sanas, sino aquello que siempre les ha gustado sin importar que sus juegos promovieran el consumo de frutas.
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