Antes de seleccionar una guardería de niños, los padres deben de familiarizarse con las normas estatales para la otorgación de licencias a las guarderías. Deben de obtener referencias y observar cómo los empleados funcionan con el niño.
A veces los padres llevan a los niños a la casa de una persona que cuida uno o más niños. Los bebés y los niños menores de dos años y medio necesitan:
- Más adultos por niño de lo que requieren los niños mayores.
- Mucha atención individual.
- Que la misma persona los cuide durante un período de tiempo extenso.
- Que el que los cuida juegue y hable con ellos, les sonría, los alabe y disfrute de su compañía.
Es sabio por parte de los padres averiguar cuánto tiempo la persona piensa trabajar en ese lugar. Demasiados cambios de personas, varios cambios o cualquier cambio durante ciertos momentos críticos en el desarrollo del niño pueden angustiar al niño. Si los padres comienzan a pensar o a sentir que el lugar que seleccionaron ya que no es satisfactorio, deben de buscar otro lugar de cuidado. Todos los padres tienen el derecho de entrar al lugar durante el día y hacer visitas sin avisar.
Muchos niños, especialmente los mayores de tres años, pueden beneficiarse de buenas guarderías para grupos de niños donde puedan divertirse y aprender a relacionarse con otros. Los siquiatras de niños y adolescentes sugieren que se busquen servicios de guarderías que tengan:
- maestros entrenados y con experiencia, que disfruten, entiendan y sepan guiar a los niños,
- suficientes maestros y asistentes, lo ideal es uno por cada cinco niños, grupos pequeños en vez de grupos grandes si es posible. (Los estudios demuestran que es mejor tener cinco niños con una maestra que veinte niños con cuatro maestras),
- el mismo personal administrativo por largo tiempo,
- oportunidades para hacer trabajos creativos, juegos imaginativos y actividad física,
- espacio para que el niño pueda moverse con comodidad dentro y fuera,
- variedad y cantidad de materiales para dibujar y colorear y juguetes, al igual que equipo para jugar como columpios, carritos y equipo de gimnasia, etc.
Aunque los padres estén preocupados de cómo le va al niño, deben de mostrar placer en ayudarle a triunfar. Si el niño demuestra un terror no acostumbrado o persistente al salir de la casa, los padres deben discutir el asunto con el pediatra.
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