jueves, 28 de febrero de 2013

LOS NIÑOS Y LA TELEVISIÓN

Los niños y la televisión

Los niños en los países occidentales miran la televisión durante un promedio de tres a cuatro horas al día. Para el momento en que se gradúan de la escuela secundaria habrán pasado más tiempo mirando televisión que en el salón de clase. Mientras la televisión puede entretener, informar y acompañar a los niños, también 
Los niños en los países occidentales miran la televisión durante un promedio de tres a cuatro horas al día. Para el momento en que se gradúan de la escuela secundaria habrán pasado más tiempo mirando televisión que en el salón de clase.
Mientras la televisión puede entretener, informar y acompañar a los niños, también puede influenciarlos de manera indeseable.
El tiempo que se pasa frente al televisor es tiempo que se le resta a actividades importantes, tales como la lectura, el trabajo escolar, el juego, la interacción con la familia y el desarrollo social.
Los niños también pueden aprender cosas en la televisión que son inapropiadas o incorrectas. Muchas veces no saben diferenciar entre la fantasía presentada en la televisión y la realidad.
Están bajo la influencia de miles de anuncios comerciales que ven al año, muchos de los cuales son de bebidas alcohólicas, comidas malsanas (caramelos y cereales cubiertos de azúcar), comidas de preparación rápida y juguetes.
Los niños que miran demasiada televisión están en mayor riesgo de:
Sacar malas notas en la escuela. Leer menos libros. Hacer menos ejercicio. Tener sobrepeso. La violencia, la sexualidad, los estereotipos de raza y de género y el abuso de drogas y alcohol son temas comunes en los programas de televisión. Los jóvenes impresionables pueden asumir que lo que se ve en televisión es lo normal, es seguro y es aceptable.
En consecuencia, la televisión también expone a los niños a tipos de comportamiento y actitudes que pueden ser abrumadores y difíciles de comprender.
Pero los padres pueden ayudar a sus hijos a tener experiencias positivas con la televisión.
Los padres deben:
Mirar los programas con los hijos. Escoger programas apropiados para el nivel de desarrollo del niño. Poner límites a la cantidad de tiempo que pasan ante la televisión (a diario y por semana).
Apagar la televisión durante la horas de las comidas y del tiempo de estudio.
Apagar los programas que no les parezcan apropiados para su niño. Además, los padres pueden hacer lo siguiente: no permitir a los niños mirar televisión durante horas de corrido; al contrario, deben seleccionar programas específicos para los niños, que sean adecuados para el nivel de desarrollo de su niño.
Los programas para niños son apropiados, pero las novelas, las comedias adultos y los talk shows para adultos no lo son. Establezcan ciertos períodos cuando el televisor esté apagado.
Las horas de estudio deben dedicarse al aprendizaje, no son para sentarse frente a la televisión mientras tratan de hacer la tarea. Las horas de las comidas son momento para conversar con otros miembros de la familia y no para mirar la televisión.
Estimule discusiones con sus hijos sobre lo que están viendo cuando están mirando un programa juntos. Señáleles los comportamientos positivos como la cooperación, la amistad y el interés por otros. Mientras están mirando, hágale conexiones con la historia, libros, lugares de interés y eventos personales.
Hábleles de sus valores personales y familiares y cómo se relacionan con lo que están viendo en el programa. Pídale a los niños que comparen lo que están viendo con eventos reales. Déjeles saber las verdaderas consecuencias de la violencia.
Discuta con ellos el papel de la publicidad y su influencia en lo que se compra. Estimule a su niño para que se participe en pasatiempos, deportes y con amigos de su misma edad. Con la orientación apropiada, su hijo puede aprender a usar la televisión de una manera saludable y positiva.

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