Cuando elegimos la ropa para nuestro bebé, debemos tratar de ponernos en su lugar y no optar sólo por aquello que esteticamente nos guste, sino también que le resulte cómodo y es que muchas veces por despiste los bebés se visten “como si fueran muñecos” sin pensar demasiado en su bienestar.
Tejidos naturales y prendas prácticas y funcionales, no tienen porque estar reñidos con lo coquetería. Ahora en Invierno los niños deben ir bien abrigados y los más pequeños que pasan mucho tiempo sentados y acostados, deberán llevar ropa blandita y flexible que se adapte a las posturas de su cuerpo, evitaremos costuras duras, pliegues o dobleces rígidos que puedan oprimir e incomodar al pequeño.
Los pantalones tanto para niño como para niña, son muy prácticos y es que aunque de vez en cuando nos encanta ponerle vestidito a las niñas, todas sabemos por experiencia que el pantalón facilita la movilidad y no se descoloca tan rápidamente, muchos tienen miedo a poner vaqueros a los niños y si estos fueran como los de los adultos tendrían razón, porque el vaquero es una prenda de tejido duro e incluso áspero, pero los jeans para niños son en realidad blanditos y suaves fabricados de modo especial para ellos, imitando el acabado de los de los mayores pero con un tejido diferente mucho más flexible.
También es importante pensar en los cierres y sistemas de ajuste, lazos y botones son más decorativos, cremalleras, gomas y broches más prácticos, una combinación adecuada de todos ellos en cada caso, es lo que debemos buscar, los lazos son muy vistosos pero se deshacen con frecuencia, las gomas deberán ser suaves y no ceñir en exceso para no resultar molestas, analizar pros y contras es siempre muy importante, cuando hablamos de bebés no debemos descuidar ningún detalle.
La propuesta de la imagen de este atículo es de , no hace falta más que ver la cara del niño para ver que es una buena idea, una camiseta de algodón y una chaqueta de lana que se cierra cómodamente con una cremallera y que podemos quitar y poner fácilmente si cambia la temperatura, unos pantalones holgados con sus correspondientes calcetines y un calzado flexible, el niño va abrigado, cómodo y monísimo.
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