sábado, 3 de abril de 2010

Tratar de ser Hija de la Pareja de tu Padre o de tu Madre, o tratar de ser Madre los hijos de tu cónyuge, no es una decisión nada fácil, en estos casos intervienen muchos factores, y es necesario, definir estos roles, si es posible antes de que se de el matrimonio formando este tipo de uniones.

Lamentablemente, muchas veces, los matrimonios se dan primero, y las conversaciones, referente al tema, de cómo van a interactuar todos los miembros de la familia, se dan después de casados, y después de que ya hayan comenzado los problemas entre los miembros. Cada uno de los miembros, deben estar bien informados acerca del rol, y la función que cumplen dentro del núcleo familiar, y cada uno debe respetar su espacio, y aprender a aceptar, que cada uno ocupa un lugar en la vida, de la persona, por quienes están indirectamente conectados. Formar estas relaciones, No es fácil, porque en realidad no son familia, y surgen competencias y rivalidades entre ambos grupos, los hijos del cónyuge, y el cónyuge que no es nada de sus hijos, y la competencia para ver a quien quieren mas, quien tiene mas derecho, quien estorba, y quien llego en mala hora. En el caso de ser hijastra, es fuerte cuando los padres o madres, obligan a sus hijos a aceptar a sus nuevas parejas como si son sus verdaderos padres, aunque estos no los acepten así. Ser hijastra de una mujer o de un hombre, es una situación seria, sobretodo si los verdaderos padres, no saben sobrellevar la situación, para poder estar mas cómodos, se deben equilibrar la intervención, de el otro padre, que es rival de la nueva pareja, porque si no será sumamente difícil para los hijos aceptar esta nueva relación de pareja de sus padres.

Ser hijastra es muy difícil, porque hay factores que afectan:
· Que sus verdaderos padres tengan problemas entre sí, por celos con la nueva pareja,
· Miedo a Que su padre o madre verdadero le dejen de querer por su nueva pareja,
· Que sus padres postizos, le quiten el amor a sus padres, y además lo maltraten a ellos.

Ser madrastra de los hijos de tu pareja, es todo un reto, porque no siempre las verdaderas madres están dispuestas a que sus exparejas, unan a sus hijos con una nueva mujer. Además, el hombre siempre tiene el temor, de que la nueva pareja, no acepte a sus hijos, y por ello el muchas veces pone una barrera que indica directamente, de que sus hijos son mas importantes, y si ella no los acepta no se lo va a soportar. A esto se une, de que los hijos, se sienten desdichados por tener a sus padres separados, y no quieren que nadie ocupe el lugar de sus verdaderos padres, además, de celar al padre que convive con esta nueva pareja, cela el hecho de que esta mujer ocupe el lugar de su madre, quien perdió a su padre, por esta nueva persona, que para mas colmo tiene que aceptar como madrastra.


Ser madrastra también es difícil, porque hay tres aspectos que tiene en su contra:
· Si La Verdadera madre de ese hijo de tu pareja se opone,
· Si su cónyuge acepta como mas importantes sus hijos que su nueva pareja,
· Los hijos de su cónyuge, no quieren a nadie mas que no sea su verdadera mama,
· Los hijos de su cónyuge, quieren ser mas importante para el que ella.

En todo caso, aunque estos dos casos parecen distintos, tienen mucha relación, entre sí, y es que cuando los padres se juntan con nuevas parejas, que no son familia de estos hijos, todos sufren, la nueva pareja, los hijos, los verdaderos padres, y todos los demás involucrados. En este caso, el rol de una mujer que es hijastra o que es madrastra, es tratar de alivianar el dolor por el proceso de adaptación de cada uno de los miembros, y tratar de poner un granito de arena, por intentar convivir en paz.

Si eres hijastra, conversa con tu madre o padre, para que puedan buscar soluciones juntos, donde ninguno sufra ni tu como hija, ni tu madre o padre que esta con esta pareja, ni la nueva pareja, ni tu madre o padre que fue desplazado. Busquen de llegar a acuerdos juntos, y luego plantéenselos a la nueva pareja, para que todos sepan y estén de acuerdo con las soluciones, también, traten de conversar con el padre o madre, que fue desplazado por esta nueva pareja, para que trate de que en la mayor medida de lo posible, eviten en lo absoluto, provocar choques entre los miembros de esta nueva familia que se esta formando.

Si eres Madrastra, conversa con tu pareja, acerca del valor que tu tienes para el, en relación a su antigua pareja, y en relación a ti misma como persona, pero plantéale que no quieres rivalizar con sus hijos, ni competir a quien quiere mas si a sus hijos o a ti, que le aceptaste como pareja, a pesar de que habían hijos de otra persona por el medio, pero que no estas interesada en opacar a sus hijos, pero tampoco de que te opaquen por detrás de sus hijos, sino que cada quien ocupe un lugar especial en su vida, y en el hogar. No maltrates a los hijos de tu pareja, pero tampoco permitas que te maltraten por ellos. Simplemente enséñale a tu pareja a ser responsable, con los compromisos que ya tenía, pero también con el compromiso, que ha adquirido contigo. Tu no dejas de valer por no ser la madre de ellos, y ellos no dejan de valer, por no ser tus hijos, simplemente tu tienes tu lugar y ellos tienen el lugar de ellos, y el papel de tu cónyuge es darle a cada quien el lugar que le corresponde.

Si las cosas no funcionan, es probable de que tu conyuge deba revisarse acerca de si ha sabido, confrontar la situación, y ha asumido correctamente su papel, ya que el principal responsable, de que ambos bandos estén unidos y convivan en un mismo techo, es por su propia responsabilidad. El es quien termino la relación con la verdadera madre de sus hijos, y el fue quien decidió, tomar para si una nueva pareja, y fue quien decidió unir a sus hijos con esta nueva pareja, por lo tanto debe aprender a ser responsable por sus acciones, y decisiones, y debe trabajar por garantizarle estabilidad emocional a ambos bandos, sus hijos y a la pareja que escogió para convivir. Y debe garantizarle a la nueva pareja, que la antigua pareja, no entorpezca su relación, usando como excusa a sus hijos, como conducta manipulativa.

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