viernes, 2 de julio de 2010

COMO TRATAR A UN NIÑO AUTISTA

Mu­chos de no­so­tros al­gu­na vez com­par­ti­mos el es­pa­cio con un niño o niña au­tis­ta, y al ver­los hay un mi­llón de pre­gun­tas que se cru­zan fren­te a esta si­tua­ción; entre ellas,¿los au­tis­tas saben lo que es amar?

Pero en cuan­to te­ne­mos el pla­cer de ver­los y lo­grar un acer­ca­mien­to nos damos cuen­ta que den­tro de sus po­si­bi­li­da­des nos de­mues­tran sus ganas de estar a nues­tro lado.

Un niño ”nor­mal” nos dice te quie­ro, un niño con au­tis­mo se sien­ta cerca nues­tro, cam­bia la ca­ri­ta o trata de imi­tar­nos. Así como a estos niños les en­se­ña­mos mu­chas ha­bi­li­da­des, tam­bién les po­de­mos en­se­ñar a de­mos­trar sus sen­ti­mien­tos.

Por­que los au­tis­tas sí sien­ten, aman y su­fren al igual que todos no­so­tros, sólo que no saben de­mos­trar­lo de la misma ma­ne­ra que es­ta­mos acos­tum­bra­dos.

Los niños con au­tis­mo ne­ce­si­tan de mu­chas cosas, pero las más im­por­tan­tes son amor y cons­tan­cia, ya que los que su­fren de esta pa­to­lo­gía ne­ce­si­tan se­gu­ri­dad sobre las cosas que vi­vi­rán (que el mundo sea pre­de­ci­ble) una buena ru­ti­na y no un caos. A veces el len­gua­je oral no es el mejor para co­mu­ni­car­se con un au­tis­ta, no por­que sean in­ca­pa­ces de en­ten­der­lo sino por­que los tiem­pos que lle­va­mos en la so­cie­dad ac­tual nos hacen ha­blar muy rá­pi­do y uti­li­zan­do más pa­la­bras de las ne­ce­sa­rias, por eso al ha­blar con un au­tis­ta sién­te­se fren­te a él, res­pi­re ondo y hable pau­sa­do con fra­ses cor­tas. In­ten­te adé­mas co­mu­ni­car cosas por otros me­dios, la mú­si­ca, los li­bros, el arte, etc.

Hace un tiem­po co­no­cí a una niña con au­tis­mo, a ella se le en­tre­ga­ban pe­que­ños li­bros se­ma­na­les con las cosas nue­vas que vi­vi­ría la se­ma­na si­guien­te…estos li­bros te­nian fotos, tex­tu­ras, di­bu­jos, co­lo­res, olo­res in­ten­tan­do, así, acer­car­la a la pró­xi­ma ex­pe­rien­cia.

Hay que fo­men­tar­les la au­to­no­mía, pe­dir­les que hagan lo que pue­den hacer y ayu­dar­los con lo que aún no lo­gra­ron, no in­va­dir­los, estar junto a ellos pero de­jar­los vivir su vida y lo más im­por­tan­te no ol­vi­dar que no­so­tros tam­bién te­ne­mos nues­tras ne­ce­si­da­des. No por estar con un niño au­tis­ta usted de­ja­rá de arre­glar­se, ir al baño, co­ci­nar, etc; ma­né­je­se como lo haria con un niño “común” por­que es de­re­cho del niño ser tra­ta­do por igual.
La pu­bli­ci­dad nos ayuda a man­ten­ter el sitio, gra­cias:

Ellos son gran­des fuen­tes de sa­bi­du­ria, hay muy bue­nos mú­si­cos, pin­to­res, ma­te­má­ti­cos, aun­que no lle­guen a ser re­co­no­ci­dos en la so­cie­dad. Las fa­mi­lias, los maes­tros y todas las per­so­nas que ten­gan el pla­cer de cru­zar­se en el ca­mino de la vida con ellos co­no­ce­rán a ese Gran ar­tis­ta.

Esta nena (de la que ya conté) tenía una gran fa­ci­li­dad con la mú­si­ca, cuan­do can­ta­ba­mos ella pal­mea­ba su ritmo en la mesa, re­cuer­do sen­tar­me más de una vez en la misma mesa que ella y me ponía a gol­pear la mesa una vez, dos veces, tres veces, ella co­lo­ca­ba su oido en la mesa y re­pe­tia con sus manos los so­ni­dos. A veces bai­la­ba con sus bra­zos al com­pás de la mú­si­ca y le en­can­ta­ba es­cu­char Mo­zart a tal punto de tran­qui­li­zar­la.

A los niños con au­tis­mo hay que ayu­dar­los a bus­car la ac­ti­vi­dad que les dá mas pla­cer y cuan­do se la en­cuen­tra usar­la como medio de co­mu­ni­ca­ción y por qué no, como medio para el apren­di­za­je; a qué niño no le gusta apren­der a sumar mien­tras salta a la cuer­da, a la­var­se los dien­tes mien­tras es­cu­cha una can­ción; no hay que ol­vi­dar que los niños au­tis­tas sobre todas las cosas son NIÑOS.


Como hacer un libro de acer­ca­mien­to a las ex­pe­rien­cias:

MA­TE­RIA­LES:

Te­nien­do en cuen­ta, que en poco tiem­po, ten­dre­mos una gran co­lec­ción de estos li­bri­tos es mejor ha­cer­los con ma­te­ria­les ba­ra­tos(re­ci­cla­dos) de esta forma aho­rra­re­mos, o de lo con­tra­rio com­prar el ma­te­rial ne­ce­sa­rio en gran­des can­ti­da­des, ya que se podrá uti­li­zar en otros li­bri­tos.

Los ma­te­ria­les serán todos aque­llos que lo­gren trans­mi­tir las sen­sa­cio­nes de esa ex­pe­rien­cia y los bá­si­cos para el ar­ma­do de un “libro”.

Ma­te­ria­les: car­tu­li­na, hojas de co­lo­res, cola vi­ní­li­ca, telas, fotos, lana, tex­tu­ras, esen­cias, per­fu­mes, etc.

AR­MA­DO:

* Se re­cor­ta en car­tu­li­na la can­ti­dad de hojas que ten­drá el libro(no más de 10) y se lo en­cua­der­na (con un par de gra­pas o co­cién­do­lo).
* En base a esto bus­ca­re­mos fo­to­gra­fías del nuevo dor­mi­to­rio, mues­tras de las tex­tu­ras (las cor­ti­nas, la al­fom­bra, algún nuevo ju­gue­te…etc) en éste caso, no hay un aroma es­pe­ci­fi­co pero de exis­tír un pa­pe­li­to con la mues­tra del per­fu­me es una buena idea.
* Luego de con­se­guir todos los ma­te­ria­les y saber más o menos como es­ta­rán ubi­ca­dos, se pue­den hacer di­bu­jos y pegar fo­to­gra­fías, crean­do así un libro con mu­chas he­rra­mien­tas úti­les para el pri­mer acer­ca­mien­to del niño a la si­tua­ción.
* Ex­pon­ga todo lo nuevo en el libro y el orden en que hará las cosas si se trata de una ac­ti­vi­dad (por ejem­plo la ru­ti­na para acos­tar­se).
* Cuan­do esté to­tal­men­te seco, se le en­tre­ga­rá al chico co­men­tán­do­le con fra­ses cor­tas y sen­ci­llas de qué trata y por qué su­ce­de­rá lo que está vien­do en el libro. Al mo­men­to de vivir la ex­pe­rien­cia es bueno que el chico tenga a su lado ese libro, esto le brin­da­rá se­gu­ri­dad para afron­tar los cam­bios, ya que lo que está allí sí es co­no­ci­do por él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario