jueves, 26 de julio de 2012

EDUCAR CON AMOR

EDUCANDO SIN CASTIGO FÍSICO


A veces escucho que los padres mencionan: “ya verás en casa”! cuando el niño los desafía en la calle y de esta manera anuncian al pequeño que lo que hace esta mal y no pasará desapercibido. Los castigos se aplican a los niños, cuando éstos infringen  normas antes dadas, mediante las cuales queremos que aprenda a vivir adecuadamente en sociedad. Para ello es necesario mostrarle qué conductas están bien y cuáles no. 
¿QUÉ SE ENTIENDE POR CASTIGOS?
El castigo va orientado a corregir la conducta indeseada del niño, y esto no depende de cuánto nos moleste aquello que haya hecho mal, se debe tomar una postura coherente pero sin dramatizar la situación hasta llegar a mostrar furia e irracionalidad que nos llevan al descontrol y que finalmente confunden al niño ,porque a ciencia cierta no se le ha dicho con claridad que es lo que se espera de él. Antes se castigaba físicamente con mayor frecuencia; hasta se educaba con la premisa de “la letra con sangre entra”, era común ver castigos y ser castigados de muchas formas, porque en nombre de la efectividad del castigo, los adultos hacían gala de su ingenio para hacer sentir al niño quién manda, así se repartían correazos, palmazos,reglazos, etc acompañados de una serie de adjetivos e improperios provocando en el niño un dolor justificado a cambio de lo mal que se portó. Ahora esos niños son padres, porque muchos no continúan con esas medidas correctivas? Sirvió de algo?
Hay gente que sostiene que los castigos físicos no están demás si al niño se le somete con cariño, es decir que pueden interiorizar el mensaje al no quedar este solo en meras palabras sino que además van acompañados de una buena palmada. En otras palabras golpearlo para que las cosas no se nos vayan de las manos, pues un golpecito no le generará ningún trauma pero sí lo corregirá, y por último la frase más voceada: A mí me cayó de cuando en cuando y lo agradezco porque no soy una persona mala”.
A los niños de hoy se les tilda de consentidos, rebeldes, mimados e irrespetuosos, tiene esto que ver con quitarles el castigo físico y verbal?
Los hijos de hoy tienen problemas por que los padres son muy permisivos, cosa que antes no existía al validar el golpe. No podemos pensar en romper el eslabón de hijos golpeados, siendo padres que no lo hagan pero que permitan todo a sus hijos sin límites claros, sin autoridad, para que ellos vivan todo lo contrario, esto genera otros resultados, en realidad serán distintos no serán inseguros como los niños afectados por insultos y golpes pero serán incapaces de hacer frente a la vida y a la realidad que ésta les plantee, porque esperarán que otros resuelvan las cosas y acostumbrados a la ley del menor esfuerzo querrán obtener lo que desean siempre que otro, en nombre del amor que le tiene, lo haga por ellos.
No abandonemos la sublime misión de ser padres distrayendo la atención en otros requerimientos, asumamos la formación de nuestros hijos, no deleguemos esto al colegio, a tu hijo lo formas tú y tú eres responsable totalmente de ello; un hijo es fiel reflejo de las fortalezas y debilidades de sus padres.
Sin embargo las cosas han cambiado tanto que los padres pueden ser demandados por maltrato físico. No es necesario literalmente “poner mano dura” y pegar cuando basta con saber a qué se quiere llegar, poner límites, tener las reglas claras, saberlas comunicar y ser coherentes.
Para poner límites no hace falta tocarlos o insultarlos, porque concretamente si un golpe o insulto cuanto más duro sea nos diera la certeza de que las conductas inadecuadas se extinguen y que nuestro hijo será mejor persona, bastaría con una sola vez, para que como si fuésemos robots, el golpe nos reprograme y nunca más adoptemos ciertas conductas. Y esto no sucede por tanto el golpe no sirve.
Es muy frecuente escuchar que los castigos físicos dejan huellas y las cicatrices emocionales son indelebles .Ten  en cuenta que los enojos que te sacan de casillas no son por ellos mismos, sino por sus conductas, y por ello no se puede insultar a un niño dejando estás huellas indelebles si sabes que en fondo no tienes razón en lo que dices y al poco tiempo te arrepientes porque  tu enojo es por la conducta que manifestó, si rompió el florero él no es malo, lo malo es que no se juega pelota en la sala.
Si piensas que… Yo te digo...
El niño no se puede controlar hablándole y poniéndole normas claras porque tampoco se puede razonar con un niño.
Tu aprendiste a conducirte a golpes? Los recuerdas? Si tu respuesta es afirmativa probablemente no sea porque guardas para ti los mejores recuerdos, estoy segura que aprendiste, por ejemplo a trabajar en orden, sin necesidad de que tu jefe te agarre a golpes y esto permitió que te desarrollaras mejor.
Los niños son impulsivos e irracionales
Son así porque están en proceso de maduración,  adquisición de hábitos y normas, sin embargo  al castigarlos o insultarlos los padres estaremos actuando tan impulsiva como irracionalmente, es decir tan inmaduros como un niño.
Quiero hacerte algunas preguntas?
Perderíamos el control golpeando e insultando a un compañero de trabajo?...
Es posible que el niño pudiese causarte el mismo daño que tu a él ?…
Como se pretende controlar al niño en una situación de total descontrol?
Entonces acaso no estamos hablando de cierto abuso y descontrol que pedimos al niño si lo tenga?

PARA TENERLO EN CUENTA:
  • El perdón ante una acción equivocada también enseña y no se olvida, eso corrige antes de insultar o golpear porque implica que el adulto admite el error.
  • Existen técnicas para modificar la conducta y castigos positivos que pueden ayudar a mejorra conductas inadecuadas. El golpe por lo general las refuerza.
  • No relaciones el golpe y el insulto  para educarlo, antes debes admitir que es un descontrol emocional que debes corregir explicar y disculpar, y que esto no te invalida ni como padre ni como adulto.
  • Cada conducta tiene sus consecuencias, es la ley de la vida, no el castigo que reciben por no adoptar la norma de papá y mamá, en la vida les sucederá así inevitablemente y por ello es que desde pequeños los hacemos competentes y responsables preparándolos para asumir las consecuencias de sus actos, no para justificarlos.
  • Recordemos que lo padres somos ejemplo y si castigamos de manera física o verbal y lo justifican dentro de poco el niño también será agresivo y lo justificará, más aún cuando crezca.
  • El tipo de castigo debe ir en relación justa a su conducta y el niño sabrá desde antes cuál es la consecuencia. No es bueno castigarlos con frecuencia porque pierde eficacia al acostumbrase a ello.
Para la agresión no hay justificación y eso lo deben tener en cuenta tanto padres como hijos, aquí es donde entra la coherencia. Escuchar al niño y sus porqués es importante siempre que no se admitan las justificaciones que rompan la regla. Escucharlos para sentirse atendidos y prestos a la orientación, escucharlos para no solo juzgarlos, escucharlos para acercarlos, bajar la guardia y sus temores.
Ser firme y no tolerar la agresión permitirá al niño saber que se trata de algo importante porque sus padres le han explicado del tema sin necesidad de que la agresión exista ni desde ni hacia él, simplemente se trata de una actitud y conducta necesaria como pauta en la vida.

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