Tal vez conozcas a niños en tu colegio que necesitan una silla de ruedas o aparatos ortopédicos para desplazarse. Esos niños tienen necesidades especiales. No solo necesitan el equipo que les ayuda a moverse, también puede que necesiten disponer de rampas o ascensores. Es posible que también necesiten un autobús especial para ir al colegio, uno de esos que los eleve y meta en el autobús de forma que no tengan que subir los escalones.
Un niño que padece una enfermedad, como la epilepsia, la diabetes o la paralisis cerebral también tendría necesidades especiales. Pueden necesitar medicinas u otro tipo de ayuda para realizar sus actividades diarias. Los niños con problemas de visión podrían necesitar libros en Braille. Los niños con problemas de audicion o de habla también tendrían necesidades especiales. Es posible que un niño que tiene problemas de audición necesite audífonos para oír y logopedia, puesto que es difícil pronunciar las palabras correctamente cuando uno no puede oírlas muy bien.
Los niños con problemas de aprendizaje suelen tener necesidades especiales. Los niños con síndrome de Down pueden ir a un colegio normal y podrían incluso estar en tu clase, pero tienen necesidades especiales a la hora de aprender, por lo que un asistente (alguien que ayuda) podría acompañarles en clase.
Podrías identificar a algunos niños con necesidades especiales pero, probablemente, no a todos. Un niño podría tener un problema que no resulta evidente a menos que conozcas bien a la persona. Por ejemplo, alguien podría tener problemas de ansiedad (preocupación) pero no lo sabrías a menos que el niño te lo dijera. Posiblemente, sus padres, maestros y orientadores ya trabajan con él de forma individual para ayudarle con su problema.
¿Cómo es la vida de un niño con necesidades especiales?
Para un niño con necesidades especiales, la vida puede presentar más retos. Puede ser más difícil hacer cosas normales, como aprender a leer o, si la persona tiene alguna discapacidad física, moverse por la escuela o por un centro comercial. La buena noticia es que sus padres, médicos, enfermeras, terapeutas, maestros, etc. pueden ayudarles. El objetivo es ayudarles a ser tan independientes como sea posible.
Otros niños también pueden ser de gran ayuda. ¿Cómo? Siendo un amigo. Los niños que utilizan sillas de ruedas o tienen muchos problemas de salud desean amigos tanto como tú. Pero les puede resultar difícil conocer gente y hacer amigos. Algunos niños pueden burlarse o reírse de ellos. Avisa a un maestro si ves que están acosando o burlándose de alguien. Eso puede hacerle sentir muy solo.
Si conoces a alguien con necesidades especiales, intentar ayudarle. Podrías llevarle los libros o hacer algo tan sencillo como invitarle a almorzar contigo y tus amigos. También es importante no "ayudar demasiado" cuando no hace falta que ayudes. ¿Por qué? Porque, al igual que a ti, a los niños con necesidades especiales les gusta ser tan independientes como les sea posible.
Una de las mejores formas de ayudar a los niños con necesidades especiales es siendo amable. A medida que los vayas conociendo, puede que te ayuden a entender cómo es estar en su situación. Y estarás ayudando a cubrir una necesidad muy especial, una que todos tenemos: la necesidad de tener buenos amigos.
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