lunes, 8 de febrero de 2010

NIÑOS SANOS

Un vaso de leche contiene la tercera parte del aporte de calcio diario que necesita un niño.

Dicen los médicos que la osteoporosis es una enfermedad geriátrica que se forma en la infancia. Y es que el periodo de formación es vital para la salud de los huesos no sólo durante ese tiempo, sino sobre todo para el futuro.
Aproximadamente hasta mediada la década de los veinte años, creamos más hueso del que perdemos. A partir de esa edad, esa tendencia se invierte. Al llegar a los 18 años, las chicas han creado el 90% del total de su masa ósea, (20 años en los hombres). Por eso, es tan importante que hasta esa edad, se cuide especialmente la salud de los huesos. ¿Cómo hacerlo?
Los factores que determinan la fuerza ósea son la raza (los blancos tienden más a la osteoporosis); el sexo (los hombre tienen más masa ósea); las hormonas; el estado nutricional y la actividad física. Por eso, el estilo de vida es determinante a la hora de asegurarnos unos huesos fuertes hasta bien entrada la vejez.

La dieta es un factor importantísimo en este aspecto. Es vital tomar la cantidad necesaria de calcio, un nutriente esencial en la formación de hueso, así como magnesio, zinc y vitamina D. Para ello, nada como asegurarse tomar una buena cantidad de leche y productos lácteos (yogur, queso, helados, etc.); brócoli; soja; col china; vegetales de hoja verde; nueces; almendras; sardinas y salmón. Pero sin duda, la leche es el alimento estrella cuando se trata de calcio: un vaso de leche contiene una tercera parte del aporte del calcio diario que necesita un niño, y una cuarta parte de la que requiere un adolescente. Eso sí: los médicos aseguran que es preferible obtener los nutrientes a través de una dieta sana y variada que mediante suplementos de calcio. Y si a los niños no les gusta mucho la leche, nada como recurrir a pequeños trucos como hacerles batidos de fruta, poner algo de queso extra en la pizza, enriquecer sus bebidas con almendras o hacer las cremas con leche, en vez de con agua. Especial atención requieren las adolescentes, que a menudo, obsesionadas con el peso, rechazan ciertos productos que creen que pueden hacerlas engordar. En este caso, deben tomar lácteos desnatados, que no tiene grasa, pero sí todo el contenido en calcio.
El segundo factor que debe tenerse muy en cuenta es el ejercicio físico. De la misma forma que la actividad fortalece los músculos, también hace crecer los huesos. Para crear más masa ósea, son idóneos los deportes que requieren levantar peso, sea el del propio cuerpo (por ej., correr) o ajeno, como las pesas, el remo, etc.

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