sábado, 6 de noviembre de 2010

CARIES EN LOS NIÑOS

La caries rampante se produce cuando los padres dan el biberón o el chupete a los niños mojando la tetina en azúcar, para que duerman y se relajen. Ésta era una práctica muy común hace algunos años, y aunque actualmente se realiza en menor medida, sigue produciéndose, con unas consecuencias que pueden desencadenar severos problemas de salud, como es el caso de la caries rampante.

“La caries rampante tiene un efecto fulminante. En dos semanas puede acabar con los dientes. Suele producirse entre los 4 y los 8 años”, asegura Lourdes García-Payo, ondontóloga.

Poner a los niños azúcares en las tetinas de biberones y chupetes puede ser un recurso muy efectivo para tranquilizar a los pequeños, pero también puede resultar muy dañino para los menores, ya que este mismo azúcar, queda impregnado en los dientes dejando que las bacterias actúen tranquilamente, provocando la caries rampante.

Sus efectos son fulminantes y acaba con la dentadura
El niño puede llegar a perder todas sus piezas dentales, además de provocar en los menores infecciones de garganta y abscesos en encías. Todos estos problemas pueden derivar también en problemas digestivos graves.

Otro gran problema es que los residuos que quedan en la boca del niño pueden mantenerse en la raíz de los dientes de leche y provocar así la desviación de los brotes dentales definitivos.

“Sería estupendo decir que tiene una solución, sin embargo, su tratamiento es muy difícil, ya que la única opción es la de extraer las piezas dentales”, afirma García-Payo.

Fomentar los hábitos de higiene desde muy pequeños
Es por esto por lo que los especialistas inciden en la importancia de acabar con estos malos habitos como es lahigiene dental desde que comienzan a salir los primeros dientes,
enseñando poco apoco alos pequeñosusar el cepillo de dientes y a convertirlo en una más de sus rutinas.

Cuidar la higiene dental de los niños resulta muy importante para evitar problemas en un futuro, teniendo en cuenta además, como comentábamos antes, que las infecciones y problemas de higiene bucal pueden tener muchas consecuencias para la salud general de los niños.

Lo que debe quedar claro es que el azúcar es el máximo enemigo de los dientes y, por tanto, ha de evitarse en lo posible el contacto con ellos, especialmente si no son azúcares naturales, como pueden ser los de la fruta.

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