viernes, 12 de noviembre de 2010

NIÑOS

Los padres suelen ponerse a la altura de un niño y hablarle a medias y tipo jerigonza como lo hacen ellos.

Para que nuestros hijos tengan un vocabulario amplio y preciso, una facilidad de expresión y comunicación y una buena construcción de frases cuando crezcan hay que empezar desde que son pequeños.

Al hablarles con palabras claras él podrá obtener buen vocabularios y pronunciar correctamente desde el principio.

Uno de los objetivos perseguidos con los ejercicios y juegos se centra en la adquisición de un vocabulario amplio y preciso. Otros van encaminados a lograr una mejor expresión. Así, en el futuro se sentirán totalmente seguros al mantener una conversación con los demás.

El niño hasta los ocho años tiene una gran capacidad de aprendizaje y está más abierto a procesos de razonamientos lógicos, lo que le ayudará a estudiar mejor en el futuro.

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