viernes, 5 de noviembre de 2010

LAS GOLOSINAS Y MAS

golosinas
Las chucherías están tan instaladas en el día a día de muchos niños y familias que en muchas ocasiones las consideramos un alimento más. Sin embargo, las chucherías deberían ser un “alimento” ocasional debido a sus características nutricionales.
Bien dulces o bien saladas, las chucherías que suelen constituir tentempiés, aperitivos o postres, cuentan con una composición que no las hace demasiado recomendables. Caramelos, regalices, chicles, patatillas… se sitúan en lo alto de la pirámide nutricional, donde aparecen los alimentos superfluos y ocasionales.
Éstos son diez datos sobre las chucherías que deberíamos tener en cuenta antes de ofrecer un caramelo o un aperitivo salado a los niños.
  • Las golosinas aportan mucha energía, pero pocos nutrientes. Por eso, a veces se dice que son “calorías vacías”, es decir, que ayudan a aumentar de peso pero no a crecer. Por ello, es preferible elegir otros alimentos que el organismo de los pequeños necesita para crecer saludablemente.

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