Mientras parecía que la obesidad infantil había llegado a su pico máximo, sigue aumentando en las niñas afroamericanas y nativas, afirmó un estudio realizado en Estados Unidos.
Y los mayores aumentos en la década pasada se dieron en los niños más obesos, sin importar el género y la etnia, indicó el equipo de la doctora Kristine Madsen, de la University of California en San Francisco. "Nuestros niños más obesos siguen engordando", dijo la experta.
Los últimos datos nacionales sugieren que el porcentaje de niños obesos se estancó en Estados Unidos, "lo que es la primera señal de retracción de la epidemia de obesidad pediátrica", escribió el equipo en la revista Pediatrics.
Pero esos mismos datos, de entre 1999 y el 2008, muestran también que los niños hispanos y negros son más propensos a la obesidad que los blancos no hispanos.
El equipo revisó datos de casi 8,3 millones de alumnos de quinto, séptimo y noveno grado de California, a los que se les había medido el índice de masa corporal (IMC) entre el 2001 y el 2008. El IMC es un indicador del peso en relación con la altura.
En los niños, ese índice no se usa de la misma manera que en los adultos: un niño es obeso si su peso con relación a su altura y edad está dentro del percentil 95, es decir, si el niño es más pesado que el 95 por ciento de sus pares de la misma edad y altura.
Y es obeso mórbido si su IMC está en el percentil 99 o pesa más que el 99 por ciento de sus pares de la misma altura.
Por ejemplo, un varón de 14 años y 1,6 metro de alto (la altura promedio para la edad) sería considerado obeso si pesara por lo menos 70 kilos, y obeso mórbido si supera los 89,8 kilos.
Tras utilizar el percentil 95 como punto de corte del análisis, el equipo observó que la prevalencia de la obesidad (el porcentaje de niños obesos en el grupo) disminuía en los varones y en las niñas blancas a partir del 2005.
La prevalencia de la obesidad se mantuvo estable a partir del 2005 para las niñas hispanas, pero siguió creciendo en las afroamericanas y nativas. "Ni siquiera pudimos identificar su pico máximo", dijo Madsen.
Y la prevalencia de la obesidad mórbida sólo disminuyó en los varones blancos y asiáticos; para el resto, se mantuvo igual o aumentó.
En el 2008, alrededor del 5 por ciento de las niñas nativas y afroamericanas eran obesas mórbidas, comparado con el 1 por ciento de las niñas blancas no hispanas.
Si bien es una buena noticia que la obesidad esté disminuyendo en algunos grupos de niños, "la mala noticia es que la tendencia está limitada a algunos grupos, lo que significa que las disparidades están aumentando".
Y los mayores aumentos en la década pasada se dieron en los niños más obesos, sin importar el género y la etnia, indicó el equipo de la doctora Kristine Madsen, de la University of California en San Francisco. "Nuestros niños más obesos siguen engordando", dijo la experta.
Los últimos datos nacionales sugieren que el porcentaje de niños obesos se estancó en Estados Unidos, "lo que es la primera señal de retracción de la epidemia de obesidad pediátrica", escribió el equipo en la revista Pediatrics.
Pero esos mismos datos, de entre 1999 y el 2008, muestran también que los niños hispanos y negros son más propensos a la obesidad que los blancos no hispanos.
El equipo revisó datos de casi 8,3 millones de alumnos de quinto, séptimo y noveno grado de California, a los que se les había medido el índice de masa corporal (IMC) entre el 2001 y el 2008. El IMC es un indicador del peso en relación con la altura.
En los niños, ese índice no se usa de la misma manera que en los adultos: un niño es obeso si su peso con relación a su altura y edad está dentro del percentil 95, es decir, si el niño es más pesado que el 95 por ciento de sus pares de la misma edad y altura.
Y es obeso mórbido si su IMC está en el percentil 99 o pesa más que el 99 por ciento de sus pares de la misma altura.
Por ejemplo, un varón de 14 años y 1,6 metro de alto (la altura promedio para la edad) sería considerado obeso si pesara por lo menos 70 kilos, y obeso mórbido si supera los 89,8 kilos.
Tras utilizar el percentil 95 como punto de corte del análisis, el equipo observó que la prevalencia de la obesidad (el porcentaje de niños obesos en el grupo) disminuía en los varones y en las niñas blancas a partir del 2005.
La prevalencia de la obesidad se mantuvo estable a partir del 2005 para las niñas hispanas, pero siguió creciendo en las afroamericanas y nativas. "Ni siquiera pudimos identificar su pico máximo", dijo Madsen.
Y la prevalencia de la obesidad mórbida sólo disminuyó en los varones blancos y asiáticos; para el resto, se mantuvo igual o aumentó.
En el 2008, alrededor del 5 por ciento de las niñas nativas y afroamericanas eran obesas mórbidas, comparado con el 1 por ciento de las niñas blancas no hispanas.
Si bien es una buena noticia que la obesidad esté disminuyendo en algunos grupos de niños, "la mala noticia es que la tendencia está limitada a algunos grupos, lo que significa que las disparidades están aumentando".
La verdad que es preocupante a más no poder, y hay que tomar medidas para que a los niños les espere un futuro mejor que ese problema.
ResponderEliminarOs dejo un artículo muy interesante también sobre el tema que seguro que os viene bien. Un saludo!
http://www.gallinablanca.es/vida-sana/articulos/obesidad-infantil.aspx