jueves, 8 de diciembre de 2011

A LA CAMITA


Puede que en los primeros años de vida algunos niños  muestren algo de resistencia cuando sus padres avisan que ya es hora de dormir. Como en tanto otros aspectos de la vida, los  niños  prueban los límites de sus padres, quienes deben de manera firme pero con amabilidad explicar que hay unas normas de la casa que cumplir, entre ellas el horario de descanso  – como también el de las  comidas, el del baño y otros –.
Así, es posible echar manos a muchos recursos, todos destinados a que el mensaje sea claro: pasamos de la vigilia al descanso. Cuentos, música  suave , canciones, luz tenue, ayudan a establecer esa diferencia.
También es útil que haya un momento aunque sea de pocos minutos en el que el pequeño recapitule junto a mamá o papá todo lo que ha hecho en el día, para que sienta que sus padres se interesan por lo que le pasa y por su día a día.

En resumen, algunas medidas para llevar a cabo a la hora de dormir:
- Fijar horarios: comidas, aseo personal, dormir.
- No permitirles el uso de la televisión, computadora o juegos electrónicos a ciertas horas de la noche.
-  Los hermanos deben comenzar con la rutina del sueño al mismo tiempo.
-  No es necesario estar presente hasta que el niño concilie profundamente el sueño, de esta manera logrará su autonomía.
-  Debe comenzar con la rutina del sueño en su habitación.
-   Acompañar, no invadir.
Si el niño logra un descanso óptimo por la noche, al día siguiente su rendimiento escolar, en los juegos y otras actividades será inmejorable, al tiempo que evitamos muchos problemas asociados a un sueño deficiente.

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