El destete es un proceso de aprendizaje. Es necesario que se realice de forma gradual, progresiva e imperceptible. El tiempo varía de acuerdo a las necesidades de cada lactante, pues es una etapa de grandes cambios.
Para todas las madres amamantar significa mucho más que alimentar a su niño, significa un hecho natural, tierno y preventivo. Además, trae consigo increíbles beneficios físicos y emocionales de vital importancia para el buen desarrollo de sus hijos.
Una mamá que amamanta adecuadamente, cumple con una etapa para la que ha sido preparada desde su infancia. Esto incide positivamente en su autoestima y seguridad. Facilita y mejora el vínculo madre-hijo en una etapa crítica del desarrollo madurativo y emocional de ambos.
Un conocimiento claro y con soporte científico es que un bebé debe ser amamantado en forma exclusiva –solamente pecho- hasta el sexto mes de vida. Pero, la pregunta de muchos padres es ¿cuánto tiempo más? Una vez que se incorporan a la dieta las papillas, el valor nutricional y social del amamantamiento disminuye.
El destete, así como lo fue la puesta al pecho en su momento, es un proceso de aprendizaje. Comienza cuando se agrega a la leche materna cualquier otro tipo de alimento y se completa cuando se suspenden las puestas al pecho.
Para que sea natural, se deben tener en cuenta las necesidades de cada niño, que seguramente serán diferentes e individuales para cada uno de ellos. Para ellos desde PortalMundos te ofrecemos algunos consejos prácticos para que que puedas realizar el destete de la forma más exitosa posible:
• Es necesario recordar que el destete preferible es el conducido por tu hijo, y generalmente se dará en tanto y en cuanto se encuentre bien estimulado en las distintas áreas del desarrollo.
• El destete abrupto, es desaconsejado, a menos que ocurra por una causa particular que lo justifique. Lo ideal es ir disminuyendo las mamadas progresivamente hasta que la única puesta al pecho sea la de la noche.
• Comienza con alimentos de fácil digestión, así el bebé los tolerará de mejor manera.
• Comienza dándole alimentos durante el día y solo amamántalo a la noche. Estás son las últimas que va a dejar.
• Luego, acorta el tiempo de las mamadas. Posponlas, entreteniéndolo con otras actividades.
Recuerda, que con el tiempo debemos aprender que nuestro hijo necesita estar menos cerca de su mamá, lo que en realidad significa que ya nos necesita de otra manera.
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