viernes, 11 de diciembre de 2009

NIÑOS HIPERSENSIBLES

Cuántas cosas han cambiado en la educación de los niños en los últimos años. Afortunadamente. Sobre los dos o tres años, lo que antes se denominaba “un niño llorón”, es decir, un niño que sin causa especialmente justificada lloraba con mucha facilidad, hoy se sabe que probablemente es un niño demasiado sensible o hipersensible.

Esto no quita para que haya niños que lo hagan no por exceso de sensibilidad, sino porque quizá no les han enseñado o todavía no han aprendido a canalizar bien sus frustraciones. De cualquier forma, te damos unas pistas para que descubras si tu hijo es hipersensible, ya que de serlo, tú puedes ayudarle a superarlo. Son niños que:

Lloran si alguien grita repentinamente a su lado aunque no se esté dirigiendo a ellos.

  • Se impresionan fácilmente.

  • No se adapta a cambios de vivienda, ya sea en vacaciones o en casa de alguien un fin de semana.

  • Sufre ante cualquier cambio en la rutina diaria.

  • Cuando le reprendéis, regañáis o corregís en algo, se entristece exageradamente, se tapa la cara o baja la cabeza.

Si tu pequeño cumple varios de estos puntos lo más probable es que tengas un hijo hipersensible. Como antes hemos dicho, tú puedes ayudarle a superar esos sentimientos que le abruman y le hacen sentirse inseguro y triste cuando llega algún contratiempo.

Son varias las pautas que recomiendan los especialistas y todas tienen un nexo común: debes tener mucha paciencia y demostrarle tu cariño constantemente.

Controla tu tono de voz, por muy enfada que estés. Cuando debas reñirle, acércate a él, mírale a los ojos desde su altura, tócale suavemente y dile “eso no se hace” de forma firme pero con un tono normal. Aunque parezca mentira, probablemente esta forma de proceder haría entrar en razón a muchos niños, sensibles o no, antes que el grito por parte de los padres.

Repítele las prohibiciones una y otra vez, siempre con tono controlado, aunque intentando cambiar la modulación, e intentando repetir las mismas frases. Su memoria todavía no retiene muchas cosas y le es imposible acordarse.

Cuando rompa a llorar ante una regañina, a pesar de que te estés controlando, déjale que se desahogue. Necesita exteriorizar su frustración. Poco a poco y con tu perseverancia, irán espaciándose estas reacciones.

No cedas por mucho que llore. Aunque lo comience a hacer por exceso de sensibilidad, si un día descubre que gracias a sus lágrimas consigue lo que quiere, lo hará siempre y por todo, le afecte o no en su interior. Mientras llora, intenta quedarte con él y dale tu cariño, pero sin ceder a sus pretensiones. Esto hará que diferencie que no le rechazas a él, sino a su acción. Lo que a su vez hará que aumente su autoconfianza, que es lo que necesita un niño hipersensible para superar su angustia.

No le ahorres frustraciones típicas de su edad. Es normal que los niños tengan que soportar cuarenta indicaciones al día de lo que tienen que hacer o no: no te asomes a la escalera, no cojas el vaso, cuidado con la moto, no corras, no pintes la pared, y un largo etcétera. Y aunque al niño hipersensible le hacen sentirse peor que a uno que no lo es, no por ello se le deben dejar de decir, primero porque es parte de su educación social y emocional y segundo porque a superar las frustraciones se aprende con frustraciones.

Para terminar, también existen unas pautas para ayudar a que los niños hipersensibles no vivan su exceso y cúmulo de sentimientos de forma angustiosa. Estas son:

  • Llevar un horario regular y sin grandes cambios ni sobresaltos.

  • Dormir lo necesario para su edad.

  • Hacer algo de ejercicio físico diario.

  • Intentar que no coma alimentos excitantes, tipo la cola o el chocolate y que en cambio tome mucha verdura y fruta.

Si después de leer esto crees que tu hijo es uno de estos niños, no te preocupes. Ponte manos a la obra y verás como poco a poco va superándolo.

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