lunes, 11 de junio de 2012

CUIDANDO LOS DIENTES EN LOS NIÑOS

Mi hijo tiene caries

El pediatra de tu hijo controlará su proceso de dentición, pero desde los 2-3 años conviene que de forma rutinaria, acudas al dentista una vez al año. De esta forma, el niño asumirá esta visita como algo normal y el odontólogo podrá detectar precozmente los problemas de mordida, las posibles caries y los tratamientos que éste necesita.


No creas que la caries es un problema propio de adultos o de niños mayores. Según el último estudio realizado por una conocida marca de dentífricos y la Fundación Dental Española, el 23% de los menores de 6 años en nuestro país tiene más de tres caries y el 15%
(casi 95.000 niños) tiene más de 6 piezas cariadas.
En nuestra boca hay numerosas bacterias responsables de la caries que controlamos de forma natural mediante la saliva (ya que ésta posee una sustancia con efecto bactericida y antiséptico) y con una higiene correcta. Cuando uno de estos frentes falla, las bacterias, los residuos de la comida y las proteínas de la saliva se combinan para formar la placa bacteriana.
La placa es una sustancia que se pega a los dientes y que favorece la irritación de las encías o gingivitis y la periodontitis (infección del ligamento periodontal y destrucción del hueso que soporta los dientes).
Además, si no se elimina la placa, ésta se mineraliza y se convierte en sarro.
El 81% de los odontólogos considera que para no llegar a este extremo es vital mantener una correcta higiene bucal desde muy pequeños.
Los profesionales recomiendan seguir cuatro pasos fundamentales en el cuidado higiénico de la boca:
1. Usar correctamente el cepillo dental (los dientes tienen cara vista, cara posterior y cara superior y hay que cepillar todas ellas durante un tiempo total estimado de dos minutos).
El cepillo, sea de la categoría que sea, debe cambiarse cada tres meses de forma improrrogable.
2. Emplear un dentífrico adaptado a cada necesidad (con baja fluoración o específicos para niños; fluorados, para personas que habiten en zonas de la geografía española con agua poco fluorada; para dientes sensibles, etc.).
3. Completar la higiene con colutorios y seda dental para limpiar los espacios entre los dientes (el niño no sabrá usarla, pero tu ejemplo es la mejor forma de enseñarle).
4. Visitar periódicamente al dentista, de forma preventiva y sin que exista dolor ni ninguna necesidad inmediata.

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