COSQUILLAS

Hazles cosquillas a tus hijos

Escuchar reír a un bebé o a un niño es sensacional. Casi siempre sus risas nos contagian y alegran el día, así que hacer un poco de cosquillas a tus pequeños llenará tu hogar de esos dulces y sanos sonidos.

Beneficios de salud

Las cosquillas estimulan los sentidos del niño, así como sus capacidades de socializar y de expresarse.

Como de manera involuntaria provocan risa, algunos médicos las aconsejan como terapia anti-estrés y como un medio para estrechar la relación entre padres e hijos.

Además, las cosquillas ayudan a ejercitar los músculos, mejoran el sistema inmunológico y fortalecen el corazón.


Dibuja sonrisas

Un poco de cosquillas para darles los buenos días a tus hijos los hará saltar de la cama con buen humor.

También puedes hacerlos reír un poco antes de que salgan a la escuela.

Puedes usarlas como muestra de cariño cuando se sienten juntos a ver televisión.

Unas cosquillas en su pancita los alegrarán si han tenido un mal día o se sienten tristes.


Diviértete sin abusar

Las cosquillas son reacciones nerviosas que pueden ser placenteras en un principio, pero que se tornan molestas después de un largo período -no te dejes engañar si la risa no cesa, porque ésta es un reflejo involuntario e incontenible. Incluso, los romanos llegaron a emplear las cosquillas como método de tortura. Usa tu sentido común para no hacer que algo que tiene un buen propósito -como es provocar carcajadas- se convierta en el momento incómodo entre padres e hijos.

¿Cuándo detenerte?

Ante cualquier muestra de desagrado por parte de tu hijo.

Cuando la risa del pequeño sea tan desmedida que le cueste respirar.

Nunca les hagas cosquillas cuando tengan alimento o bebida en la boca, porque podrías provocar que se atraganten.


Y como en casa a todos les gusta participar de una bella sesión de cosquillas -y este comportamiento no exclusivo de los humanos-, aquí un ejemplo de que hasta las mascotas pueden entrar en el juego que los hará reír a todos: