jueves, 19 de enero de 2012

DE 3 A 4, APRENDER A NADAR

Aunque muchas piscina  admiten a bebés a partir de los cinco meses, hasta el tercer cumpleaños los niños no son capaces de adquirir autonomía en el agua ni desarrollar los movimientos propios de la  natasción. Además, a esta edad los pequeños ya atienden a las explicaciones del monitor y pueden dirigir sus movimientos conscientemente.

Poco a poco

La primera regla de oro es no forzarles, ya que es contraproducente. Lo único que se puede hacer para ayudar al niñoa vencer su pánico es convencerle de que en la piscina no pasa nada.
Después, debes seguir los siguientes pasos:
  • Es bueno que vea a otros niños  jugando  en la piscina , enseñarle el material auxiliar que le ayudará a mantenerse a flote y asegurarle que siempre estará en brazos de mamá, papá o su monitor.
  • También podemos pedirle que lance juguetes al agua para que vea cómo flotan.
  • El paso siguiente es meterse con él en el agua. Pídele que vaya soltando las piernas y los brazos de forma que solo le sujetes por debajo de las axilas. Puede jugar a salpicar  con las manos o entretenerse con un juguete.
  • Si después de dos o tres sesiones sigue llorando desconsoladamente... siempre puede volver al año siguiente.
  • Una vez familiarizado con el agua, tiene que adaptarse a ella. Después de varias sesiones, el niño percibe diferencias en el peso corporal, entiende el concepto de equilibrio y cómo lograrlo, aprende a respirar... Pero todo lleva su tiempo y, aunque algunos avanzan muy rápido, lo normal es que tarden al menos dos meses en aprender a nadar con material de apoyo.
  • Para que puedan nadar sin ayuda, la media de tiempo varía mucho de un niño a otro. Depende de  desarrollo de sus  habilidades  motorasl  y de la propia iniciativa del pequeño. En cualquier caso, por regla general, en poco más de un año suelen ser totalmente autónomos en el agua.

Material de apoyo para aprender a nadar

  • Cinturón de tablas: es un cinturón con tablitas pequeñas que se pueden quitar y poner. El niño se mantiene a flote y puede moverse con libertad.
  • Tablas en el  Bañador:: cuando ya no necesita casi ayuda para mantenerse a flote, las tablas se introducen en su bañador.
  • Tabla de corcho: Sirve para ejercitar las piernas mientras se mantiene la cabeza y la parte alta del tronco por encima del agua.
  • Barras de flotación: también conocidas como «churros» o «bastones», son barras de espuma flexible a las que el peque se agarra para practicar movimientos.

Ya no se usa en clases de natación

  •   Flotador: es difícil dar con el tamaño adecuado (no puede ser grande porque el niño puede colarse a través de él, ni pequeño porque puede causarle rozaduras y heridas). Si el niño se da la vuelta con un flotador puesto, es difícil que pueda volver a salir a la superficie sin ayuda. El flotador dificulta el movimiento de cintura para arriba.
  •   Manguitos: son estupendos para los peques, pero los mayores que están aprendiendo a nadar acaban «colgándose» de ellos, lo que les resta agilidad para moverse con libertad por el agua.
  • Burbuja: solo tienen un punto de apoyo en flotación, la espalda, de forma que el peso del niño queda descompensado. Aunque le ayude a no hundirse, no permite el equilibrio adecuado.

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