Debido a los cambios bruscos que se producen tanto física como  mentalmente tras la llegada del bebé, es normal que la mayoría de las  mujeres se sientan  triste  los primeros días después del parto. Sin embargo hay que saber diferenciar entre la tristeza normal también llamada Baby“  blues” y una depresión potparto. La depresión suele tener síntomas más  serios como la ansiedad o la falta de apetito hasta llegar a tener  deseos de hacer daño al bebé o a una misma.
La depresión postparto es una enfermedad que en un principio no puede predecirse   aunque es cierto que si ya se ha tenido en embarazos   anteriores o se ha padecido depresión en otros momentos de la vida sea  más probable que la mujer pueda padecerla. La depresión postparto no  necesariamente llega los primeros días después del parto, puede llegar incluso semanas o meses después del nacimiento del bebé.
 
Para controlar estos cambios emocionales pueden seguirse unas pautas  que nos ayuden a no llegar a padecer la depresión postparto. Es muy  importante buscar apoyo en familiares o amigos para poder hablar sobre nuestros sentimientos. Del mismo modo puede servir hablar y compartir experiencias  de nuestra nueva vida con otras madres. Sería interesante que si se ha  participado en sesiones de preparación al parto conservar la amistad con  las otras embarazadas para conversar con ellas tras el alumbramiento. 
No intentes ser una supermamá, es normal que te encuentres saturada  por lo que sería recomendable tener a alguien que te ayude con el  cuidado del bebé. Igual de importante es mantener la intimidad con la pareja. El cariño y el diálogo con él puede servir de refuerzo. Es conveniente buscar tiempo para una misma,  sin el bebé. Hacer algo que te guste aunque sólo sea durante pocos  minutos hará que te evadas y que sientas que sigues siendo la misma.
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