Entre los 18 meses y los 2 años, los niños deben olvidar los pañales y habituarse al orinal.
Hasta poco antes de los dos años el niño no es capaz de interpretar los estímulos como el de tener la vejiga llena; por ello orina antes de que ésta se llene por completo no dándole tiempo de saber que tiene ganas de hacerlo. Es por este motivo que no es conveniente quitarle el pañal antes de esta edad.
Para conseguir controlar los esfínteres, es necesario que su sistema nervioso alcance cierto grado de madurez. Para saber identificar cuando es el momento idóneo para dar el paso hay que fijarse en cosas tipo: si el niño es capaz de subir y bajar una escalera, si tiene capacidad para concentrarse durante un largo rato en un juego, o si posee una cierta habilidad manual. Estos hecho indican que ha alcanzado una buena coordinación psicomotora.
Además, es a esta edad cuando los pequeños quieren imitar a los adultos que les rodean y desde su punto de vista alcanzar el objetivo de ir solo al baño le producirá mucha satisfacción. Para que el niño alcance este objetivo es importante que el clima familiar sea tranquilo y tolerante.
Cuando se decide empezar, no hay que ponerle el pañal en todo el día, a excepción de cuando duerme, por motivos de comodidad. Lo que no hay que hacer es recordarle a cada hora el orinal. Lo ideal es proponer una cita diaria con éste. Por ejemplo, después del desayuno. En muchas ocasiones, el intestino se pone en movimiento después de la primera comida del día.
Es normal que, en las primeras semanas, el pequeño advierta el estímulo cuando ya ha hecho pipí. En estos casos, si se le deja mojado durante unos minutos, se sentirá incómodo. Las próximas veces, intentará hacer todo lo posible para avisara a tiempo.
Hay que apoyar y ayudar al niño en lo que éste necesite, así como animarle y transmitirle la idea de que es capaz de conseguirlo. Para ello os proponemos seis trucos eficaces.
1. Comprar un orinal de colores y con forma original. Así será más fácil que se familiarice con este objeto.
2. Vestirle de forma práctica: con faldas y vestidos si es una niña, y pantalones de goma elástica si es un niño.
3. Darle ejemplo para ayudarle a aprender: permite que el niño presencie las prácticas higiénicas habituales de los padres o hermanos mayores.
4. No hay que insistir si no quiere permanecer sentado en el orinal.
5. Hacerle compañía y elogiarle.
6. Si se advierte cierto temor o inseguridad, se puede distraer al niño con un juego.
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