La dislexia representa un problema importante en la enseñanza, ya que dificulta el aprendizaje de la lectura y como consecuencia de la escritura, por tanto, el tratamiento de la dislexia tiene una incidencia favorable para disminuir el fracaso escolar.
Características del tratamiento de la dislexia:
La definición de dislexia de M. Thomson dice: es una dificultad grave en el área escrita del lenguaje, independiente de causas intelectuales, culturales o emocionales del individuo. Las adquisiciones de la persona en el ámbito de la lectura, la escritura y el deletreo, son muy inferiores a la inteligencia y edad cronológica del sujeto.
La dislexia es un problema cognitivo que afecta las habilidades lingüísticas escritas, principalmente en el paso de la codificación visual a la verbal, la memoria a corto plazo, la percepción del orden y la secuenciación.
Este trastorno es originado por múltiples causas, las que pueden agruparse en factores neurofisiológicos, debido a una maduración del sistema nervioso más lenta; y en conflictos psíquicos, debidos a las presiones ambientales que sufre el niño.
Por tanto, el tratamiento de la dislexia abarca una serie de trastornos que se incluyen en la misma, como: la mala lateralización; alteraciones de psicomotricidad; trastornos perceptivos.
El niño disléxico muestra falta de atención, debido a los esfuerzos que debe realizar para superar sus dificultades perceptivas específicas, por esto mismo, no siente interés por el aprendizaje de la lectura y escritura. También demuestra desinterés por el estudio, lo que se suma a la falta de estimulación que el entorno escolar y familiar le proporciona.
Estos niños presentan problemas de adaptación personal, pues no pueden orientarse correctamente en el espacio y tiempo, carecen de puntos de referencia o apoyo, lo que los torna inseguros, y sus reacciones por consecuencia, serán inestables. Como mecanismo de defensa, desarrollan una excesiva confianza en sí mismos, incluyendo la vanidad, y son capaces de defender su punto de vista a ultranza.
Se pueden trazar tres niveles de evolución en el niño disléxico, de modo que deberá superar las dificultades que cada nivel le presenta.
En el tratamiento de la dislexia es fundamental un diagnostico precoz, para comenzar lo antes posible la readaptación escolar. Se recomienda que además del tratamiento precoz, se emplee un tratamiento de mantenimiento.
La recuperación en etapa escolar se centra en el área del lenguaje y en la inmadurez perceptiva y manual, abarcando ejercicios de: actividad mental, perceptivos y manuales, adquisición de conocimiento del cuerpo, equilibrio estático, equilibrio dinámico, espaciales, de lenguaje, conocimiento del propio cuerpo, de lectura y preescritura.
También se puede emprender el tratamiento de la dislexia utilizando el sobreaprendizaje, o sea aprender lentamente pero sin errores, de modo que se evite la corrección y la frustración.
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