Embarazos Ectópicos y Molares
Aunque la mayoría de los embarazos da como resultado el nacimiento de un bebé sano, a veces algo funciona mal desde el comienzo. Los embarazos ectópicos y molares son ejemplos de ello. Lamentablemente, ni los embarazos ectópicos ni los molares dan como resultado el nacimiento de un bebé y, sin un tratamiento inmediato, pueden poner en peligro la vida de la mujer embarazada.
¿Qué es un embarazo ectópico?
Hasta uno de cada 50 embarazos es ectópico, palabra que significa “fuera de lugar”.1,2 En los embarazos ectópicos, el óvulo fertilizado se implanta fuera del útero, por lo general en una de las trompas de Falopio, y comienza a crecer allí. En casos poco frecuentes, los embarazos ectópicos se implantan en el abdomen de la mujer, fuera del útero, en un ovario o en el cuello uterino.
¿Cuáles son los síntomas de un embarazo ectópico?
Algunas mujeres con un embarazo ectópico empiezan con síntomas típicos de los primeros meses de embarazo, como náuseas y sensibilidad en los pechos. Otras no tienen síntomas al inicio y puede que no se den cuenta de que están embarazadas. Sin embargo, aproximadamente una semana después de la primera falta del período menstrual, la mujer puede experimentar un leve sangrado vaginal irregular, en algunos casos de un ligero color marrón. Algunas mujeres confunden este sangrado con un período menstrual normal. La hemorragia puede ir seguida por dolor en la parte inferior del abdomen, por lo general en uno de los lados. La mujer con estos síntomas debe consultar a su médico rápidamente o acudir a la sala de emergencias de un hospital. Sin tratamiento, estos síntomas pueden ir seguidos durante varios días o semanas de fuerte dolor pélvico, dolor en el hombro (debido a sangre causada por un embarazo ectópico con rotura que presiona el diafragma), mareo, náuseas o vómitos.
¿Cómo se diagnostica un embarazo ectópico?
Puesto que los embarazos ectópicos pueden ser difíciles de diagnosticar, la mujer debe someterse a varias pruebas, entre las que se encuentran:
- Un examen pélvico
- Una serie de análisis de sangre para medir los niveles de una hormona del embarazo denominada gonadotropina coriónica humana (hCG). Las concentraciones de esta hormona suelen ser bajas en un embarazo ectópico.
- Exámenes por ultrasonido vaginales o abdominales para localizar el embarazo. Suele realizarse un ultrasonido vaginal ya que puede mostrar el embarazo antes que un ultrasonido abdominal.
Si estas pruebas no confirman un embarazo ectópico, es posible que el médico deba vaciar el útero (un procedimiento denominado dilatación y curetaje) para determinar si la mujer ha tenido un aborto espontáneo o un embarazo ectópico. Ocasionalmente, es posible que el médico deba observar los órganos abdominales directamente con un instrumento delgado y flexible denominado laparoscopio, que se introduce a través de una pequeña incisión en el abdomen mientras la mujer se encuentra bajo anestesia general.
¿Cómo se trata un embarazo ectópico?
Si el médico descubre un embarazo ectópico, debe extraerse el embrión (que no puede sobrevivir) para que no ponga en peligro la vida de la mujer. Si el embrión continúa creciendo, puede provocar una rotura en la trompa de Falopio y producir una hemorragia interna que pondrá en peligro la vida de la mujer. La mayoría de los embarazos ectópicos se diagnostica dentro de las primeras ocho semanas de embarazo, normalmente antes de que se rompa la trompa.
Existen dos tratamientos para los embarazos ectópicos:
- Medicación. Si el embarazo tiene apenas unos días y no se ha roto la trompa, la mujer puede ser tratada con un medicamento llamado metotrexato. Por lo general, se administra una sola inyección de este medicamento, aunque algunas mujeres pueden necesitar más. El metotrexato detiene el avance del embarazo y salva la trompa de Falopio. El cuerpo de la mujer absorbe gradualmente el embarazo.
- Cirugía. Si se diagnostica un embarazo ectópico antes de que se rompa la trompa de Falopio, el médico suele realizar una pequeña incisión para extraer el embrión. De este modo se conserva la trompa. Si el embarazo ectópico se diagnostica después de que la trompa de Falopio se ha estirado, o si se ha roto y ha empezado a sangrar, es posible que el médico deba extraer una parte de la trompa o la totalidad.
Después de cualquiera de estos tratamientos, el médico realizará un seguimiento de la mujer durante varias semanas mediante análisis de sangre hasta que los niveles de la hormona hCG vuelvan a cero.
¿Cuáles son los factores de riesgo para el embarazo ectópico?
El factor de riesgo más significativo para los embarazos ectópicos son las infecciones de transmisión sexual, como la clamidia, que pueden provocar una enfermedad pélvica inflamatoria y cicatrización en las trompas de Falopio. El daño en las trompas de Falopio aumenta el riesgo de embarazo ectópico. Otros factores de riesgo incluyen:1,2,3
- Embarazo ectópico previo.
- Medicamentos para la fertilidad y técnicas reproductivas asistidas (como fertilización in vitro).
- Embarazo después de ligadura de trompas fallida.
- Cirugías previas en las trompas de Falopio.
- Endometriosis (cuando el tejido uterino se implanta fuera del útero).
- Exposición al fármaco dietilstilbestrol (DES) durante el embarazo.
- Fumar cigarrillos.
En la mayoría de las mujeres se desconoce la causa de un embarazo ectópico.3
¿Cuáles son las perspectivas de futuros embarazos?
Muchas mujeres que han tenido un embarazo ectópico pueden tener embarazos saludables en el futuro. Los estudios sugieren que aproximadamente entre 50 y 80 por ciento de las mujeres que han tenido un embarazo ectópico puede tener un embarazo normal.2,3 Estos porcentajes son prácticamente los mismos que para las mujeres que han sido tratadas quirúrgicamente o con metotrexato.1 Sin embargo, las mujeres que han tenido un embarazo ectópico tienen una probabilidad de cerca del 10 por ciento de que ocurra de nuevo, por lo que deberán someterse a un estricto seguimiento médico cuando intenten concebir de nuevo.2
¿Que es un embarazo molar?
En un embarazo molar, la placenta crece de forma anormal durante los primeros meses y se convierte en una masa de quistes (llamada mola hidatidiforme) que se asemeja a un racimo de uvas blancas. El embrión no se forma en absoluto o se forma mal y no puede sobrevivir. Aproximadamente uno de cada 1,500 embarazos es molar.4
Existen dos tipos de embarazo molar: completo y parcial. Cuando la mola es completa, no hay embrión ni tejido placentario normal. Cuando la mola es parcial, hay un embrión anormal y puede haber algo de tejido placentario normal. Además, el embrión comienza a desarrollarse.
Ambos tipos de embarazo molar son causados por un óvulo fertilizado anormalmente. Cuando la mola es completa, todos los cromosomas del óvulo fertilizado (estructuras diminutas con forma de filamento en las células portadoras de los genes) proceden del padre.4,5 Normalmente, la mitad procede del padre y la mitad de la madre. Además, poco después de la fertilización, los cromosomas del óvulo de la madre se pierden o inactivan y los del padre se duplican. En la mayoría de los casos de mola parcial, los 23 cromosomas de la madre permanecen, pero hay dos conjuntos de cromosomas del padre (por lo que el embrión tiene 69 cromosomas en lugar de los 46 normales). Esto puede ocurrir cuando los cromosomas del padre se han duplicado o cuando se produce la fertilización de un óvulo por dos espermatozoides.4,5
El embarazo molar supone un riesgo para la mujer embarazada, puesto que ocasionalmente puede convertirse en un coriocarcinoma, una forma poco común de cáncer relacionado con el embarazo.
¿Cuáles son los síntomas de un embarazo molar?
Un embarazo molar puede empezar como un embarazo normal. Alrededor de la décima semana suele producirse una hemorragia vaginal anormal, que comúnmente es de color marrón oscuro. Otros síntomas incluyen:
- Náuseas y vómitos severos
- Crecimiento rápido del útero (debido al número creciente de quistes)
- Alta presión arterial
- Quistes en los ovarios
¿Cómo se diagnostica un embarazo molar?
Los médicos utilizan un examen por ultrasonidos para diagnosticar un embarazo molar. El médico también mide las concentraciones de hCG, que suelen ser más altas que lo normal en los embarazos molares.
¿Cómo se trata un embarazo molar?
Un embarazo molar es una experiencia aterradora. La mujer no sólo pierde el embarazo sino que además tiene un leve riesgo de desarrollar cáncer. Para proteger a la mujer debe extirparse todo el tejido molar del útero. Normalmente, esto se lleva a cabo mediante un procedimiento de dilatación y curetaje con anestesia general. Ocasionalmente, cuando la mola es extensa y la mujer ha decidido no tener embarazos en el futuro, se puede realizar una histerectomía.
Después de la extirpación de la mola, el médico vuelve a medir la concentración de hCG. Si ha bajado a cero, por lo general la mujer no necesita tratamiento adicional. Sin embargo, el médico continuará realizando un seguimiento de las concentraciones de hCG durante seis meses a un año para asegurarse de que no quede tejido molar.4 Las mujeres que han tenido un embarazo molar deben esperar seis meses a un año para tener un nuevo embarazo, ya que de lo contrario se dificultaría el seguimiento de las concentraciones de hCG.4
¿Con qué frecuencia se vuelven cancerígenas las molas?
Después del vaciado del útero, aproximadamente el 20 por ciento de las molas completas y menos del 5 por ciento de las molas parciales persisten y el tejido anormal restante puede seguir creciendo.4 Esta condición se denomina trastorno trofoblástico gestacional persistente. El tratamiento con uno o más medicamentos contra el cáncer cura esta enfermedad casi en un 100 por ciento.4 En raras ocasiones, se desarrolla una forma cancerígena del trastorno trofoblástico gestacional persistente, denominada coriocarcinoma, y se extiende a otros órganos. El uso de varios medicamentos contra el cáncer suele ser eficaz para tratar este tipo de tumor.
¿Cuáles son las perspectivas de futuros embarazos después de un embarazo molar?
Si una mujer tiene un embarazo molar, sus perspectivas de tener un futuro embarazo son buenas. El riesgo de que se desarrolle una mola en un embarazo posterior es sólo del uno al dos por ciento.4,5
¿Cómo afronta la pareja la pérdida del embarazo?
Los embarazos ectópicos y molares son emergencias médicas. Mientras se somete al diagnóstico y al tratamiento, es posible que la mujer embarazada solo esté preocupada por su salud. Después, la mujer y su pareja quizá se sientan aliviados por haber superado el trauma. Finalmente, quizá experimenten dolor por la pérdida del embarazo. Como cualquier pareja que haya perdido un embarazo, necesitan tiempo para hacer el duelo y recuperarse emocionalmente. Ése es un período difícil y puede ser útil para la pareja hablar con un consejero psicológico que tenga experiencia en la asistencia a parejas después de la pérdida de un embarazo.
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