miércoles, 6 de enero de 2010

MANIAS DE LOS PEQUES

Todos, alguna vez, nos hemos sorprendido al encontrarnos haciendo cosas que luego, al tomar consciencia, nos hemos dado cuenta lo extrañas y raras que son. Así como nos ha pasado a nosotros, ahora que somos padres vemos que sucede lo mismo en nuestros niños. Vemos cómo duermen chupando una colchita, se comen las uñas, muerden sus dedos, entre otros actos que llaman nuestra atención.

Todas son pequeñas manías que no alteran sus vidas. Sin embargo, cuando van creciendo y arrastrando estas conductas extrañas pueden volverse en conductas compulsivas, que se convierten en un problema serio para quien las sufre y para su relación con quienes lo rodean.

¿Qué es lo que define una manía? El estar sometido a conductas compulsivas, es decir, a sentir una necesidad imperiosa de realizar una acción más allá de la propia voluntad.

Quienes la tienen no pueden dar una explicación a estas conductas y más bien se sienten atrapados por las mismas sin saber cómo lidiar con ellas.

En los niños suelen ser conductas transitorias y ellos las dejan en determinado momento. Tienen que ver con procesos adaptativos o etapas de crecimiento.

MANÍAS COMUNES EN LOS NIÑOS

- Comerse las uñas es una costumbre muy común en los chicos. Lo común es que este hábito desaparezca con el tiempo. En general, los niños lo hacen cuando están en medio de un momento de tensión, fatiga o aburrimiento. No los ridiculices o llames la atención porque eso puede aumentar su ansiedad, que es lo que los lleva a comerse las uñas.

- Chuparse los dedos. Es un reflejo primario que a veces se mantiene por dos razones: porque el niño queda acostumbrado al placer que le produce o porque le relaja, por ejemplo a la hora de conciliar el sueño. Otra razón se refiere a situaciones en las que puede haber alguna dificultad en el desarrollo psicomotor de los niños, debido a una precaria estimulación.

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