viernes, 29 de enero de 2010

NIÑOS AUTISTAS

Disgusto del bebé o niño cuando lo abrazan o miran a los ojos.
- Falta de respuesta al cariño o a las caricias.
- Falta de respuesta al escuchar su nombre.
- Algunos aprenden a hablar tardíamente y suelen “cantar”, lo que repetidamente dicen, sin importarles si lo que dicen es de interés para la otra persona.
- Los que logran hablar se refieren a ellos mismos por su nombre y no como “yo” o “a mí”.
- Incapacidad para comunicarse con otros verbal o por medio de los gestos, expresiones faciales y señas naturales.
- Incapacidad para establecer relaciones sociales en cualquier situación con otros niños y personas en general.
- Muchos niños autistas no demuestran preferencia por sus padres sobre otros adultos.
- Incapacidad para relacionarse de forma normal con los objetos, ya sea evitándolo por completo u obsesionándose por él.
- Ira, enojo y gritos cuando se mueve algún objeto o mueble que pertenezca al niño de su lugar habitual, como puede ser su cama.
- Apego a objetos extraños como papeles, ladrillos, gomas elásticas y otros que normalmente no llaman la atención de los niños.
- Realizar actividades de poco alcance de manera repetitiva, como puede ser dar vueltas, mecerse, moverse de un lado a otro, enrollarse el pero o aletear con los brazos.
- Repetir insistentemente comerciales de la televisión.
- Conductas autoagresivas como golpearse la cabeza o morderse.
- Problemas de aprendizaje.
- Muchos presentan una sensibilidad reducida al dolor.
- Realizar rituales complejos todos los días, para dormir, comer, bañarse, etc.

Cuando los padres sospechen que su hijo puede ser autista o que notan que su desarrollo no es normal, deben consultar de inmediato a su médico pediatra, para que los refiera con un psiquiatra infantil, quien puede diagnosticar con certeza el autismo, su nivel de severidad y determinar la terapia adecuada que les permita desarrollar habilidades para lograr su independencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario