miércoles, 8 de septiembre de 2010

PIOJOS EN EL COLE

'Mamá, me pica...' Si este otoño tu hijo comienza a rascarse la cabeza de forma 'sospechosa' o poco habitual, haz saltar las alarmas.(nuevos libros, reencuentros, prisas mañaneras, uniformes, estirones, zapatos relucientes...), y una de ellas, quizá la menos agradable, es la sorpresa de encontrarse, un año más, con esos indeseables 'invasores', que deciden instalarse en el cuero cabelludo de los 'peques' y propagarse a la velocidad del rayo.

Para combatirlos: saber cómo y por qué se transmiten,. Uno de los falsos mitos más comunes que rodean a los piojos es la creencia de que estos aparecen por falta de higiene. Nada más lejos de la realidad: los piojos prefieren las cabezas limpias, ya que el cabello sucio les impide llegar con facilidad al cuero cabelludo, que es donde se asientan con la intención de alimentarse y reproducirse. Asimismo, no es cierta la imagen de los piojos 'saltando' de una cabeza a otra entre los niños: al no ser insectos alados, es imposible el contagio 'por aire'. Compartir peines, gorros, almohadas, un jersey o una bufanda, o llevar el pelo suelto, largo y limpio, suelen ser imanes mucho más atractivos para los piojos y liendres.

Lo más importante para 'darles esquinazo', es, entre otras cosas, hacer revisiones semanales del pelo de los niños; los piojos suelen instalarse en la nuca y detrás de las orejas (allí la temperatura es constante, y el pelo sufre menos roturas), aunque no siempre resulta fácil detectarlos sin un peine especial de púas finas, especialmente si se trata de huevecillos o liendres. Ademas, utilizar una loción antiparasitaria combinada con un champú específico suele ser clave tanto para prevenir como para 'curar'. Eso si, a la hora de decantarte por un producto u otro, has de tener en cuenta que no todos los tratamientos que sirven para 'liquidarlos' funcionan igual de bien a la hora de prevenirlos: de hecho, muchos actúan del mismo modo que una vacuna, generando resistencias que pueden ser contraproducentes en caso de que el cabello se vea posteriormente infestado. Los tratamientos con siliconas y activos naturales, como el clásico vinagre, el limón o el eucalipto (el simple olor evita que el piojo encuentre 'deseable' el pelo de los niños), o los que no poseen insecticidas en su formulación, son la clave para desequilibrar el pH del cabello sin dañarlo ni irritarlo, haciendo imposible la vida de los piojos en él.

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