Londres, (EFE).- Un exceso de materia gris en el cerebro -las células y conexiones que transportan los mensajes- impide a los adolescentes concentrarse como ocurre en los adultos, según un nuevo estudio.
El cerebro de los jóvenes continúa desarrollándose muchas veces hasta bien entrados los veinte años, es decir que el proceso dura mucho más de lo que se pensaba hasta ahora, indica ese estudio, que se publica en el nuevo número del Journal of Neuscience.
“Muchas veces les resulta difícil a los adolescentes prestar atención en clase sin que vaguen sus mentes”, explica la doctora Iroise Dumontheil, del Instituto de Neurociencia Cognitiva del University College de Londres, que ha participado en ese estudio.
“Los jóvenes no tienen, sin embargo, la culpa de no poder concentrarse y de la facilidad con que se distraen. Esto tiene que ver con la estructura de sus cerebros. Los adolescentes no tienen las mismas capacidades mentales que los adultos”, señala Dumontheil.
Utilizando escáneres de resonancia magnética, los científicos de ese instituto observaron la actividad de varios adolescentes mientras tratan de resolver un problema haciendo caso omiso de cosas que podían distraerlos.
Los expertos detectaron un nivel inesperado de actividad en el cortex prefrontal, zona de la parte frontal del cerebro involucrada en la toma de decisiones y en tareas de diverso tipo, indicación de que el cerebro funcionaba en ellos menos eficazmente que en los adultos.
“Sabíamos que el cortex prefrontal de los niños funcionaba de modo tan caótico, pero no que ese funcionamiento caótico pudiera continuar hasta bien entrados los veinte y comienzos de los treinta”, señala la doctora Sarah-Jayne Blakemore, que dirigió el estudio.
Según esa experta, ello significa que el cerebro sigue haciendo tareas innecesarias al tomar ese tipo de decisiones.
Conforme va envejeciendo el individuo disminuye la materia gris del cerebro, lo que permite una mayor concentración en las tareas que uno tiene delante.
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