Entre que están ansiosos, estresados o aburridos, muchos niños terminan en la cocina buscando dulces, caramelos o patatas fritas. Y no necesariamente porque tengan hambre, sino como forma de calmar sus sentimientos de ansiedad, estrés, depresión, aburrimiento: los niños encuentran en la comida una manera de escapar de ellos. Por ello es que se habla de “hambre emocional”.
Debemos controlar el hambre emocional pues es una de las principales causas de la obesidad infantil. Si notas que tus hijos están comiendo demasiado fuera de las cuatro comidas principales, ten en cuenta estos tips:
Haz que tus niños desayunen. El desayuno es la comida más importante del día, pues es el que nos brinda energía para el resto del día. Además, un desayuno completo y nutritivo es clave para que no los chicos no lleguen demasiado hambrientos a las comidas. tienes varias ideas de desayunos saludables para niños
Asegúrate que tus niños sigan una alimentación saludable. Los chicos están en pleno crecimiento, por lo que es esencial que tengan una dieta equilibrada, sana y rica en todos los nutrientes que necesitan.
Quita de su alcance todos los alimentos “tentadores”. Los helados, el chocolate, los dulces, postres, galletas, papas fritas y demás alimentos pocos saludables son amados por los niños, y casualmente – como son los más ricos – son los primeros en ser devorados cuando están ansiosos. En su lugar, llena la nevera de frutas frescas y vegetales.
Haz que tus niños practiquen actividad física, todos los días o al menos tres veces por semana. Hacer ejercicio es excelente para la salud. Además, les brinda energía, los entretiene y los ayuda a combatir la ansiedad, lo que muchas veces es causa del hambre emocional.
Deben dormir bien. Un buen descanso es básico para que los niños se mantengan libres de estrés. Se ha comprobado que la falta de sueño en la infancia aumenta las posibilidades de hambre emocional.
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