viernes, 9 de septiembre de 2011

QUEMADURAS EN LOS MAS PEQUES


Las quemaduras son un riesgo presente en todo hogar; un niño puede quemarse por lavarse con agua demasiado caliente o por derramar una taza de café. En realidad, las quemaduras, en especial las escaldaduras provocadas por agua y líquidos calientes, son uno de los accidentes infantiles más comunes. Los bebés y los niños son más vulnerables que los adultos porque son curiosos, pequeños y su piel sensible necesita más protección.
Si bien las quemaduras leves no representan un problema serio y es posible tratarlas sin riesgos en el hogar, las quemaduras más graves requieren atención médica. Pero, muchas veces, se pueden evitar las quemaduras tomando algunas sencillas precauciones para hacer de la casa un lugar más seguro.

Causas comunes

La primera medida para ayudar a evitar las quemaduras en los niños es conocer las causas más comunes:
  • escaldaduras, la principal causa (provocadas por vapor, un baño caliente, tazas de café que se vuelcan, líquidos  de cocción, etcétera)
  • contacto con fuego u objetos calientes (estufas, hogares de leña, rizadores para el cabello, etcétera)
  • quemaduras provocadas por sustancias químicas (causadas por la ingestión de productos tales como limpiadores de cañerías o pilas de relojes; o por la salpicadura de sustancias químicas, como blanqueador, sobre la piel)
  • quemaduras por exposición a la electricidad (causadas por morder cables o colocar los dedos u otros objetos en los tomacorrientes, etcétera)
  • exposición excesiva al sol.
  • Prevención de las quemaduras

    Si bien es imposible evitar todos los accidentes en los niños, algunas simples precauciones pueden reducir la posibilidad de que su hijo sufra quemaduras en su hogar.
    En general
  • Mantenga los fósforos, los encendedores, las sustancias químicas y las velas encendidas fuera del alcance de los niños.
  • Coloque tapas de seguridad en todos los tomacorrientes.
  • Deshágase de los artefactos y electrodomésticos con cables pelados o viejos, y de los alargues que estén dañados.
  • Si tiene que utilizar un humidificador o vaporizador, opte por los modelos de agua fría en lugar de los de agua caliente.
  • Elija prendas para dormir ignífugas o retardantes de llama (ya sea de poliéster o de algodón tratado). Las camisetas o pantalones de algodón que no están identificados como prendas de dormir no suelen ser ignífugos.
  • Asegúrese de que los niños mayores sean muy cuidadosos cuando usan planchas o rizadores para el cabello.
  • Evite los incendios en el hogar asegurándose de contar con un detector de humo en todos los niveles de la casa y en cada habitación. Verifique su funcionamiento cada mes y cambie las pilas dos veces por año.
  • No fume dentro de la casa, en especial si está cansado, si toma alguna medicación que le da sueño, o cuando está en la cama.
  • No utilice fuegos artificiales ni luces de bengala.
En el baño
  • Ajuste el termostato de su calentador de agua en 120 grados Fahrenheit (49 grados Celsius) o por debajo de esta temperatura, o utilice el ajuste “bajo-medio”. Un niño puede sufrir una escaldadura en 2 o 3 segundos si la temperatura supera el nivel indicado en tan sólo 5 grados. Si no le es posible controlar la temperatura del agua (si vive en un departamento, por ejemplo), instale un dispositivo antiescaldaduras, que es bastante económico y fácil de instalar (puede hacerlo usted mismo o llamar a un plomero).
  • Pruebe siempre la temperatura del agua con el codo antes de colocar al niño en la bañadera.
  • Abra siempre el agua fría primero y apáguela siempre al final cuando llene la bañadera.
  • Aleje a los niños de los grifos y los artefactos para reducir las probabilidades de que jueguen con ellos y abran el agua caliente.
En la cocina o el comedor
  • Coloque las asas de las ollas y sartenes hacia la parte posterior cuando cocine.
  • Bloquee el acceso al horno siempre que sea posible.
  • Nunca permita que un niño use un andador en la cocina (la Academia Norteamericana de Pediatría desaconseja totalmente el uso de andadores).
  • Evite utilizar manteles o individuales grandes. Si un niño pequeño tira de ellos, tal vez se vuelque una bebida o un plato de comida caliente encima.
  • Mantenga las bebidas y los alimentos calientes fuera del alcance de los niños.
  • Nunca tome bebidas calientes o sopa con un niño sobre su falda, ni transporte platos o líquidos calientes por donde están sus hijos. Si tiene que caminar con un líquido caliente por la cocina (como un plato de sopa o una taza de café), asegúrese de saber dónde está su hijo para no tropezarse con él.
  • Nunca alce a un bebé o un niño pequeño mientras cocina.
  • Nunca caliente los biberones en el microondas. El líquido se puede calentar de manera despareja y dejar zonas de leche que pueden escaldar la boca de su bebé.
  • Coloque mallas de protección en los hogares de leña o las estufas. Los radiadores y los calentadores eléctricos también deben contar con una malla de protección.
Fuera del hogar o en el automóvil
  • Utilice los juegos de jardín con precaución. Si afuera hace mucho calor, úselos sólo por la mañana, ya que se habrán enfriado durante la noche.
  • Retire el asiento de seguridad o la sillita de paseo de su hijo del sol cuando no los esté usando; el metal o el plástico, si se calientan, pueden provocarles quemaduras a sus hijos. Si debe dejar el asiento para el automóvil o la silla de paseo al sol, cúbralos con una frazada o una toalla.
  • Antes de estacionar su automóvil en un día de calor, esconda las placas metálicas de los cinturones de seguridad en los asientos para evitar que el sol las caliente.
  • Prevenir es muy importante para no curar.

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