Agradecemos a todos los papás que participaron de este encuentro para prepar a la familia. Les deseamos mucha suerte en esta nueva etapa y aprovechamos para compartir algunas reflexiones del taller:
- Es importante favorecer la independencia de cada niño y considerarlos como personas singulares con necesidades y ritmos evolutivos propios. La igualdad absoluta no sirve ya que los niños nunca están en el mismo punto de madurez. Incluso podemos amarlos de forma diferente justamente porque son distintos, y esto no significa amarlos más o menos.
- Poder reconocer a cada hijo en su singularidad nos ayudará a darle lo que cada uno necesita en cada momento, que no siempre es “exactamente lo mismo” para todos.
- La llegada de un hermanito a la familia es una etapa de cambios y adaptaciones para todos y debemos tratar de vivirla con paciencia y mucha alegría. La reacción de los hermanos mayores dependerá en gran parte de la actitud que tomen los adultos ante la noticia. Hacer partícipe al hijo mayor de este acontecimiento, ayudarlo a transitar el embarazo para que poco a poco pueda hacerse la idea de que va a nacer su hermano, es tarea de los adultos. Brindar un marco de contención y afecto respentando los pequeños cambios en la conducta que pueden manifestar los niños.
Tal como señala la psicopedagoga Laura Gutman, el amor de las madres y de los padres no se divide con cada hijo que llega, se multiplica. Si partimos de esta actitud seguramente crearemos un clima saludable, amoroso y de contención en la familia para poder transitar con mucha alegría del nacimiento de un nuevo bebé.
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