En mi cuento había
un rey muy gracioso
a quien le encantaba
vestirse de oso
y una reina flaca
loca por las motos
que nunca llevaba
vestidos lujosos,
sino camisetas,
pantalón vaquero,
botas militares
y chupa de cuero.
En mi cuento, niños,
estaban también
las princesas Iria,
Irene e Inés.
Iria, la mayor,
era una princesa
(puedo segurarlo)
de pies a cabeza
Vestía con telas
siempre delicadas
y estaba atendida
por muchas criadas.
La segunda, Irene,
sólo era feliz
con un libro abierto
frente a su nariz.
En la biblioteca
se pasaba el día
leyendo y leyendo
los libros que había
Inés, la tercera,
amaba el teatro
e iba por palacio
siempre interpretando...
Podíamos verla
recitando versos
o frente a un espejo
ensayando gestos.
Todos en mi cuento
eran muy felices
y seguramente
comían perdices.
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