A los cinco años las muelas del niño no pueden triturar correctamente estos alimentos. El riesgo es que en lugar de ir al estómago, sean aspirados y terminen en un pulmón. Si esto sucede puede provocar asfixia o clavarse en los bronquios o pulmones, y obstruir o infectar la zona. El doctor Casado afirma tener experiencia en tratar emergencias relacionadas con los frutos secos, algunas de las cuales terminaron con la muerte del pequeño.
Se hace eco asímismo de dos estudios, uno en el Hospital Infantil Miguel Servet de Zaragoza, en el que de 420 niños atendidos por cuerpos extraños en la vía respiratoria, el 73 por ciento había sido por frutos secos. Y otro en el Hospital central de Asturias, Oviedo en el que fue el 78 por ciento de 210 casos los que se debieron a este tipo de alimentos.
La recomendación del doctor es darle a los niños frutos secos y semillas molidas, o en alimentos que los lleven incluídos como harina. No hay ninguna necesidad de que los prueben enteros Hay que tener cuidado con la forma en que damos determinados alimentos a nuestros hijos,
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