domingo, 19 de diciembre de 2010

ESTOS PEQUES

Los gestos que se hacen a los niños pequeños ayudan al desarrollo posterior de su vocabulario, según estudio


http://www.natgeo.tv/ec/ Los pequeños los niños y niñas caminando en la primavera del parque de la ciudad.
 Foto de archivo - 3359341
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Un estudio reciente sobre el beneficio del canto en el desarrollo de los pequeños en edad preescolar afirma que cantar nutre el cerebro de los niños.
Los niños deberían tener más oportunidades de jugar cantando durante los primeros años de vida, ya que hacerlo apoya su desarrollo en las áreas física, mental y social.
El canto es la expresión de un niño saludable, y aunque ellos no lo sepan, una eficaz forma de reforzar la memoria y aprender nuevos conceptos. Lo que aprenden cantando se les queda grabado a fuego, porque les motiva, les divierte. Además, ayuda a estimular su imaginación y su sensibilidad artística.
Según la investigación llevada a cabo por doctores de la University of Münster, Alemania, con 500 jardines de infancia, un 88% de los niños que cantaban frecuentemente, estaban mejor preparados para la escolarización, en comparación con sólo el 44% de los niños que cantaban menos a menudo.

 



Los descubrimientos sugieren una explicación parcial por la que los niños de estratos socioeconómicos más bajos tienden a tener vocabularios más reducidos que los niños de niveles socioeconómicos más altos.
Dirigirse y realizar gestos a los bebés de alrededor de 14 meses podría ayudar al desarrollo de su vocabulario unos años después, según un estudio de la Universidad de Chicago en Estados Unidos que se publica en la revista 'Science'.
Estudios previos han indicado que este efecto está asociado a cómo los padres hablan al niño. Ahora, el equipo de investigadores de Meredith Rowe y Susan Goldin-Meadow muestra que la forma en la que los padres se dirigen con gestos a sus hijos también parece afectar al vocabulario del niño.
Los investigadores grabaron en vídeo a niños con 14 meses de edad de familias de una variedad de niveles socioeconómicos y registraron las palabras y gestos que se producían en la interacción entre padres e hijos. Después, cuando los niños tenían 4,5 años, los investigadores evaluaron su vocabulario.
Los resultados indicaron que el hecho de que los niños de niveles económicos superiores tuvieran vocabularios más amplios a los 4,5 años de edad podría explicarse en parte por el uso de los gestos de los niños a los 14 meses, lo que a su vez alude al uso de los gestos de los padres cuando los niños tenían esta edad.
Los autores indican que los gestos son una habilidad que los niños desarrollan pronto, antes de que aparezcan diferencias en el vocabulario, y que por ello podrían ser un buen foco de intervención si una investigación posterior muestra que una mayor gestualización conduce a ganancias en el vocabulario a inicios de la infancia

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