jueves, 30 de diciembre de 2010

LOS NIÑOS PUEDEN TENER MOLUSCOS


Pues sí, no es algo que yo supiera antes de leerlo. Jamá había oído hablar de los moluscos infantiles hasta que me topé con su entrada.
En ella explicaba que se trata de una infección vírica, benigna, básicamente estética, contagiosa por contacto y bastante pesada de erradicar: recomendaba a los padres recientes dejarse las uñas largas y tras el baño, aprovechando que están blanditos, retirarlos rascando con las uñas. Recomendaba para que la cosa molestase menos usar una crema anestésica.
Y recuerdo que pensé lo mismo que cuando en el cole de Jaime me entregaron el papel de prevención de los piojos. Algo del tipo “sé que no es nada grave, pero ¡qué asco! Ojalá nos libremos”.
Hoy lo he recordado porque he creído ver por vez primera uno de esos bichos en el cuerpecito de un bebé muy querido para mí.
Ya dirá la pediatra si tenía razón o no, pero  que a la mamá reciente de la nena de la que hablo, me temo que le va a tocar dejarse las uñas largas.
Os dejo parte del post de Amalia Arce.
Los moluscos son compañeros de viaje de muuuuuuchos niños para agobio de muuuuuuchos padres. Un poco más técnicamente se llama molluscum contagiosum y es una infección vírica benigna de la piel. Está causada por un virus de la familia poxvirus y típicamente afecta a los niños entre 2 y 5 años. Entre un 5 y un 8% de los niños de estas edades los padecen, algunos de forma recurrente. Aunque en realidad las lesiones suelen desaparecer solas, a veces pueden pasar años, y los propios niños se las van autoinoculando y al final pueden estar a tope de lesiones.
Son unos granitos de pequeño tamaño, aspecto perlado y con frecuencia con una depresión central como si fuera un ombligo. Cuando los has visto una vez sueles reconocerlos sin dificultades. Los niños están asintomáticos y el problema es esencialmente estético.
Es posible el contagio directo de piel a piel y también a través de utensilios y ropa. Se relaciona bastante con la asistencia a piscinas. Y también lo padecen con más frecuencia los niños atópicos.
Cuando desaparecen no dejan cicatrices. Se pueden extraer con sustancias como se hace con las verrugas, aunque lo más frecuente es con una cucharilla afilada, realizando lo que se conoce como curetaje.
Lo de los moluscos hay que tomárselo como una guerra con varias etapas y victoria a largo plazo.
El niño sale de la bañera, los moluscos están humedecidos y más blandos. Escogemos 2 ó 3 y les ponemos un poco de crema. Luego utilizamos nuestras propias uñas (largas) para arrancarlos….
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