domingo, 18 de octubre de 2009

cesarea o normal

Procedimiento quirúrgico que se lleva a cabo cuando el parto vaginal no es posible por razones médicas o anatómicas. La decisión, sin embargo, depende del especialista, quien tiene en cuenta, principalmente, variables como el progreso del parto y los antecedentes médicos.

La cirugía, por lo general, se practica mientras la madre está despierta. Se lava su abdomen con solución antiséptica, se le administra el bloqueo epidural o caudal (que insensibiliza la parte interior del cuerpo) o una anestesia general, según el caso. Se hace una incisión a través del abdomen por encima del área púbica, se abre el útero, se vacía el líquido amniótico y se saca al bebé.

Luego, se succionan los líquidos de nariz y boca. Se pinza y se corta el cordón umbilical. El bebé se entrega al pediatra o a la enfermera, quienes se aseguran de que esté respirando bien.

Razones para practicar una cesárea:

:: Anomalías del desarrollo del feto como hidrocefalia o espina bífida.

:: Patrón de ritmo cardíaco anormal en el feto.

:: Posición anómala del feto dentro del útero: cruzado (transverso) o de nalgas.

:: Embarazo múltiple.

:: Gestante con enfermedad cardíaca, toxemia, preeclampsia o eclampsia.

:: Infección activa de herpes genital.

:: Infección materna de VIH.

:: Cirugía uterina previa, que incluye miomectomía y cesáreas anteriores.

:: Trabajo de parto detenido .

Bebé muy grande o desproporción de la pelvis con respecto al tamaño de la cabeza del bebé.

Placenta previa (tapona el orificio del cuello uterino) o desprendida y prolapso de cordón (sale a través del cuello).

El promedio de permanencia en el hospital es de 2 a 4 días, pero la recuperación se demora un poco más de lo que tarda un parto natural. Con el fin de agilizar dicha recuperación, se estimula a la madre para que camine el mismo día de haber tenido la cirugía.

Las mujeres que tienen partos por cesárea, a menudo, pueden tener un parto vaginal en embarazos posteriores, lo que depende del tipo de cesárea efectuada y la razón de su práctica.

Se estima que dos tercios de las mujeres que intentan un parto vaginal después de la cesárea tienen éxito. Sin embargo, hay un leve riesgo de ruptura uterina.

Entre los riesgos asociados a la cesárea figuran reacción adversa a los medicamentos, sangrado, infección de la vejiga e infección del útero.

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