miércoles, 21 de octubre de 2009

PARTO EN CASA

Por qué decidió hacer una casa de nacimiento?
Tiene que ver con un cambio en la sociedad. Creo que nuestros hijos pueden hacer las cosas mejor que nosotros. Ellos son el futuro. Y es durante el embarazo en que los padres tienen las antenas paradas para escuchar. Pueden entender que los niños son el futuro y hay que ayudarlos a crecer bien. La idea es trabajar con la pareja que espera un hijo, acompañarla durante el primer año del niño, que es el cimiento de la crianza, y darle la oportunidad de tener un buen parto.

¿Usted tuvo un buen parto?
Mis partos fueron extraordinarios, porque me había empapado de la filosofía del parto natural, en casa y en agua antes de tener a mis hijos. Cuando llegué a Lima (de Alemania, hace 30 años) a dar a luz me enteré de que un 60% de mujeres daba a luz por cesárea y me dio terror. Quería tener un parto en casa y la gente me decía que buscara una partera. Yo soy de la cultura occidental y quería alguien que hubiese estudiado (medicina) y finalmente conseguí un médico que me atendió en una clínica chiquita, como una casa de nacimiento. Así tuve a mis hijos, en un espacio íntimo, con mi marido presente, pero escuchaba a las mujeres hablar de sus partos y contaban experiencias traumáticas.

¿Que haya un parto natural implica que hay un parto artificial?
Así es. En las clínicas no se dan partos naturales, aunque sean vaginales. No es natural desde que no se le da libertad a la mujer de elegir la posición de parto. Les rasuran el vello púbico, le ponen suero, enema, una cantidad de cosas. Si les das a escoger, las mujeres eligen una posición vertical: sentada, parada, en cuclillas, porque la gravedad es el aliado número uno en un parto. Existen estudios científicos que demuestran que el parto en casa es una buena opción para una mujer que se siente segura, que tiene una pareja o una familia que la apoyan en su decisión. Ella debe tener una contención emocional y psicológica y un profesional presente.

¿Esta visión está en contra de las clínicas?
No estamos en contra de nada ni nadie. Defendemos el parto natural porque en el mundo occidental no se sabe que esto implica volver a un estilo de vida natural.

Si atiende un parto en casa y las cosas se ponen difíciles, ¿qué hace?
La llevo (a la mujer) a la clínica. Hay un plan A y un plan B. Más vale prevenir que lamentar.

¿Este tipo de parto requiere una preparación especial?
En nuestra sociedad occidental sí, porque la mujer tiene tanta porquería metida en la cabeza y al ser el parto una experiencia límite, la porquería la bloquea. En cambio, la mujer de la sierra está muy bien preparada.

¿Qué es una experiencia límite?
Es la experiencia del dolor. Todo el mundo le tiene miedo. El dolor de parto no tiene que ver con Eva y Adán. Eso ya pasó a la historia. Vivimos en la sociedad de la aspirina y no queremos sentir dolor. Este no está hecho para jodernos la vida, sino para que digamos: (si me duele) tengo una herida, debo cuidarla para que se sane. El parto está hecho para eso, si no tuviéramos dolor de parto daríamos a luz en cualquier lugar. Cruzando la calle se nos caería el hijo. Las hembras del mundo animal tienen dolor de parto e instinto maternal. Cuando les toca el parto, van a donde tienen que ir, paren, crían a sus hijos y ya. El dolor de parto tiene un sentido y se puede lidiar con él. Ningún dolor es la muerte, pero la sensación de las mujeres de la ciudad de lidiar con este es muy fuerte, por eso es una experiencia límite.

¿Los ruidos y gritos que una mujer emite en el parto no se deben al dolor?
En el parto, la mujer llega a una especie de trance. A mí me gusta compararlo con las bailarinas que están en una presentación. Hay un instante en el que sienten que están llegando al límite, que el cuerpo no les da más, pero la voluntad puede más y siguen y llegan a un momento en el que pareciera que volaran. Como espectador, te admiras y te coges de la silla. La mujer en el parto llega a ese punto y hay que quitarle reloj, el celular, para que se conecten con el hecho de parir. La palabra parir me gusta mucho, porque se asocia con el lado animal, ancestral, de origen.

Ni reloj ni celulares, ¿tampoco la cámara fotográfica del esposo?
Eso es terrible. Cuando el esposo comienza con la camarita, la mujer lanza un grito de esos (como animal). Aunque depende. Hay algunas que saben desconectarse. El parto es como hacer el amor. Si estás viendo la hora, pensando que tienes que llegar a tal lugar, nunca llegas (ríe). Y es que los sonidos del parto pueden ser muy parecidos a los que se emiten cuando se hace el amor.

Sepa más
4 Pakarii es una palabra quechua que tiene varias acepciones como amanecer, empezar desde cero y también nacimiento.

4 Los padres que participan de la experiencia del parto natural mantienen contacto con la casa Pakarii un año más, hasta que el niño camina. Se les brinda pautas de crianza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario