viernes, 16 de octubre de 2009

Los tres primeros meses

Lo primero que una mujer embarazada experimenta es que la menstruación no llega y, a medida que pasan los días, se siente una mayor sensibilidad en los senos, un aumento de color en el área oscura que rodea el pezón y, posiblemente, náuseas por la mañana. Es el momento de utilizar un predictor para asegurarse de que estos síntomas significan que está embarazada o acudir al médico especialista.

Si se confirma su embarazo deberá visitar a su médico ginecólogo y realizarse las pruebas que le prescriban. A partir de ahora, estos controles tendrán que ser periódicos según indicación médica. En primer lugar se realizará un historia clínica en la que se incluirán los antecedentes familiares como hipertensión, diabetes, alergias, problemas genéticos, embarazos gemelares y si está bajo alguna medicación.

UNO DE LOS PROCESOS MÁS HERMOSOS DE LA NATURALEZA

Lo primero que ha de considerar es que su estado es normal y no temer los cambios que le llevarán a experimentar uno de los procesos más hermosos de la naturaleza, como es dar a luz a un hijo.

Existe una serie de malestares que se provocan sobre todo en estos tres primeros meses como son las náuseas y los dolores de cabeza. Los olores suelen ser repelidos como el del cigarrillo, algunos perfumes o ciertos alimentos y pueden generar vómitos que, si son muy constantes, causarán deshidratación y pérdida de peso por el rechazo a los alimentos, con lo que deberán ser combatidos mediante suero.

La sensación de náusea es debida a los cambios hormonales, pero no afectan al feto y suelen remitir al cabo del cuarto mes. Como éstos suelen presentarse a primera hora de la mañana, es preferible tomar el desayuno en la cama y hacer comidas secas y frugales durante el día

Hay que tener en cuenta que en este periodo fundamental se está formando el feto, por lo que no se deberá suministrar ningún medicamento, a menos que lo prescriba el médico, pues podría perjudicar su normal desarrollo. De agudizarse los dolores de cabeza se han de combatir con acetaminofen, que no conlleva ningún problema.

Se puede presentar un cuadro de decaimiento o agotamiento físico producido por la necesidad de descanso que requiere el embarazo para que siga su desarrollo. También puede intervenir en ello la presión arterial baja y llegar a provocar desmayos que de presentarse de forma persistente se deberá consultar al médico.

También puede aparecer un manchado en la ropa interior, causado por un flujo vaginal blanco o mucoso que cuando se seca adquiere el tono amarillento y que puede llegar a ser intenso. Cuando además va acompañado de picor o mal olor puede tratarse de una infección por hongos que puede ser tratado con óvulos o cremas que no perjudican al feto y no deberán utilizarse jabones comunes, talcos o cremas no recomendadas.

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